Publicación Acción

Es necesario expresar libremente el pensamiento político para el fortalecimiento de nuestro sistema democratico, republicano y representativo.



jueves, 31 de octubre de 2024

DETERIORO DEL GOBIERNO

 

Por     

Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra

Editor de PUBLICACIÓNACCION 

 

El Gobierno salvadoreño debe su estabilidad a dos pilares: La Fuerza Armada y el Régimen de Excepción. La legitimidad, derivada de un proceso electoral libre, no reviste al segundo gobierno de Nayíb Bukele, y su gobernanza, depende de acuerdos políticos frágiles, por estar construidos a fuerza de corrupción y autoritarismo.

 

La gobernabilidad, como capacidad de ejercer el poder público en un estado de equilibrio, para la solución de las demandas sociales y la capacidad de atenderlas de forma eficaz, estable y legítima, no existe; pues las acciones del Gobierno van encaminadas a satisfacer sus intereses y, la gestión pública, consiste en satisfacer emociones o sentimientos, no relacionados con el interés público o bien común.

 

La marcha de protesta del pasado 19 de octubre, fue objeto de sabotaje: grandes controles policiales en la periferia de San Salvador, desinformación e intento de fraccionar a los gremios convocantes. Por último, más de un centenar de personas fueron despedidas por expresar pacificante su disconformidad y algunas han sido encarceladas.

 

Es imposible ocultar el descontento social provocado por la crisis económica en que vive el ciudadano. La clase media, como motor de la economía y epicentro de la sociedad, ha desaparecido. Las varias encuestas, reflejan una pobreza en aumento, que se encuentra entre el 64% y el 70% de la población.

 

Las medidas económicas del Gobierno y la economía subterránea del crimen organizado, ha creado una distorsión en las finanzas nacionales, pues aumenta la pobreza del nacional, disminuyendo su capacidad adquisitiva, pero ingresa liquidez al sistema financiero, que crea una inflación de precios, que separa a la sociedad y oprime al que opera bajo estándares lícitos.

 

Desde el 2020, periodistas y  juristas, citan en relación con nuestra realidad, el Protocolo de Estambul: Manual de las Naciones Unidas para la Investigación y Documentación eficaz de la tortura y otros tratos o penas crueles. Su mención es en relación con los tratos a los reos en El Salvador, basandose en las mismas fotografías y descripciones publicadas por el Gobierno.

 

El Protocolo de Estambul, no es vinculante directamente, pues su aplicación se deriva de otros tratados sobre Derechos Humanos, y se refiere a parámetros medio-legistas, para determinar si se comete tortura. Dicho Protocolo, fue enviado el 24 de mayo de 2018 a la Asamblea Legislativa pues El Salvador es signatario de los diferentes Protocolos de Ginebra y del Estatuto de Roma, por lo que el respeto a la dignidad humana, en las formas protegidas por el Estatuto de Estambul, son aplicables.

 

Las varias investigaciones señalan como tortura las condiciones en que se encuentran los más de 90,000 reos bajo el Régimen de Excepción. Limitados en medicinas, agua, alimentación, tortura física y sin derechos procesales efectivos. Todo el sistema carcelario, ha sido diseñado para infundir miedo y disuadir el descenso político o social.

 

Por estas razones, el Gobierno, solo es mantenido por el Régimen de Excepción y las acciones de control ciudadano, aplicadas por la Fuerza Armada. Para darle mayor eficiencia al control social, se planea la fusión de la Seguridad Pública con la defensa de la soberanía nacional, cambiando los principios de gobernanza y gobernabilidad.

 

La tensión social acumulada no llega a un punto de ruptura, gracias a la emigración y a las remesas que sostienen nuestra economía, pero al deteriorarse las condiciones económicas del país y cerrarse los espacios políticos (prohibición de movimientos, organizaciones sociales o la libertad de culto, en cualquier forma), se estará llegando a un punto de ruptura.

