Publicación Acción

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martes, 19 de octubre de 2010

Publicación Acción N° 7

PUBLICACIÓN ACCIÓN N° 7 19/octubre/2010
PRIMERA PLANA: MIEDO… ¿Real o ficticio?
EDITORIAL.  El FMLN debe de dejar sus fantasías y aceptar la verdad: Son Gobierno
COLUMNAS

1)    El Marxismo – leninismo es impracticable. Gregory Malenkov.
2)    Matinés y Julio Cesar Sandino



MIEDO hay¿pero el peligro es real o ficticio?

Una breve interrogación  del Coordinador General del FMLN, Medardo González:
“¿Están dispuestos a defender al gobierno de Mauricio Funes y del FMLN si se presentara una amenaza de golpe de Estado?”
Esta fue hecha en  la inauguración de la Escuela Shafik Handal, institución  para la formación de cuadros del FMLN, ha sido suficiente para crear  total alarma en todos los sectores que fueron golpeados  por sus acciones militares hace más de dos décadas. Y si a esta interrogación  agregamos las declaraciones brindadas  a Contrapunto, en la cual manifestó la intención de su partido, de disolver  la Fuerza Armada, estas  últimas declaraciones  fueron desmentidas muy pronto pero, Tomás Andreu de Contrapunto, aclaró ante un importante programa de opinión, por medio de un mensaje electrónico “que tenían el audio con las declaraciones”, y esta es razón, para tomarlas en consideración en las valoraciones siguientes.
Las declaraciones de Medardo González reviven temores, tanto en el FMLN como en el Ejército y en todos aquellos sectores que no comparten sus ideas. No quiero mencionar sólo a la derecha, porque sus implicaciones, van mucho más allá de los intereses de los partidos opositores y de la empresa privada: van hacia todos los votantes que se manifestaron contra sus candidatos en las urnas electorales. Y son poco más de un millón de ciudadanos. A todos, de derecha y de izquierda sus palabras infundieron temor.
Respondamos  a las tres preguntas siguientes: ¿cómo se desarrollaron los movimientos insurreccionales en Centroamérica, en los últimos 40 años y cuál ha sido su tendencia?; ¿Cuáles son los elementos necesarios para un golpe de Estado?; ¿Cuál es el pensamiento verdadero del FMLN? Dando respuesta a estas  preguntas, podremos saber con claridad si nuestros temores son infundados o no y, hasta qué punto debemos temerlo.
Las insurgencias centroamericanas fueron producto de la Guerra Fría: Se disputaban cual en un tablero de ajedrez los diferentes países, según fuese su importancia geopolítica y, nuestro territorio centroamericano, era clave en esta contienda para Estados Unidos. Éramos “su patio trasero”, y al igual que sucedió con la crisis de los misiles en Cuba, se convirtió nuestro territorio en el escenario de cruentas disputas; los ánimos y las ideas no eran del todo nuestras, pero no podríamos haber tenido tantos años de guerra, sin el apoyo diplomático, logístico y militar de Estados Unidos, La Unión Soviética y China. No incluyo a Cuba, pues no era más que un puente y una pequeña pieza como la que representábamos nosotros   también en este sangriento juego. 
Al ver la insostenibilidad de esta lucha, y ya con los tratados SALT corriendo, Mijail Gorbachev implementó la Perestroika, y en consecuencia de ésta, había que desmontar la guerra en Centroamérica. Con la anuencia soviética, el Departamento de Estado nombró al Ex Presidente Carter, quien junto con el Secretario General de las Naciones Unidas Joao Baena Suarez inicio el desmontaje de todos los aparatos militares centroamericanos; los que se habían hecho muy complejos e interdependientes: así se  formaron tres insurgencias (las cuales a su vez conformaban diferentes tendencias ideológicas) y como era natural hubo también tres ejércitos  regulares en campaña y uno más, en operaciones de contención y logística, que si bien no representaban operaciones militares activas, sí denotaban un alto grado de operatividad, cual era el caso del ejército Hondureño. .
Cada caso  ofreció sus peculiaridades  y obligó a  que se adaptase un plan específico para cada conflicto.  Pero la orden fue general y clara: Cese de operaciones, desmovilización y la integración a procesos políticos.
La lucha armada comienzó en Nicaragua a principios de los 50´s, pero no pasó de meras guerrillas que fueron contenidas fácilmente por la Guardia somocista, pero que mantuvieron viva la llama de la revolución. Ésta, la revolución se inició como un rechazo contra la dictadura Somoza, quien  gozo del apoyo de Estados Unidos durante casi cuarenta años. La insurgencia en su contra, se mantuvo latente hasta que encontró un clima propicio para  crecer con la anuencia también de los   Estados Unidos y el apoyo soviético a través de Cuba,  Venezuela y por último, Costa Rica, que  prestaba su suelo para la logística necesaria. Después de la caída de Somoza, surgió un movimiento de resistencia contra el Frente Sandinista, por lo cual se  le llamó movimiento contrarrevolucionario, o simplemente: Contra. Es de hacer notar que este movimiento, no hubiese sido posible sin la colaboración inicial del