Publicación Acción

Es necesario expresar libremente el pensamiento político para el fortalecimiento de nuestro sistema democratico, republicano y representativo.



lunes, 19 de febrero de 2024

LO QUE SE VE

 

Por

Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra

Editor de PUBLICACIÓN ACCION 

 

El Tribunal Supremo Electoral ha dado por concluidas las dos elecciones del 4 de febrero. Dos Diputadas reelectas, solicitan la nulidad de las elecciones y que estas se repitan. Las dirigencias de tres partidos políticos se pronuncian por la nulidad y nueva elección, `por las irregularidades en el proceso eleccionario y, el conteo de votos en el escrutinio final. Sin que se vislumbre que el TSE, investigue o desee corregir sus deficiencias y favoritismo al oficialismo. A trece días de las próximas elecciones, se presentan dos hipótesis sobre la reacción popular, las que a continuación veremos.

 

La primera hipótesis, es que el fraude masivo, ha servido de catalizador en la oposición, agrupándose, para una mejor defensa del voto, dentro de los espacios que pueda dar el oficialismo. En la convicción, que es el control territorial, derivado de las municipalidades, que pueda frenar los cambios que se originarán en el oficialismo. Los pocos Diputados de oposición, no serán freno al oficialismo, en su afán de transformación, hacia una dictadura socialista y pro China.

 

La segunda hipótesis, es que los despliegues militares y policiales en el campo, disuadirán a la población a salir a votar, e impedirán que los partidos políticos de oposición, estructuren su defensa del voto. El pago tardío (iniciado hasta hoy) de JRV y lo pesado del trabajo en mesa (de más de 30 horas continuas) hará que muchas personas ya no asistan, conformándose las mesas, con personas menos calificadas. En consecuencia, habrá un mayor abstencionismo y una mayor deficiencia, que la observada en la elección del 4 de febrero.

 

Ya se rumora entre los diputados electos de Nuevas Ideas, que no asumirán como Diputados legislativos, sino como Diputados constituyentes, en donde se aprobara una nueva Constitución, sin procedimiento originados en la Constitución vigente. Generando una nueva Constitución, ya estructurada por Nuevas Ideas, según el proyecto de Félix Ulloa y a solicitud de Nayíb Bukele.

 

Se rumora, que el período Presidencial se alarga a seis años y el legislativo, a nueve años, equiparándolo con el período de los Magistrados de la Corte Suprema. Al respecto, aún no se menciona los períodos de los alcaldes y sus consejos municipales.

 

Sin importar cual hipótesis se cumpla, el oficialismo, carecerá de la legitimidad, propia de un Gobierno nacido del Estado de Derecho, bajando aún más la calificación del país. Períodos más largos, implica mayor presión social no liberada y, si se suman factores de insostenibilidad económica, sin un desahogo político que permita el debate interno, sólo quedará la emigración, lo cual, no es conveniente para el área. Este fenómeno ya lo hemos visto en Venezuela, durante sus crisis económicas más agudas.

 

El autoritarismo, al necesitar más liquidez para su sostenimiento, buscara las fuentes económicas no sujetas a  políticas democráticas: las que podrían provenir de cualquier país, amigo de China y contrario a la visión geopolítica de Estados Unidos y la UE.

 

Los grandes proyectos del Gobierno: Biblioteca, Estadio, ampliación de calles, son estructuras facilitadas por China y se espera que el aeropuerto y el tren del pacífico, sea financiado por dicha nación.

 

Todo parece indicar que las acciones políticas del oficialismo para consolidar su poder, van aparejadas con acercamiento al autoritarismo mundial, en busca reconocimiento. Dicho autoritarismo no permitirá el desarrollo sostenible basado en la libertad económica, pues se busca una economía dirigida. La regulación de la industria del Café, pronto se aplicará al azúcar y otras actividades.

 

Estamos dando un giro al socialismo autocrático, pro China.

sábado, 17 de febrero de 2024

TRIUNFÓ CON EL CAÑON DE UN ARMA

 


Por

Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra

Editor de PUBLICACIÓN ACCION http://publicacionaccion.blogspot.com


 

La Voz de los Estados Unidos, VOA, pone en duda el aplastante triunfo de Bukele y la BBC de Londres, lo reconoce, pero puntualizando que los derechos y garantías constitucionales, han desaparecido. Su triunfo, puede ser explicado, con la frase “que el poder político nace del cañón de un arma”, dicha por Mao Tse Tung en 1938, ante el Comité Central del PCCh.: situación que vale la pena explicar.

