Por
Lic. Fernán Camilo
Álvarez Consuegra
Rafael Castellanos, en un
artículo publicado en LPG, cuestiona la unidad de ARENA; no se logra dice, por
la injerencia de Javier Simán y de quienes apoyaron su candidatura en la pasada
campaña. No considera que ARENA, no es un fin en sí mismo; es un medio para
alcanzar las metas sociales de los salvadoreños: paz, progreso y libertad. Si el grupo que apoyó a
Carlos Calleja, no acepta que éste, dejo de ser el candidato de un grupo, para
serlo de todo el partido y de la Derecha, no podrán cumplirse los propósitos de
dicha campaña. Para el triunfo en las próximas elecciones, ARENA necesita de la
totalidad de las fuerzas que están contra la Izquierda, sin exclusión de
individuos o grupos: necesita solidaridad absoluta.
El Dr. Fabio Castillo, ha tenido la habilidad de cohesionar nuevamente al FMLN, revirtiendo en cierta manera, el efecto del 4 de marzo; Nayib Bukele,
por su parte, amenaza con engrosar sus bases con el favor de los
indecisos y descontentos con la dirigencia de ARENA. Es pues, imprescindible, un bloque conformado por
fuerzas de Derecha, el que cual no se logrará, con un hueco llamado a la
unidad, sino con una estrategia, que satisfaga todas las aspiraciones sociales
y, conjugue las diferentes fuerzas, ante un enemigo común.
La corrupción y la
inseguridad nacional, son los temas fundamentales sobre los que debe centrarse,
desde ahora el partido, y hacia su interior,
en la aplicación de los acuerdos de su último congreso y no, enfrascarse
en discusiones absurdas, de si se excluye a quienes apoyaron a Javier Simán. Se
ha dado esta situación equivoca, por la
inversión de la estructura de poder dentro de ARENA.
El partido fue creado como alianza de sectores, con estructura territorial administrativa local,
dependiente de los Directores departamentales y municipales, dirigidos centralizadamente;
con cada elección, se fueron fortaleciendo las estructuras locales, en
detrimento de la función y fuerza de los sectores como tales y, hubo fragmentación de estos, en base a las estructuras, en derredor de los
diputados. Dicha estructura crea un desbalance en ARENA:
un inmenso aparato electoral, sin centralizada conexión social e ideológica que reacciona, electoral y tardíamente, a los
problemas nacionales.
La corrupción consume los
recursos del Estado y encuentra muy
fácil el endeudamiento público, cuando el presupuesto no satisface sus necesidades
y, la inseguridad, obliga a cerrar las fuentes productivas, de las que vive el
Estado; el Ministro de Defensa reconoce
y lo dice, que el crimen organizado, ha
superado la capacidad del Estado. ¿Ha habido algún pronunciamiento de ARENA, al
respecto? No, pero sí, que hay que excluir del partido a quienes apoyaron a
Javier Simán.
Carlos Calleja es
legalmente candidato del partido: falta
determinar el rumbo de la campaña, ante
los acontecimientos presentes: inseguridad jurídica y física, corrupción y una
izquierda que se recupera de su derrota, por los errores presentes de nuestros
Diputados y Alcaldes. Y para contrarrestarlas, deben sumarse las fuerzas que acompañaron a Javier Simán, y
las demás gremiales y cívicas, todas deben actuar unificadamente.
La cohesión que desea Rafael Castellanos, debilita la candidatura de Carlos
Calleja, pues disminuye las fuerzas
necesarias para enfrentar a los
candidatos de Izquierda y, da la impresión de que sólo el grupo que apoyó
internamente a Carlos Calleja, es el que
hará ganar a ARENA. Tal error, hace que
Calleja se vea débil y que, muchos apoyos anteriores, le muestren las tornas. El triunfo de ARENA,
dependerá de la unidad total de la Derecha, bajo los principios del
nacionalismo republicano y este debe
oponerse a las acciones rudas dentro de ARENA.