Ejercito Argentino que, reorganizó a las unidades de la Guardia en la frontera Honduro-Nicaragüense al mando del Teniente Coronel Enrique Bermúdez. Ya entonces existía una resistencia de los indios Misurasata, Kisan y Yatama primero contra el Ejercito somocista, y luego, contra el sandinismo, pero esta participación  fue sin relevancia militar, y ellos fueron abastecidos por las otras facciones, pero movimiento fue irrelevante. El Norte fue alentado y abastecido por  el Ejercito Argentino como una extensión de la Operación Cóndor, destinada a exterminar las insurgencias en el cono sur. Pues Nicaragua era una plataforma mucho más expedita para la infiltración de Suramérica: era una base continental con características muy favorables para el entrenamiento de grupos terroristas europeos (ETA, IRA, BRIGADAS ROJAS) así como a para los palestinos, además daba bases a los distintos movimientos insurgentes del área. Posteriormente, Estados Unidos da el abastecimiento  total. Es de hacer notar que la organización francesa Médicos sin Fronteras, ayudaron tanto a la Contra Nicaragüense como al FMLN. La participación de éstos en Guatemala a favor de la guerrilla, no ha sido confirmada.
En el Sur de Nicaragua, juntan sus fuerzas Edén Pastora y Fernando Chamorro (El Negro), ellos representan a los Terceristas (anti somocistas no comunistas).  Esta posición política es muy interesante y útil para poder entender la lucha interna del FMLN y su relación con Mauricio Funes.
El caso Iran-Contras (1988), fue el detonante que propició el fin de los conflictos centroamericanos. Al exponer públicamente a la opinión norteamericana las maniobras de la CIA para llevar piezas de repuesto, armamento y ayuda a Irán en su guerra contra Irak (a la que también le daban ayuda el Departamento de Estado,  mientras que Irán retenía como rehenes a los ocupantes de su embajada en Teherán). Y su relación con el tráfico de droga hacia los Estados Unidos, propició el retiro de toda ayuda a la Contra. Este hecho fue una realidad que golpeó políticamente a muchos norteamericanos y amenazó en convertirse en un nuevo Water Gate. El escándalo demostró la injerencia de los EE.UU. en la guerra de  Nicaragua, que motivó la resolución del Tribunal Internacional de La Haya, el que condenó a los Estados Unidos a indemnizar a Nicaragua con 17,000 millones de dólares.
Todos estos  elementos combinados y aunados a los conflictos internos de la Contra, hicieron que ésta, no pudiera resistir por mucho tiempo su lucha armada.  Ese mismo año, fue lanzada por el Ejercito Popular Sandinista (EPS) la ofensiva Danto 88, hacia el departamento de Jinotega, empujando a los contras a territorio hondureño, pero no lograron destruirla y, las presiones de la Organización de Estados Americanos (OEA) obligaron al gobierno de Daniel Ortega   a la convocatoria de  21 partidos políticos a un diálogo nacional, en agosto de 1989, y resultado de este dialogo forzado, fueron los acuerdos de Managua, que contemplaban la celebración de un proceso electoral democrático y, la desmovilización de la Contra. Poco después, los cinco presidentes centroamericanos, firmaron los acuerdos de Esquipulas V, en Guatemala, creando la Comisión Internacional de Apoyo y Verificación CIAV, para supervisar el desarme de los alzados en armas.
En llegando a este punto, fué cuestión de tiempo la desmovilización y acuerdos de paz entre el Ejercito de El Salvador y el FMLN, por ello, el 10 de octubre  de ese mimo año, el FMLN lanzó su ofensiva final “Hasta el tope”, pero no logró tomar el poder por esa vía, aunque sí estuvieron muy cerca de poder hacerlo. Y lo cual convenció a las cúpulas empresariales salvadoreñas y al mismo ejército, para  entrar en una fase de diálogo efectivo, que  culminó en 1992.
Por otra parte la lucha armada se inició en Guatemala el 13 de noviembre de 1960 tras un fallido levantamiento de militares leales a Jacobo Arbenz, ya derrocado por un golpe de Estado en 1954. En 1962, se fundaron las Fuerzas Armadas Rebeldes (FAR), una coalición de movimientos rebeldes que incluía a oficiales disidentes del Ejército y, a estudiantes y activistas políticos de la izquierda. Las FAR adoptaron la teoría del foquismo del Che Guevara y empezaron a construir su base social en las comunidades campesinas, no indígenas del oriente del país. Después de 1966, el ejército guatemalteco, asesorado por militares norteamericanos, lanzó su primera campaña contrainsurgente contra las FAR, que causo unos 8.000 muertos, la mayoría de ellos civiles. Sin embargo, la guerrilla sobrevivió a esta primera derrota y se formaron nuevas organizaciones. En los años setenta, se hizo pública la existencia del Ejército Guerrillero de los Pobres (EGP) y la Organización del Pueblo en Armas (ORPA). El EGP,  grupo más numeroso, tuvo su base de apoyo en Huehuetenango. La presencia de la ORPA se centró en el occidente del país, especialmente en San Marcos y alrededor del lago de Atitlán. Mientras tanto, las FAR se habían reestructurado y establecieron su base de apoyo en El Petén.