 

La BBC, señala la falta de Derechos en El Salvador y las violaciones a los Derechos Humanos: una oposición débil y fragmentada, explica el triunfo de Bukele. El reportaje, no aclara que, para la existencia de una oposición fuerte, es necesario la libertad de expresión, transparencia en el funcionamiento del Estado y, la libertad de asociación, generandose un debate sobre el funcionamiento del Estado y sus políticas públicas: cuatro condiciones que son antagónicas, con el Régimen de Excepción a lo que se debe, la debilidad de la oposición.

 

El régimen de fuerza, intimida, pero facilita las acciones gubernamentales que, de lo contrario, necesitarían un consenso social, pero ahora, ejecutándose verticalmente y sin contraloría o equilibrio de poderes, propio del Estado de Derecho, constituye un orden, que no se desobedece ni cuestiona, pues se expone a prisión, por un tiempo indeterminado, que puede llevar en su primera etapa: dos años. Razón por la que existe un temor a expresarse, sólo manifestándose en la apatía al sistema electoral.

 

Los beneficios a ciertos pandilleros y la necesidad de ocultar los acuerdos con las estructuras delincuenciales, que disminuyen sus acciones fuera de su esfera ilícita, ha dado una sensación de seguridad, lo cual es ilusoria, pues es imposible mantener indefinidamente una convivencia con el crimen organizado, sin que este, no tienda a expandirse o favorecer la corrupción, dentro del Gobierno y contra sus rivales, lo cual, es antagónico con una economía saludable o sustentable y de seguridad jurídica.

 

En tales condiciones, es fácil imponerse, si se controlan los medios de comunicación y las estructuras electorales, sin embargo, para evitar que se exponga el inevitable desgaste político, que es regla universal, hubo que manipularse el sistema electoral.

 

Manipulación que es más evidente, en la medida que pasan los días, pues para cubrir un error, se comete otro mayor, hasta llegar a la militarización del centro del escrutinio final. Esto ha tenido que hacerse, pues aparecen papeletas marcadas sin doblar, actas sin firma y ausencia de registros, negándose el TSE a abrir la urna cuestionada. Por lo que, al ser documentado por los presentes, para evitar una difusión masiva, se procede a la militarización.

 

Previo a estos últimos hechos, ya los Magistrados suplentes del TSE, mediante comunicado público, se desligaron de la actuación del TSE. Y ante la militarización, un Magistrado propietario, aclaró que el TSE, como organismo colegiado, no había pedido la intervención policial.

 

Actas fraudulentas y relleno de urnas, pierde importancia ante la militarización, que respalda a quienes apoyan el fraude. Las acciones del oficialismo, no se apoyan ya en la institucionalidad alineada con el autoritarismo, sino que se tiene que recurrir a la fuerza directa, ejecutada por la PNC y respaldada por la Fuerza Armada. Esta última acción, deja en claro que la fuerza de quien posee las armas, es quien tiene el poder político y no, quien se funda en el Derecho.

 

Este proceso, solo ha sido posible, porque la autoridad pública se apartó de los principios constitucionales y, la obediencia de la Fuerza Armada al poder civil, que la separó de su misión constitucional, para servir a una dictadura, justificándose así, las palabras de Mao.

martes, 13 de febrero de 2024

FRAUDE ESTRUCTURAL

 

Por

Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra

Editor de PUBLICACIÓN ACCION 

 

En las primeras elecciones de 2024, se ha cometido un fraude estructural, que es derivación de la corrupción estructural: explicaremos este fenómeno y, cómo sería posible romper sus efectos, sin afectar las elecciones venideras, pues de no corregirse los errores actuales, éstos se profundizaran en la segunda, perdiendo el próximo Gobierno, la legitimidad.

 

Las elecciones realizadas el 4 de febrero de 2024, tuvieron tales deficiencias, que ha sido imposible, poder determinar, con certeza jurídica, el resultado exacto de la voluntad soberana, según el Art. 83 Cn. Pues la pérdida de actas y la ruptura de la cadena de custodia de las urnas, lo hacen imposible.

 

Esta anomalía, ha sido substituida por ficciones jurídicas, basadas en un elemento, que sí pueda verificarse o contra otro,  que si es verificable: ejemplo, dar por válido un resultado con una sola copia de acta o, no abrir la urna, cuando no hay acta alguna o esta, adolece de falta de firmas.

 

Si vemos cada una de las anomalías, podría darse las nulidades de una urna específica, pero no, de la totalidad de las elecciones, según la normativa vigente en El Salvador, pues no es concebible, por la Ley, un fraude masivo, lo cual implicaría la participación de toda la institucionalidad relacionada con las elecciones. Esta situación, crea el primer elemento del fraude estructural.

 

El segundo elemento es la impunidad: si no funcionan los sistemas de contraloría y equilibrio de poderes, impiden que se pueda castigar y corregir los errores del proceso electoral, generándose impunidad, lo cual demuestra que no se vive en un sistema democrático o republicano. Este es el segundo elemento del fraude estructural.

