Por
Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra
Editor de PUBLICACIÓNACCION
El Salvador, es país que inmerso en una insensible revolución,
que lo conduce hacia el anti occidentalismo, en el momento en que el mundo vive
una colisión geopolítica: occidentalismo vs. euroasianismo. De concretarse tal transición, quedarían en
calidad de apátridas nuestros ciudadanos en el exterior y los lazos
tradicionales de comercio y cultura, cortados de nuestras raíces.
El Salvador, es visto geopolíticamente, como una puerta de
Centroamérica y no, como país individual. Por esta razón, el interés y
colaboración europea, en la conformación del Parlamento Centroamericano. Ahora
Rusia pide que los parlamentarios salvadoreños: promuevan el ingreso de la Duma
(parlamento ruso) como observador en el PARLACEN. Ya China ha ingresado, y
según rumores, lo harán Irán y posiblemente la Autoridad Palestina, en
condición especial.
La familia Bukele utiliza recursos salvadoreños y de
aliados extranjeros, para lograr una penetración política y religiosa en Centroamérica,
dos vertientes que comienzan separadas pero que se decantan en una sola tendencia:
autoritarismo anti occidental
Inició con la contratación del jeque Abderramán Agdaou por
Nayíb Bukele (16/1/2018) como asistente técnico de la Gerencia de Cooperación
Externa y Relaciones Exteriores de la alcaldía de San Salvador. Durante el
2021, socios de la familia Bukele y de Ernesto Castro, iniciaron en Guatemala, la
recolección de firmas para formar Nuevas Ideas, potenciando la promoción del
islamismo en los altos de Guatemala y la zona atlántica. La penetración
política inicial, se detuvo, pero prospero la difusión del islam. La
administración turca de los puertos en ambos países, fue bajo este esquema
geopolítico.
Desde noviembre de 2020, se ha publicado que contenedores del
Gobierno salvadoreño han ingresado a Honduras, como ayuda partidaria a Nuevas
Ideas Honduras, que luego de no resultar dicha estrategia, se ha rumorado la
ayuda económica a muchos políticos hondureños, para favorecer el ascenso
político de Nuevas Ideas en Honduras, que facilitaría la penetración islámica,
como es ya en El Salvador y Guatemala.
La penetración se realiza ahora en Costa Rica y como
muestra de ello, se levanta la objeción tica sobre el ingreso de Rusia como
observador en el PARLACEN. Esta penetración se logra mediante la conformación
de Nuevas Ideas Costa Rica, con personas relacionadas con la familia Bukele y
muy probablemente, con socios comerciales de funcionarios salvadoreños con
costarricenses. El autoritarismo que promueve Nuevas Ideas, choca con el ser
democrático de Costa Rica.
El Salvador, poco a poco tiene mas relaciones con China
continental y afinidad con las políticas rusas: considerando que el dólar
norteamericano, es forma de dominio occidental, el cual debe de ser substituido
por la hegemonía del BRICS ampliado. En San Petersburgo, propusimos el cambio del
dólar por moneda digital, controlada por los BRICS. Tampoco nos hemos
pronunciado en contra de la invasión rusa a Ucrania y al aceptar a China
continental y rechazar a Taiwán, apoyamos la reunificación que pretende hoy
China continental.
Votamos por la resolución en Naciones Unidas, favorable a
la libertad sobre el uso del hiyab en las mujeres, mientras Rusia y China
votaron en contra. Lo cual indica que El Salvador, no quiere romper con el
occidentalismo, hasta no estar seguro que Estados Unidos, no se oponga
completamente a la hegemonía ruso-chino en Centroamérica. El Comando Sur de los
Estados Unidos, ha dado la alerta sobre esta amenaza y no se sabe la posición
que adoptara la administración Trump.
El documento intitulado: “El islam radical en Latinoamérica
y el Caribe, Implicaciones para la Seguridad Nacional de EUA” del Dr. Evan
Ellis, seguramente será tomado en cuenta y se sumara a las políticas anti
inmigrantes.
El giro que esta dando El Salvador, nos aleja de los países
occidentales y con ello, de nuestra diáspora e intereses económicos nacionales,
dependientes del comercio con occidente.