Una Comisión Nacional de Reconciliación, inspirada en el marco de los acuerdos de Esquipulas y coordinada por la iglesia católica, dio un espacio a la oposición cívica, no armada para plantear sus demandas. En 1993  ya habíase consolidado una posición en las negociaciones cada vez más independiente de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG). La oposición cívica, ayudó a determinar la agenda para una paz negociada y su representante, Monseñor Rodolfo Quezada Toruño, se convirtió en el conciliador oficial en las conversaciones entre el Gobierno de Guatemala y la URNG.
Melida Anaya Montes, líder histórica del FMLN, asesinada en una casa de seguridad del FMLN en Managua, por pugnas internas dentro de su movimiento Guerrillero

La comunidad internacional, el Gobierno guatemalteco y la URNG favorecieron un fin negociado al conflicto. Después del fracasado autogolpe de Jorge Serrano Elías se fortaleció la Comisión Gubernamental para la Paz (COPAZ), y en noviembre de 1994 llegó la Misión de las Naciones Unidas para Guatemala (MINUGUA) con la finalidad de evitar los abusos a los derechos humanos y la implementación de los acuerdos de paz.
 La ONU jugó un papel clave en el fin de las negociaciones a través de su moderador especial, Jean Arnault. En enero de 1996, fue electo Álvaro Arzú  a la presidencia de la República y el espacio que dio al sector privado en su Gobierno cimentó el compromiso de dicho sector con el proceso de paz. Ya para finales de 1996 se logró un cese al fuego definitivo y un acuerdo general.


Podemos resumir estos procesos armados de la siguiente manera: Las condiciones de un alzamiento son internas, pero jamás podrían alcanzar una dimensión internacional sin la colaboración de otras partes interesadas en dicho proceso, además, los mismos actores intervinieron para favorecer los acuerdos de paz en los diferentes países centroamericanos, pero siempre dejando un espacio político para un desahogo de aspiraciones nacionales, y son los pueblos los que deciden en los procesos eleccionarios en quien delegarán su soberanía. Sin embargo, aunque las ideas sigan en algunos casos siendo radicales  (tendientes al dominio absoluto de su oponente por medio de la lucha armada), se ven obligados a una conducta moderada, pues de salirse de ese marco, perderían su legitimidad y la presión internacional les sería negativa.
Para terminar de contestar esta pregunta hay que mencionar que tanto el FMLN y FSLN son entidades que han nacido, crecido y desarrollado dentro de un marco armado  y mientras sus dirigentes sean los mismos, estaremos expuestos a sus arengas de guerra, pero sin llegar a romper el orden Constitucional en sus respectivos Estados. El Sandinismo ya sufrió una derrota frente a la derecha en 1989, pero retomó el poder por la vía del voto. Por el otro lado, la derecha salvadoreña, pudo mantener a distancia del ejecutivo al FMLN por diecisiete años, pero ahora la derecha es oposición y el FMLN es Gobierno. Seguro es que este juego de poder podrá mantenerse por diez o quince años  más, en los que las respectivas cúpulas son substituidas o se forman otras entidades políticas.  Quizá un ejemplo puro del proceso de paz centroamericano, lo tenemos en Edén Pastora. Pastora inicia su lucha revolucionaria a principio de los 50´s como un antisomosista, motivado por represión de la Guardia, y después sustentó una doctrina política.  Su paso por la Contra y posterior desmovilización e incorporación a la vida política y su salida de la misma, por no haber encontrado apoyo político en el votante. Lo cual prueba que Pastora se retiró después de recorrer las diferentes etapas del proceso revolucionario.
Para probar la teoría de que no hay apoyo a una guerra; haré referencia a la desmovilización de Edén Pastora, quien reconociendo la imposibilidad de continuar con su lucha por falta de recursos, planteó su desmovilización, juntamente  con aquellos terceristas que se habían iniciado en la guerra contra Somoza. Por el contrario Fernando Chamorro (El Negro) dice: “El diálogo no esta en mi diccionario”, y continúa un tiempo más en la lucha pero, pero al final él también  se desmovilizo.
Desde 1996 las armas han callado en Centroamérica.
Si este relato hay dudas sobre la posibilidad de acciones armadas en Centroamérica, analicemos brevemente al Frente Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) liderado por Rafael Sebastián Guillen (sub comandante Marcos), luego de tomar el poblado de San Bartolomé de las Casas en 1994, no logró despertar el sentimiento revolucionario mexicano, por el contrario, luego de varios ofrecimientos de inclusión a la vida política democrática, ha quedo reducida su existencia a pequeños grupos en los lugares más apartados de Chiapas. Su movimiento se ha vuelto tan insignificante que según fuentes independientes mexicanas, los Zapatistas subsisten gracias a la indiferencia del Gobierno Mexicano (pues su mayor preocupación es el narcotráfico) y, a las donaciones del los turistas; lo que es en verdad patético, para un movimiento insurreccional de corte marxista.