 

El tercer elemento, es la captación ilegal e inmoral de fondos, pues el sistema impide que la deuda política sea entregada a los partidos políticos, para poder inmovilizar el sistema electoral. Su retención, solo es un medio de control y sometimiento para los partidos políticos, con el fin de manipular el sistema electoral, en favor del oficialismo.

 

En conclusión: no es posible saber con certeza absoluta, el resultado de las elecciones presidenciales y si el escrutinio de la votación para diputados, dará el resultado que verdaderamente votó el ciudadano. El retiro del escrutinio de partidos opositores, por la imposibilidad de realizar la debida verificación del proceso y la carta pública, de descarga de responsabilidad de los Magistrados suplentes del TSE, dejan en claro los puntos arriba expuestos.

 

En consecuencia, es necesario que una entidad investigue lo sucedido y que tome las medidas que la ley determine. Esta función, recae en la Fiscalía General de la República, pero al haber sido esta, parte esencial dentro de este proceso, su participación, omitiendo sus responsabilidades. la inhibe, por ello, sólo la actual Asamblea Legislativa, puede constituir dicha comisión, y las entidades internacionales ya invitadas para la verificación del proceso electoral, deben ser parte de este proceso.

 

 

 

Esta situación, hace trascender las elecciones del 4 de febrero, de un plano estrictamente jurídico a otro, de naturaleza política, pues ha sido alterado el orden jurídico en sus principios básicos: dar certeza de un orden, para la generación de la confianza pública, la cual al final, dará la legitimidad del Gobierno, en su actuar pasado y el futuro.

 

Hoy la certeza, es que se desconocen los verdaderos resultados electorales y se han resumido las votaciones a la proclamación de un Presidente. A esto hay que considerar que el TSE, ha declarado que hubo un 47.3% de abstención, lo cual no es posible saber, sin un escrutinio exhaustivo y verificable. Si restamos el voto en el extranjero, la votación nacional sería inferior al 50%.

martes, 6 de febrero de 2024

CAOS ELECTORAL GENERALIZADO

 

Por

Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra

Editor de PUBLICACIÓN ACCION 

 

Un proceso electoral que, para favorecer al oficialismo, inició con un caos controlado, ha degenerado en un caos incontrolado y, en la medida que el Tribunal Supremo Electoral, pretende controlar, se convierte en un caos mayor, hasta el punto en que puede considerarse la nulidad de las elecciones del 4 de febrero y, vislumbrar la imposibilidad de realizar las del 3 de marzo, por la destrucción  de la estructura electoral, por el caos actual.

 

Los cambios en el personal técnico, ordenado por el TSE, el día previo a las elecciones y la exclusión del personal opositor, de sus posiciones en mesa y como vigilante, causó que personas sin preparación, motivación ni experiencia, sirvieran en el proceso electoral, razón por la cual, el conteo en mesa, se realizó con dificultad. El cansancio y el agotamiento hizo que muchos abandonaran las mesas, aún sin terminar las actas o, transmitir por errores en el sistema. Si agregamos que muchas urnas con papeletas, fueron encontradas en poder de afiliados a Nuevas Ideas, sin el resguardo del TSE, nulifican las elecciones del 4 de febrero.

 

Las actas de las JRV, no están en manos de los partidos políticos, por la exclusión de su personal, en beneficio del oficialismo y si el TSE, exige que el partido político las presente para acreditar el pago a sus vigilantes, será imposible cumplir con dicha obligación que destruye la estructura de la defensa del voto, de los partidos opositores y es una burla del TSE, para con la estructura partidaria. La orden de realizar las actas a mano, se dio luego de la orden de no poder imprimir las actas y solo serian válidas si estas estaban impresas en el papel especial del TSE, que no estaba en poder de las JRV, por lo que muchas JRV, entendieron que bastaba la transmisión de datos. Las actas partidarias dan la seguridad del contenido de las urnas y si estas ya no están en poder del TSE, es imposible saber la veracidad de la elección.

 

Las cupulas partidarias opositoras, deben dar su opinión, en forma categórica: avalan este proceso electoral o, sostienen que las irregularidades han sobrepasado el promedio lógico, para poder determinar la imposibilidad de conocer la voluntad soberana del electorado y pedir, la nulidad de las elecciones del 4 de febrero.

 

Las elecciones del 4 de febrero dejaron en claro, la inutilidad, por dolo o negligencia del TSE de garantizar las elecciones libres y con ello, arrastró la capacidad partidaria de participar en dicho proceso, pues los vicios actuales del TSE, arrastrarán la organización de las elecciones del 3 de marzo.

