Lic. Fernán Camilo
Álvarez Consuegra
Mauricio Funes fue
presidente mediante el trabajo político del FMLN y, a ciencia y paciencia de la
cúpula de éste, realizó toda su actividad delincuencial: se hizo un cambio del
dinero del Estado por la sangre derramada en el conflicto armado. Se ha
estableció así, una relación directa del Gobierno de Funes con los efectos
revolucionarios y, lejos de ponerle fin a este cambio, de dinero por sangre,
parece que continuará con Nayib Bukele.
Mauricio Funes, fue la
estrategia del FMLN para poder ascender al poder y su cúpula, tendrá que pagar el precio,
pues la elección de Funes, permitió a ésta, la posibilidad de
enriquecerse, obligándose a proteger a Funes y a sí misma, arrastrando con ello, a todo su partido. La petición de asilo en Nicaragua, no hubiese
sido posible sin las conexiones internacionales del FMLN.
El latrocinio de Funes
encubre una serie de corrupciones más pequeñas, pero en conjunto, ahogaron la
economía salvadoreña: son los casos de José Luis Merino, Sigfrido Reyes, Lorena Peña, Oscar Ortiz etc, que han
necesitado de los fueros Estatales, para cubrirse de la persecución pública, y
otros como Schafik Hándal hijo, del aura político de su padre, para que no se le señale por el manejo de los
dineros venezolanos, que al final, tendrán que ser pagados por nuestros
impuestos.
Se cree hoy que para
hacer a un lado a los comandantes, Nayib Bukele es la esperanza de la
izquierda, pero está cuestionado por evasión de impuestos y
estuvo relacionado con la empresa Polistepeque, que fue unida a la corrupción trasnacional de Odebrecht. La
pregunta para la gente de Izquierda es ¿quieren llevar nuevamente a un Mauricio
Funes al poder? Creo que no, pero al
apoyar a Bukele, lo están haciendo. La pregunta que debe ahora interesar a los
candidatos es: ¿has participado en orgias, eres homosexual o, cuánto tiempo has
estado en desintoxicación? La respuesta
daría la calidad moral con la que se desempeñarán en la presidencia y
por ende, sus actuaciones políticas
El General Mauricio
Ernesto Vargas, cuestiona que se “ha perdido más de un millón de dólares
destinado a un MEGATEC” producto del impuesto a la telefonía y que bien puede
haber sido orientado para alguna organización de izquierda, haber sido empleado
en la reciente campaña electoral o, estar en los bolsillos de algún funcionario
público; después de ver cómo han fallado todos los controles gubernamentales,
todo es posible dentro de este esquema de corrupción generalizado.
Un candidato homosexual o
drogadicto, tenderá a ser mucho más permisivo, con sus acciones y con las de
los otros, a la hora de ejercer el poder, sobre todo, si
pretende ejercer un poder absoluto. En nuestro país, se ha cambiado la
sangre de los mártires de la guerra, por el dinero del Estado y, lo más triste,
es que parte de ese dinero es de préstamos internacionales, donaciones e
impuestos, pero al final, todo tendrá
que ser pagado por nuestros impuestos, con evidente retraso del desarrollo
nacional.
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