Cuando decimos: “Golpe de Estado en Centroamérica”, se nos vienen a la memoria los acontecimientos recientes en Honduras. Aunque muchos le hayan llamado un Golpe de Estado, por la intervención del Ejército, es una deposición, pues no alteró más que al ejecutivo, y por más esfuerzos que hizo la comunidad internacional para colocar a Zelaya en el poder, se vieron frustradas por el nuevo Gobierno hondureño, sin que se llegara al uso de las armas (entiéndase en operaciones militares activas, frente a una insurgencia).
Zelaya forzó la constitucionalidad de Honduras, y rebasó los límites de tolerancia, por lo que su ejército, brazo armado del pueblo, impuso el orden nuevamente, pero a un costo muy elevado: un grave deterioro de la economía hondureña,  que obligó a una batalla internacional intensa, propiciando gran tensión diplomática, la cual creó que todos los países estuviesen alertas para evitar su repetición. El apoyo que Zelaya recibió del  FSLN en su frontera con Honduras, más el apoyo de Hugo Chávez, fueron insuficientes para lograr un levantamiento en armas contra el Gobierno de Michelletti. El doble juego de El Salvador en este conflicto, es revelador de las intenciones futuras: a favor del retorno de Zelaya pero sin propiciar la lucha armada, la cual posiblemente, era alentada por algunos de pensamiento radical en el FMLN. El traslado de Zelaya desde el Aeropuerto de Comalapa hacia la embajada de Brasil en Tegucigalpa fue de evidente colaboración.
Sobre el caso de Zelaya, Joaquín Villalobos escribió en El País: “Este golpe no es igual que los del pasado, ahora los militares no fueron el actor central, sino el instrumento de un conflicto entre los tres poderes del Estado, no hay que confundir la forma con el contenido”, y posteriormente agrega que no cree se vaya a alterar el sistema democrático hondureño.
El caso de Rafael Correa en Ecuador, sí es de importancia, no por su efecto, ya que no era golpista, sino  una asonada, pero que tuvo  sus orígenes en promesas laborales no cumplidas, y que luego fueron aceptadas por el Presidente Correa. La importancia que tiene, es en cuanto al continuo ofrecimiento de prestaciones laborales a los empleados públicos, para obtener su apoyo, y luego desconocerlos. Estas promesas sí pueden desestabilizar a un gobierno pero no deponerlo.
El FMLN esta conformado por dos agrupaciones: el PC y las FPL, organizaciones que se mantienen desde la época del conflicto armado. Por lo que teniendo los mismos dirigentes, su actuación y modo de pensar, siempre es el mismo. Más aún, cuando se está pronto a la elección de la Comisión Política de dicho partido, quienes al parecer conservarán sus cargos, siempre a favor del PC (partido comunista) por lo que es natural que toda arenga, vaya en ese sentido, por esta razón no es de extrañar que suenen tambores de guerra, con sus retoricas sobre la contrarrevolución, anti imperialismo, disolución del ejercito etc.
Sin embargo, analicemos un poco más el contexto. La derrota electoral del Chavismo, el levantamiento de la policía  Ecuatoriana, el desafuero de Piedad Córdova, por su relación con las FARC, y la muerte de, el Mono Jojoy, presentan un cuadro no muy halagüeño para quienes tienen pensamiento de izquierda radical, y que han pasado gran parte de su carrera política en la guerrilla. Y siendo El Salvador el anfitrión de la izquierda latinoamericano, presentan un estado colectivo de ánimo exaltado y pleno de nostalgia.