 

Si a 48 horas de iniciado el proceso electoral, el TSE no sabe cómo ni donde realizará el escrutinio de las JRV, pues no tiene la totalidad de las urnas, que no están todas en su poder, ¿cómo podrá garantizar un proceso electoral? y es posible que se monten dos procesos electorales, sin un escrutinio del primero.

 

La única solución posible, es que las elecciones del 4 de marzo, sean repetidas, condicionando la participación partidaria, a la entrega de la deuda política, ya generada, sin condiciones y, la suspensión de las elecciones del 3 de marzo, hasta que sean realizadas las elecciones de presidente y diputados de forma legal y creíble, asegurando la libertad de expresión, mediante la suspensión del régimen de excepción durante dicho periodo electoral. De lo contrario, tendremos un mayor caos electoral, del que ya tenemos ahora.

 

Las elecciones son un proceso ciudadano, que se realiza mediante la participación del partido y en la que el Gobierno, sólo pone su estructura y facilita la participación ciudadana, no es un ente que pueda interferir en e proceso eleccionario, pues es el ejercicio del Art, 83 de la Constitución.

lunes, 5 de febrero de 2024

¿LEGITIMACIÓN DE UN FRAUDE?

 


Por

Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra

Editor de PUBLICACIÓN ACCION 

 

EL triunfo de Nayíb Bukele, autoproclamado, a altas horas de la noche, constituye la legitimación de un fraude, finamente elaborado: iniciado con la destrucción de la institucionalidad del Estado y finalizado, con la manipulación de las elecciones;: hace parecer estable y conforme a un país, pero revela un mayor peligro, pues rompe el principio de respeto a las minorías, el imperio de la Ley y la identificación del Bien Público, con los intereses de Nación. vislumbrándose un giro geopolítico hacia el autoritarismo, quebrando la tradicional tendencia del continente americano, hacia la democracia y su defensa de la integridad humana.

 

La destrucción del equilibrio de poderes, mediante el dominio de la Sala de lo Constitucional y del Fiscal General de la República, permitió fácilmente, el dominio del resto de la institucionalidad del Estado: si había ya control de la Hacienda pública y se podía pactar con las pandillas, en beneficio del crimen organizado. El régimen de excepción (suspensión de las garantías individuales y los derechos políticos), presentado como de interés común para la salvaguarda de la integridad física, permitió la apariencia de la posibilidad del ejercicio democrático, cuando esto no era posible, por lo antagónico de la situación, pues se dio el ejercicio de un derecho, sin poseerlo: trampa en la que incurrieron las cupulas opositoras.

 

El correr de candidatos opositores junto a la candidatura inconstitucional de Bukele, legitimó esta última. Y la manipulación realizada por el Tribunal Supremo Electoral, al realizar cambios de última hora, dejó a la oposición, fuera de la estructura temporal y de verificación del voto. Su último acto: no dar el papel de impresión para las actas partidarias o entregar aparatos defectuosos a las JRV para la transmisión de datos, fue la culminación de este proceso, pues se esperó a que no hubiese vigilantes opositores, para autorizar la elaboración manual de actas. Nunca se habían hecho actas a mano, sino en formulario impreso.

 

La no entrega de la deuda política, deja a los partidos opositores sin la posibilidad de contratar el aparato necesario para la defensa en la próxima elección, creando un resentimiento hacia los candidatos que solicitaron su colaboración. El partido está condicionado a dicho pago, al presentar las actas recolectadas por los vigilantes, pero si el mismo tribunal no las emite, este requisito impuesto a los partidos, es imposible de cumplir.

 

Los partidos opositores, no denunciaron convenientemente este fraude, ahora están en peligro las siguientes elecciones, pero la pregunta es ¿Qué riesgo hay en el triunfo de Bukele? Lo primero es un triunfalismo que permita imponer a la oposición, medidas coercitivas y se establezca una economía dirigida, en la cual los millonarios aliados suyos y el crimen organizado, puedan laborar a sus anchas, sin la posibilidad de un desarrollo sostenible y socialmente homogéneo.

 

Su relación con las pandillas y los carteles de droga, se profundizarán, siendo un polo de peligro para el resto de países democráticos, facilitando una dictadura de familia, como de los Somoza o como la que tienen hoy Nicaragua y Venezuela.

 

El Salvador, se decantará hacia los países autoritarios, precisamente en el momento en que la nueva Guerra Fría, se agudiza, por las pretensiones del expansionismo ruso y chino. De igual manera, se facilitará la penetración del islam, en detrimento de las Iglesias evangélicas y la Iglesia Católica, favoreciendo al final, el radicalismo Islámico que, en El Salvador, presenta peculiaridades únicas: mezcla de sunismo y chiismo.

 

Este proceso es para justificar la supresión de los derechos individuales y políticos, solicitando que se respete tal decisión, por lo cual se puede aplicar la coercibilidad a la disidencia fundada en la democracia.