Por
Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra
El FMLN se despide del poder destruyendo parte de la economía
nacional, dañando a quienes hacen negocios con Taiwán, Bukele continua con su
anti política, fijando como objetivo inmediato, los diputados de ARENA en la
Asamblea Legislativa. ARENA permanece
ignorante del mensaje que envió el votante, centrándose en una lucha interna
por poder, en la cual, las estructuras actuales no quieren abandonar sus
posiciones y olvidase de que deben prepararse para ser oposición. Las acciones
todas del FMLN, son para desestabilizar al futuro Gobierno, enarbolando las
banderas de los derechos laborales, el medio ambiente y el asistencialismo, y
ARENA está en riesgo de ser relegada a una tercera posición, sin ideología
clara ni capaz de oposición.
No cambiará la actual dirigencia de ARENA, pues los
intereses de muchos diputados dependen de su estabilidad. Las estructuras del
partido no cambian debido a la lucha entre los grandes financistas del partido y
por esta lucha el COENA es inamovible; no comprenden que su lucha desvaloriza
al partido y anulase su utilidad. Falsa fue la actual dirigencia al exigir
ayuda al gran capital, cuando la derrota era inminente y, aun hoy, implora
servirle para obtener su favor. Las explicaciones que sobre la derrota ha dado el
Presidente de ARENA carecen de todo valor, pero aseguran en sus cargos a las
mismas estructuras que la provocaron, preparando nueva defraudación, a las
aspiraciones de miles de personas que creen que ARENA, es el partido capaz de
mantener la democracia representativa con que nacimos a la vida independiente.
ARENA fue creado como respuesta política conservadora
al socialismo de la Democracia Cristiana (sostenida por Estados Unidos) y, al
comunismo revolucionario del FMLN (sostenido por la Unión Soviética y China
continental). Piensan muchos que la vida histórica de ARENA ha concluido, pero
mientras existas el peligro de un socialismo populista, en una renovación del
socialismo revolucionario y trátese de cambiar los valores conservadores,
heredados y forjados luego de nuestra independencia, ARENA, tendrá vigencia
histórica.
ARENA es la suma de los sectores sociales que lo
conforman, pero la lucha que existe entre los grandes financistas, reflejada en
la estructura formal del partido, no permite el cambio dentro del mismo, que
necesario es para que el partido conserve su valor político, que depende del número
de sus afiliados.
Los diputados jóvenes que se han revelado dentro de
ARENA, representan el pensamiento modernista: libre empresa, pero dan su apoyo
al pensamiento LGTB y a corrientes libertarias que atentan contra el
sentimiento conservador de los salvadoreños. Les motiva la anti política de Bukele, en forma de populismo, que evitara oposición al autoritarismo que nos amenaza.
ARENA ha
perdido cerca de 500,000 votos y tres elecciones presidenciales, de no cambiar
ahora, perderá muchos más. Lo cual no importa a los diputados que llevan varios
periodos, pues confían en que, si mantienen sus estructuras, serán reelectos.
Si no se dan los cambios que la base de ARENA exige,
éste perderá su valor político y el electorado se decantará con cualquier líder
que enarbole la defensa de nuestro sistema conservador y se muestre capaz de defender
la libertad de nuestra vida política manteniendo el régimen económico de
libertad.
Que pobreza de conocimientos, la de muchos, que creen que si se alinean políticamente con los post modernistas estarán asegurando el huezo, sin importar la verdad y/o lo que más y/o mejor le conviene al país. Esto es un síntoma de la falta de liderazgo interno del partido y de la vorágine política alimentada por el deseo insatiable de dinero y una mejor posición
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