La tendencia actual en América Latina es que la izquierda vaya perdiendo terreno poco a poco. Como un péndulo que se balancea de un extremo a otro del espectro político. Dicho péndulo llego al punto más  favorable a la izquierda en la época Carter, pues que en  dicho período más de treinta países pasaron de ser “amigos” de los Estados Unidos en el contexto de la Guerra Fría a “amigos” de la Unión Soviética y China. Lo cual permitió la caída de Somoza en Nicaragua, contando con la colaboración norteamericana por medio de gestiones diplomáticas, y fondos que eran llevados desde Costa Rica. También, el regreso de José Napoleón Duarte a nuestro  país, desde su exilio en Venezuela. También,  con la anuencia del Gobierno Carter se implementaron las Reformas Agraria y Bancaria; con el propósito de “quitar bandera al comunismo”. Años dorados fueron para la izquierda, no solo centroamericana, sino  también latinoamericana.
Sin embargo, el modelo socialista en Latinoamérica es hoy insostenible a un largo plazo: cada vez existe un rechazo mayor a la toma del poder por medio de la “revolución armada”.
El rechazo a la izquierda no solo es ideológico, lo es también a su método de operación tradicional: la guerrilla. Prueba es que en los últimos años, no se había celebrado tanto una acción militar, como se ha hecho recientemente con la operación militar contra  los mandos de las FARC, y que dio como resultado la muerte del Mono Jojoy.
También, una sólida izquierda, la Chilena, fue derrotada electoralmente, y posiblemente, Lula tenga que entregar el gobierno a la oposición.
El   poder irrestricto basado en la fuerza de su fusil, y el fanatismo político, hacen que los dirigentes históricos del FMLN vivan una constante nostalgia y a la vez,  inquietud. ¿Cuándo nos darán golpe de Estado? Esa psicosis de guerra o de la posibilidad de las purgas constantes de las épocas pasadas, no es fácil de olvidar: Roque Dalton, Cayetano Carpio y  Melida Anaya Montes, sólo por mencionar algunos, y no todos los miles de “camaradas” de menor rango que fueron purgados durante el conflicto armado, para mantener la disciplina interna y la preeminencia de determinadas tendencias ideológicas.
El futuro centroamericano, y por consiguiente  El Salvadoreño, es hacia las luchas políticas, feroces si se quiere, pero cuya disputa siempre se dará en las urnas y en los Tribunales Electorales.
Nosotros los salvadoreños, tenemos dos válvulas de seguridad para mantener nuestro sistema democrático: una de escape y la otra de contención. La primera, es la libertad de expresión y la segunda es el Ejército, que siendo fiel a su doctrina después de los   Acuerdos de Paz, es totalmente obediente al poder civil, o sea al elegido democráticamente.
Sin embargo, aquellos  de pensamiento radical de izquierda, ven en Mauricio Funes a una persona no salida de su seno, sino que contribuyó al triunfo del FMLN, y que después de un año de gobierno, no ha podido concretar las aspiraciones políticas de estos grupos, lo cual le han motivando a dar declaraciones en este sentido: “las promesas de campaña son unas y otras, las que implementamos en el gobierno”. Haciendo una clara alusión a que no es lo mismo prometer en campaña y luego cumplir, con peligro de llegar a la ingobernabilidad.

El espacio de maniobra de Funes es en verdad muy estrecho: su triunfo por poco más de ochenta mil votos y la conformación de la Asamblea Legislativa, le dan poco margen para cumplir con las reformas que la izquierda esperan que se hagan, lo cual le obliga a implementar programas sociales para satisfacer al FMLN, pero que sin una reforma tributaria radical, será imposible de realizar.

