Publicación Acción

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domingo, 27 de enero de 2019

VENEZUELA Y LA CRISIS HEGEMONICA MUNDIAL



Por      
Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra


La presente crisis en Venezuela, ya no depende de las fuerzas internas, sino de las fuerzas ejercidas por los grandes bloques hegemónicos mundiales. Venezuela, bajo una tiranía manifiestamente impopular e ilegítima, sólo es mantenida por los intereses mundiales de Rusia, China e Irán y sus aliados, en disputa hegemónica con Estados Unidos, con la posibilidad de convertir a Venezuela en una región inestable como Siria lo es actualmente y, existiendo el riesgo de una diseminación del conflicto, a las áreas de influencia del ALBA.

Venezuela ha tejido una red de alianzas regionales con países pequeños, a partir de los proyectos ALBA y Petrocaribe. Y, con países hegemónicos gracias a su posición de país exportador de petróleo y su geografía, brindando bases y puntos de expansión geopolítica, contraria a los Estados Unidos y sus aliados. Si no fuera por todo este entramado internacional, Venezuela hubiera sido fácilmente condenada en el foro internacional, pero no lo ha sido. Cualquier sanción contra Venezuela en la ONU, se topará con el veto de Rusia y China. Y si es en la OEA, Venezuela tiene la mayoría, gracias a los países que están dentro del ALBA (incluyendo a El Salvador) aunque se le hayan retirado algunos ya.

Nicolás Maduro al desconocer la legitimidad del Congreso y nombrar una Constituyente, al ser electo sin la participación de la oposición, estableció su propia ilegitimidad, pues no cumplió los requisitos constitucionales para un nuevo período y, al juramentarse Juan Guaidó, éste no lo hizo frente al Congreso y de allí deriva su ilegitimidad, por lo que son dos situaciones de fuerza enfrentadas y sostenidos por potencias extranjeras.

Internamente Nicolás Maduro, está sostenido únicamente por la Fuerza Armada y las Milicias. Desde la muerte de Hugo Chávez, el pueblo venezolano, ha buscado un cambio a su crisis social, sin embargo, la mediación internacional, sólo le ha dado respiros al régimen, pues mientras se le afloja la presión internacional, el régimen cierra más los espacios internos a la oposición.

Los intereses de Rusia y China en Venezuela son geopolíticos, pues teniendo un aliado en Maduro, se aseguran un obstáculo en Latinoamérica a la influencia estadounidense, con las ventajas geoestratégicas que esto conlleva. Lo mismo Irán, que ve en ese país, su base para la expansión islamista en el continente americano.

Rusia, no tiene la capacidad de ayudar  económicamente a Venezuela, pero sí de apoyar política y diplomáticamente a ese país. Putin suele ser muy leal con sus aliados, como lo ha hecho con Bashar Háfez al-Ásadn en Siria y, de allí que se considere que Venezuela podría convertirse en la Siria de Latinoamérica. Rusia, para convertirse en la potencia que fue la Unión Soviética, debe de romper el cerco que se estableció sobre ella durante la Guerra Fría y de allí su interés en el medio oriente y hoy, en Venezuela. China, será más cauta y podría conformarse con salvaguardar sus intereses en la región.

El ultimátum que le han dado varios países europeos a Maduro, para la celebración de nuevas elecciones en Venezuela, es una salida a la actual crisis, sin embargo, parece que el régimen, no ha desarrollado todo su potencial de defensa, pues aún no ha hecho uso de todo su potencial militar y al parecer, aunque existen algunas disidencias, éste se mantiene cohesionado y esto es por la ideologización lograda por el chavismo.

La crisis venezolana, no será resuelta por los venezolanos, sino por los acuerdos a que puedan llegar las grandes potencias hegemónicas, los venezolanos sólo pondrán la sangre, que ya se derrama en las calles de Caracas, buscando sólo libertad y bienestar.



lunes, 14 de enero de 2019

CHINA Y POSICIÓN DE EL SALVADOR



Por      
Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra
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China continental está en una etapa de expansión, usando  como  arma “blanda”, su poder económico, lo que no debería de importarnos a los salvadoreños, pero ahora formamos parte de su juego geopolítico contra los Estados Unidos, aunque mantenemos con este país, dependencia económica (por el comercio), afinidad cultural y migratoria.

La expansión de China continental en el presente, es una vuelta a la Guerra Fría de principios de los años 60´s, cuando existía una competencia geopolítica con la Unión Soviética. Está ya está compitiendo en programas espaciales - antes eran exclusivos de Estados Unidos, la Unión Soviética (hoy Rusia) y la Unión Europea -. Amenaza con romper un muy delicado equilibrio, logrado luego de la Guerra Fría, del cual depende nuestro actual sistema político y económico.

China continental ha ejercido siempre, influencia dentro de su entorno inmediato, y ahora sus pretensiones son globales: El Salvador es una  pequeña pieza de su ajedrez político, pero clave para el dominio de Centroamérica que es plataforma, para la triangulación de productos hacia los Estados Unidos.

El 80 % de nuestras exportaciones van hacia Estados Unidos, tenemos allá poco más de 2,5 millones de salvadoreños, en diferentes estatus migratorios y, el 20% del PIB, depende de las remesas y la estabilidad macroeconómica depende del dólar y, aun así, nuestro presente Gobierno, por razones nacidas en la Guerra Fría y en el pasado conflicto armado, prefiere a China continental.

A inicio de año, el Presidente de China continental Xi Jinping, afirmó su pretensión de unificar china, absorbiendo a Taiwán, lo que rompería el balance mundial en Asia, pues Taiwán, Japón, Corea del Sur y Filipinas, son claves para el equilibrio de poder que hoy en día, existe en la región.  China continental hizo este anuncio, en el momento más complicado de la política de Estados Unidos y cuando sostiene una guerra comercial con dicho país.

Algunos analistas estiman que el gran desarrollo económico de China continental, en los últimos veinte años, le ha habilitado como el gran prestamista mundial. China continental, es el acreedor principal de los EEUU, poseedora de 1.800 millones de dólares en bonos del Tesoro, percibiendo anualmente, casi 50.000 millones de dólares en concepto de intereses de dicha deuda, que China se apresura en invertir en África, con lo cual, son los EEUU los que financian, indirectamente, la expansión china en ese continente.  Razón por la cual, la primera medida de Estados Unidos es reducir su déficit comercial con China continental y, que no existan formas de triangulación de mercaderías hacia su país.

China continental ha insistido, en nuestro rompimiento de relaciones diplomáticas y comerciales con Taiwán, como parte de su estrategia para aislar ese país. Luego de la revolución de Mao Zedong y la evolución política de Taiwán, las identidades de la china han ido sobre caminos diferentes y, el concepto de “una sola china”, ha quedado como un pretexto político, por lo que nuestro gobierno, al romper con Taiwán, ha roto el principio de auto determinación de los pueblos y nos arrastra ahora a una lucha global, que no nos compete ni podemos ser actores, sino infelices peones o carne de cañón.