 

Los cambios revolucionarios en El Salvador excluyen al ciudadano, en beneficio de extranjeros y de estructuras de corrupción, que no persiguen el ser del salvadoreño.

martes, 17 de septiembre de 2024

“MAVI VATAM” Y EL SALVADOR

 

Por     

Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra

Editor de PUBLICACIÓNACCION 

 

La concesión de los puertos salvadoreños, a una empresa turca, debe de analizarse a la luz de los principios geopolíticos de Turquía, independientemente de su fuente financiera y su relación con grupos terroristas. También debe analizarse tal concesión, con el control que ejerce dicha compañía sobre puerto Quetzal, en Guatemala y en otros siete países.

 

“Mavi Vatam” o doctrina “Patria Azul”, es la doctrina geopolítica turca, creada por el almirante Cem Gurdeniz, expuesta el 2006, que busca asegurar la satisfacción de las necesidades geopolíticas, que giran en derredor de la energía y abastecimiento de bienes necesarios, y la exportación de los propios. Turquía busca ser el eje entre Occidente y Oriente. Gurdeniz, en su obra “Escritos de la Patria Azul”, considera que el poder naval chino es imposible de detener y que el poder naval norteamericano, va en descenso.

 

Para lograr los objetivos turcos, se plantea dos esferas de control: la primera, un área de seguridad y control directo en los mares que le rodean: Mediterráneo, Egeo y Mar Negro. Y la segunda, de carácter estratégico, que se extiende a los Mares Rojo, Caspio, Arábigo y Golfo Pérsico.

 

La doctrina “Patria Azul”, es coincidente con las necesidades geopolíticas del Imperio Otomano, abolido el 1 de noviembre de 1922. Las expansiones de China y Rusia en América, buscan establecer pasos alternativos al Canal de Panamá, lo que obliga a extender la visión estratégica de Turquía. El poder terrestre del Imperio Otomano (1299-1922) se basó desde 1453, en su poder naval y el control sobre los mares circundantes. Su desmoronamiento inicia con la pérdida del control de los mares, durante el siglo XIX; lo que permitió la expansión europea, y su debilidad en el Cáucaso, frente a la expansión rusa.

 

Durante la crisis de los misiles en Cuba en 1962, aprende Turquía que, para garantizar su área de seguridad, debe de poseer puntos estratégicos fuera del mismo, a modo de intercambio o de extensión de su área de influencia. La crisis desescaló, a cambio de los misiles norteamericanos desplegados en Turquía. La actual Guerra Fría, obliga a tener intereses globales para mantener sus esferas de influencia; en ese sentido tenemos que ver la concesión de nuestros puertos.

 

 

Turquía pacto con el Gobierno Acuerdo Nacional, facción Libia, reconocida por la ONU, para que  ejercer el control sobre su mar territorial, lo que implica una pieza mas en su visión geo estratégica. La Convención de Montreux, que garantiza el libre pazo internacional por el Bósforo y le concede a Turquía cerrarlo, sólo a las partes en conflicto, es vista como una afrenta a los derechos históricos turcos.

 

 

La familia Bukele ha mantenido relaciones políticas con grupos islámicos radicales, también con intereses anti occidentales. Nayíb Bukele, fue recibido por el Gobierno Turco como “uno de los nuestros”, en referencia a su ascendencia palestina, perteneciente al antiguo Imperio Otomano, razón por la que se colocó una estatua de Armando Bukele (pagada por El Salvador) en la Universidad de Ankara, por su contribución a la difusión de la cultura Palestina (Otomana) en el mundo.

 

Las relaciones diplomáticas de El Salvador con Turquía y el Oriente Medio, están en manos de la familia Bukele, al igual que la difusión musulmana en Centroamérica. Por lo que no es de extrañar, que ya seamos parte del ajedrez geopolítico mundial, del lado de los BRICS, contra Occidente y por esta razón, se ha declarado bajo reserva el TLC y los acuerdos marítimos con China continental, se ha ocultado los acuerdos en San Petersburgo, se mantenga en reserva los acuerdos con Turquía.

 

Cada vez más perdemos nuestra independencia y soberanía.