 La derecha aglutinada en la empresa privada, le dará una batalla política muy dura, lo que en un momento dado, de no lograr el Gobierno sus pretensiones, puede desestabilizar al país, debido a la presión de los grupos de izquierda hacia Mauricio Funes. Es posible que veamos manifestaciones de calle y paros en el sector público, pero no es probable  que se pase a mayores acciones por que las fuerzas internacionales no son favorables hacia una situación de guerra.

EDITORIAL
EL FMLN DEBE DE ABANDONAR SUS FANTASIAS Y ACEPTAR LA VERDAD: SON GOBIERNO
La afirmación con que encabezamos este editorial, parece absurda, pero realmente no lo es: el FMLN aún no esta consciente  que pese a sus diferencias con Mauricio Funes, SON GOBIERNO, y lo que dicen sus dirigentes, ya sea que formen parte formal del Gobierno o no: son el partido que ha ganado el mandato popular. Quisieran  revivir la época en que eran oposición, lo cual es la posición mas cómoda y electrizante en la política, solo hay que criticar y oponerse, con un desgaste político ínfimo. Ahora ofrecen su   apoyo a Mauricio Funes, con si no fuesen ellos parte integrante de su gobierno. Es su Presidente.
Hace unos meses en declaraciones públicas uno de sus dirigentes dijo: estamos contemplando la posibilidad de convertirnos en oposición. Desde un punto de vista formal, tal intención  no tiene sentido,  y  es como negarle su apoyo a quien propusieron al pueblo salvadoreño como su candidato presidencial. Todo esto más bien parece una maniobra política para forzar al presidente a cumplir con sus   planteamientos ideológicos marxistas. O dejarlo sólo, para que asuma el costo político del no cumplimiento con sus ofertas de campaña, de cara al simpatizante del FMLN.  Sin embargo, es necesario que se llegue a estabilizar esta relación, en gracia de la gobernabilidad del Estado. Sus arengas de épocas pasadas, llevan intranquilidad al ánimo salvadoreño, y es necesario que exista tal paz para poder crecer en desarrollo. Y si han llegaron hasta que su candidato fuese electo Presidente, es porque de alguna manera el pueblo salvadoreño lo prefirió al candidato de ARENA. Hoy, tienen que responder con seriedad y responsabilidad sin miedo y sin añoranzas. La Derecha en nuestro país ha respondido con seriedad y madurez política, aceptando el cambio, y con la esperanza de que en las próximas elecciones el pueblo la premie con su favor. Esta conducta de madurez no se ve en el FMLN. Las condiciones políticas no están ya para favorecer ni golpes de Estado ni asonadas y mucho menos, luchas armadas. El salvadoreño ya maduró. Hoy  la lucha debe ser política, ya sea sólo por medio de los partidos políticos o con éstos y  los candidatos independientes. Es en esta contienda es donde tiene darse el desahogo político, y valorar sensatamente lo que el Estado pueda dar con sus finanzas, no pensando que se hará un Estado ideal, cobrando impuestos a la miseria.

EDITOR
Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra





EL MARXISMO LENINISTA ES IMPRACTICABLE.
Gregory Malenkov
Una figura de gran interés para  estudiar es la de Gregory Malenkov, quien no participó en la Revolución de Octubre de 1917, porque contaba únicamente  quince años de edad; pertenece por consiguiente,  a la nueva generación de revolucionarios: que ingresaron al comunismo dentro del aparato soviético. Su incorporación al Partido fue mediante su ingreso al Ejercito Rojo en 1919. Posteriormente en 1925, llego a ser el secretario personal de Stalin. Su participación en la Segunda Guerra Mundial como miembro del Consejo de Defensa, le daba un conocimiento pleno de la realidad soviética, sus debilidades y fortalezas.

Durante la era Estaliniana, la Unión Soviética vuelcó sus intereses hacia la industria pesada (la transformación del acero para la fabricación de todo tipo de maquinaria). Este esfuerzo titánico, de convertir a una sociedad agrícola en una industrial, le costo a la Unión Soviética treinta millones de muertes, la mayoría muertos por hambre y frío.
Pese a los esfuerzos soviéticos, su industria no fue capaz de soportar los rigores de la guerra con Alemania, por lo que los aliados, ayudaron con armamento y alimento a los soviéticos. Esta simbiosis consumió los recursos alemanes hasta llevarlos casi al colapso.
Despues de la guerra en 1946, Malenkov fue nombrado Vice Primer Ministro y miembro del Politburó. A la muerte de Stalin en 1953, asumió el poder como Primer Ministro y Jefe del Partido Comunista. Pero sus ideas eran reformadoras y con un pensamiento, que si lo evaluamos  cincuenta años después, llegamos a la conclusión de que fue un hombre visionario:  vislumbraba el fracaso económico del comunismo, y le interesaba salvar a Rusia.
Sus ideas principales fueron dos: La primera. La Unión Soviética tenía que abrirse hacia la producción de bienes y servicios, primero para beneficio de la Unión Soviética, y para elevar el nivel de vida de las personas comunes, y después  hacia otros mercados. Segundo: no continuar con la escalada armamentista nuclear con occidente, pues el costo seria muy elevado y lo único que sucedería sería la destrucción del mundo.

