Mantienen el FMLN y
Nayib Bukele pulso de repudio mutuo, ambos
victimizándose, de su pasada relación política. El resultado, trazará las
formas de sus campañas futuras, pero no
cambiará, los encontrados objetivos que han dado origen a su rompimiento.
Los Doctores Fabio
Castillo y Salvador Arias, han previsto en Nayib Bukele, la consolidación y
trascendencia histórica del FMLN, lo
cual trasciende, la mera actividad electoral y la estructuración de poder
presente. Sin embargo, la ambición de poder
de Bukele, le impulsa a anteponerse prematuramente, a los líderes del FMLN, creyéndose
un predestinado mesiánico, se le presentan
sin embargo, dos obstáculos: el ejercicio del poder por el liderazgo histórico
del FMLN y las condiciones adversas para
la continuidad del FMLN en el poder.
Bukele piensa que el
FMLN puede evitar su desgaste, si baja la confrontación con Estados Unidos, da
una aparente apertura económica a ciertos grupos extranjeros, poniendo trabas a los nacionales, llega a un entendimiento con las maras y,
desata sobre el Gobierno una cacería de corruptos.
El FMLN prevee una situación futura muy complicada, por las
condiciones adversas que se están presentando,
por lo que se busca una consolidación Partido – Gobierno, basada en el grado de
confianza y lealtad, expresada desde la fundación del FMLN. Por lo tanto, seguirán
en su cúpula, Medardo Gonzales, José Luis Merino, Salvador Sánchez Cerén y bajo
ningún punto de vista ingresará Nayib Bukele: lo ven todo, como cuestión de
poder personal y no, de trascendencia histórica. El FMLN ha reaccionado así
siempre, ante una amenaza: neutralizar al oponente, creando un círculo de lealtad. Ejemplos han sido los asesinatos de Roque
Dalton, Mélida Anaya Montes y Mayo Sibrian.
Nayib Bukele no será asesinado,
pero sí será políticamente destruido, con revelaciones sobre posibles actos de
corrupción en sus gestiones municipales y hasta se le cuestionara en la Corte
de Cuentas. Por su parte, Bukele revelará las maniobras oscuras realizadas por
el FMLN fuera del contexto de la guerra. Esto no se hará de forma directa, sino
por medio de “terceros”, para mantener
su imagen de lealtad a la causa.
Bukele ha mantenido
mucha relación con los líderes de las diferentes maras, sin embargo no se ha podido probarlo judicialmente, como ya fue
mencionado en reportajes investigativos, sigue una cadena clandestina de
contactos. Tanto el FMLN como Bukele exigirán una lealtad absoluta a estos
grupos, pero es posible que la lealtad se decante mayoritariamente, en favor de
Bukele, pues éste no ha sufrido desgaste
por las acciones policiales contra las pandillas. El Gobierno tendrá que dar mayor espacio a las pandillas, para recobrar
su lealtad en este nuevo reordenamiento de fuerzas políticas del FMLN.
La militarización de
San Salvador, a partir de esta semana,
no ha evitado el alza de homicidios diarios por la delincuencia,
pero sí ha evitado que haya
manifestaciones en apoyo de Bukele, tal como las que hubo contra el Fiscal
General de la República y La Prensa Gráfica. Es muy probable que en la lucha
Bukele – FMLN, éste enarbole la bandera de la anticorrupción, como razón de su expulsión y, que los grupos de
izquierda, hoy disgustados con el FMLN, le apoyarán. Este reordenamiento de
fuerzas de izquierda, no beneficiará en nada electoralmente a ARENA, pues esta
pugna de poderes es extra democrática y con miras al 2019.
El resultado de la
separación Bukele - FMLN es ya un hecho real,
pero no destruirá a la Izquierda ni la debilitará, pero sí, es un compás
de espera que debe de aprovechar la Derecha para recomponerse de sus errores
presentes.
Queda sin mencionar la taimada y oportuna traicion de GANA que ya le ofreció al musulman que le están esperando con los brazos abiertos, como en los tiempos de Saca que esta más que comprobada su corrupcion y enriquecimiento ilícito. Pero como traidor no come traidor, ojalá que se terminen eliminando mutuamente, le harían mucho bien al país del populismo, al fin de cuentas son zorros del mismo piñal.
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