Esta forma de pensar fue considerada revisionista por Nikita Kruschov, y fue obligado Malenkov a dimitir en 1955. Luego se unió a Nikolai Bulganin , Viacheslav Molotov y Kaganovich Lazar. El intento de derrocar a Kruschov falló, pero mientras que los primeros fueron “ejecutados” o invitados  a suicidarse: Malenkoy sólo dejó sus cargos, pero fue exilado dentro de la misma Unión Soviética hasta su muerte en 1988, fungió como Gerente de una planta eléctrica.
La tendencia de la década del 50´s en Estados Unidos fue de persecución a los comunistas: El macartismo se desarrolló entre 1950 y 1956 durante el cual el Senador Joseph McCarthy desencadenó un extendido proceso de delaciones, denuncias, procesos irregulares y listas negras contra cualquiera que tuviera ideas comunistas o una relación remota con la Unión Soviética, o los países tras la cortina de hierro. Fue la expresión máxima contra el comunismo en Estados Unidos. Pero también ayudó a esta posición extrema la primera bomba nuclear experimentada por la Unión Soviética en 1949 y la llegada al poder en China continental de Mao Sedong y a mediados de 1950 se inicia la guerra de Corea.
La filosofía militar de la época era clásica (tanto para la Unión Soviética y sus aliados, como para Estados Unidos y sus aliados),  basada en las teorías alemanas de Car Von Clausewith. Y para entender su filosofía transcribo dos de sus máximas:
 “La guerra no es más que un duelo en una escala más amplia.” y
“Cuál es la idea fundamental de la defensa? Es la de parar un golpe. ¿Por qué señal se distingue? Se distingue porque en ella se espera el golpe que se debe parar”.
La guerra fría propició dos bloques: el Pacto de Varsovia y la OTAN. Y si uno se armaba, el otro tenia que superarle en armamento.
Malenkov sabia que esa escalada armamentista era absurda en su sostenimiento a largo plazo, y quiso pararla, pero dadas las condiciones de la época, no fue propicio. Pero en 1962, luego de realizar explosiones nucleares  tanto la Unión Soviética como Estados Unidos en la estratosfera, comprobaron el peligro para el planeta de esas pruebas, por lo cual acordaron ambas partes no realizar más pruebas en el espacio.

Las ideas de malenkov de evitar una carrera nuclear, fueron expresadas  por el artista británico Gerald Holtom que en 1958 creo  el emblema que se usó en una de las mayores marchas antinucleares de la historia, la cual partía hacia la Catedral de Canterbury en protesta del AWRE -Atomic Weapons Research Establishment-  el símbolo CDN, un hombre de pie con las banderas hacia abajo, representó el símbolo universal de amor y paz, y el cual aún se sigue usando, aunque quienes lo popularizaron, los hippies ya desaparecieron
Por las doctrinas militares y políticas de la época era imposible que Malenkov se mantuviera en el poder e implementara sus ideas progresistas, pero marca un intento de parar la escala armamentista y demuestra que el comunismo como doctrina económica frente a occidente es completamente inviable. Lo que no hizo Malenkov, sí lo realizó Gorbachev cuando en 1986 anunció la Perestroika durante el XXVII Congreso del Partido Comunista Soviético.
Estos cambios también fueron dados en China continental: una apertura económica con un férreo control político y policial. Apertura que hoy se esta dando en Cuba.
Las ideas socialistas no son viables ya en el mundo: insistir en ellas es querer ignorar sesenta años de historia, e incluso dejando de lado la misma lógica que han seguido los creadores de este sistema: La Unión Soviética.



El comunismo es una fiebre que ataca, que apaga los sentimientos humanos en favor de su doctrina. Exige una disciplina ciega hacia el partido y sus dirigentes. Lo único que se puede esperar del socialismo es pobreza y esclavitud.
                                                                      
EL GENERAL MAXIMILIANO HERNANDEZ MARTINEZ Y EL GENERAL JULIO CESAR SANDINO
La política Centroamericana siempre ha estado relacionada entre sí. Para probarlo usaré  esta carta que fue enviada al General Martínez, en agradecimiento por su colaboración a la pasificación de Nicaragua:

El padre del general Sandino agradece a El Salvador su oportuna cooperación moral en pro de la justicia

“Para nosotros los nicaragüenses, la oportunidad con que llega nuestro pais la Misión Diplomática del Gobierno de El Salvador, integrada por
don Antonio Álvarez Vidaurre y por los pundonorosos militares Merino y Huezo, miembros del ejercito salvadoreño.
Va a ser motivo de eterno y leal reconocimiento de sentirnos rodeados por la fuerza moral amiga de los representantes del Gobierno que tan acertada y
patrióticamente preside el general don Maximiliano Hernández Martínez, y por la de otras naciones centroamericanas y amigas, los nicaragüenses angustiados por la incertidumbre de aquellos graves y lamentables momentos plenos de una intensidad, experimentamos
una reacción espiritual muy honda; y la labor hábilmente desarrollada por el culto y distinguido
diplomático y por sus compañeros los agregados militares pocas horas después de su llegada, dio por resultado el nacimiento de la tranquilidad pública
al cristalizarse en histórico decreto promulgado por el señor presidente
Sacasa, en su carácter de Comandante General de la República, el orden constituido destruyendo la base viciada sobre la que se levantaba el edificio de la Guardia Nacional, creada por las fuerzas de ocupación
Norteamericana de la que aquel cuerpo era una sombra funesta.
Con la oportuna cooperación de El Salvador y de otras naciones hermanas, un nuevo plano de acción fortifica en nosotros la esperanza de mejores días para la Patria; y puedo decir, con sentimiento de gratitud y  con orgullo de padre, que es a El Salvador al que se debe en gran parte que después de la trágica muerte de mi hijo Augusto [21/febrero/1934], se cumplieran las nobles aspiraciones suyas que luchaban por restablecer en todo su imperio el orden constitucional interrumpido por el funcionamiento imperfecto de aquella guardia.
Como nicaragüense, como padre de los generales Augusto Cesar y Sócrates Sandino y como amigo del
Presidente de Nicaragua, doctor don Juan Bautista Sacasa, rindo al pueblo y al gobierno de El Salvador los más fervientes agradecimientos, y dentro del profundo dolor que embarga mi espíritu, siento el supremo consuelo de ver en torno de Nicaragua y de sus destinos, un Gobierno ardientemente sostenedor de los principios del honor y de la dignidad centroamericanos.
El Gobierno del general Hernández Martínez ha demostrado prácticamente
su devoción por la causa de la Justicia, asistiendo a un pueblo en desgracia,
en los momentos en que todos
los horizontes estaban envueltos en las más densas sombras.

Gregorio SANDINO
San Salvador, El Salvador, marzo 9 de 1934”
Publicado en La República. Suplemento del Diario Oficial. A.o II, No. 384, 12/marzo/1934:

Augusto Cesar Sandino fue un caudillo nacionalista nicaragüense, a quien se unió Agustín Farabundo Martí, junto con otros salvadoreños que fueron sugestionados por la personalidad de Sandino, y sus ideas totalmente nacionalistas. Hago hincapié en este punto, porque después de su viaje por El Salvador, Guatemala y México, surgieron diferencias ideológicas entre Sandino y Farabundo Martí, el caso fue que este último, quería que el movimiento de Sandino fuese un movimiento comunista, lo que fue rechazado por parte del General Sandino, aún así ofreció Farabundo Martí las tropas de Sandino como mercenarias para impulsar el movimiento comunista en Guatemala, por esto fue expulsado de sus filas con la orden ser fusilado si regresaba. Este parte de guerra aún era conservado por la familia Chamorro a mediado de los 80´s.
La injerencia del General Martínez en la política Centroamericana, fue muy valiosa para la estabilidad del área y para los intereses salvadoreños. Ayudó a la pacificación de Honduras apoyando al Presidente Tiburcio  Carías Andino y al Presidente Jorge Ubico Castañeda en Guatemala. Y según relatos de la época la intención era la creación de una nueva Federación o Confederación Centroamericana, la cual ya había sido pactada con Honduras. Entelequia que aún conservamos en nuestra actual Constitución.

 Esta tendencia nacionalista centroamericana surge nuevamente frente al alzamiento comunista de 1932 y el rechazo a la injerencia norteamericana y canadiense en los asuntos nacionales. Este pensamiento político se ve reflejado en el reconocimiento al Gobierno Nacional del Generalísimo Francisco Franco en España.

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