Por
Lic. Fernán Camilo
Álvarez Consuegra
Editor de PUBLICACIÓN ACCION
La guerra en Ucrania,
amenaza extenderse a Europa y a los conflictos latentes desde finales de la
Segunda Guerra Mundial. El Salvador, se vio envuelto en la Guerra Fría, por la
influencia externa, que atizó los conflictos internos, hasta crear
inestabilidad, desde mediados de los años 60, hasta 1992. Ahora vemos un
proceso inverso: los conflictos internos, generados por el quiebre del Estado
de Derecho, que amenazan consolidarse en una nueva Constitución inconsulta. Están
atrayéndose las fuerzas mundiales en contienda, para consolidar posiciones de poder, en El
Salvador.
Para algunos analistas, el actual conflicto en Ucrania,
nace por el rompimiento de los Acuerdos de Minsk, con respecto a la posición
geopolítica de Rusia, pues luego de la fracturación de la Unión Soviética, ésta
pierde su influencia sobre los países europeos, que la sufrían, desde finales
de la Segunda Guerra Mundial, hasta la caída del Muro de Berlín.
La actual integración europea, se da luego de la
necesidad de entendimiento a partir de los intereses metalúrgicos, de la cuenca
del Ruhr, con sus vecinos, evolucionando a intereses generales de Europa. Al
perder su influencia la Unión Soviética, Polonia, los países Bálticos y el
resto de países de la Europa del Este, vieron paulativamente, que sus intereses
económicos, estaban con Occidente y no, con Rusia.
Así, todos estos países, al cumplir con las normas comunitarias,
fueron ingresando a la Unión Europea y como consecuencia de dicha relación,
fueron adhiriéndose a la Organización del Atlántico Norte (OTAN), pues la
integración militar, es el resultado último de los intereses económicos,
geopolíticos.
Desaparecida la Unión Soviética, Rusia conserva su
“heartland” o “núcleo vital”, que es el espacio esencial de su existencia, pero
pierde su “hinterland” o “área de influencia” que va a ser determinado por su
área de expansión o crecimiento, desarrollando la teoría del “neoeuroasianismo”,
como su doctrina geopolítica.
La justificación practica de Rusia para su expansión, es
en base a la necesidad de protección para los rusos parlantes o de cultura rusa
(doctrina Karaganov). En un proceso muy similar al planteado por Alemania en la
Segunda Guerra mundial. Hoy Rusia, reclama a Ucrania, como su territorio y
desconoce la independencia de los países bálticos y cuestiona el actual estatus
de Alaska.
China se considera humillada desde las guerras anglo
chinas (1839-1860), y hoy se reivindica, en su período de expansión, por lo que está
construyendo rutas de comercio mundial, bajo su control geopolítico. Para ello,
es indispensable controlar el paso por América.
En la revista Forbes México, del 9/1/2023, se puede
leer un artículo titulado “Así es la carrera de China y EU por el control del
Istmo de Tehuantepec”, también hay proyectos de canales secos en Honduras y
Costa Rica y, en Suramérica: en Paraguay
y otro, que conecte Brasil con Chile.
El rompimiento del Estado de Derecho, ha hecho que se
nos cierren los financiamientos externos, por la anarquía y riesgo económico
del país, pero se ofrecen fondos de países autocráticos, que tienen interés, en
expandir sus intereses en Centroamérica, en su lucha geopolítica contra los
Estados Unidos y Europa.
Hemos celebrado acuerdos con China, ocultando sus
términos, promovemos la energía nuclear, según la visión geopolítica rusa.
Entregamos el control de nuestros puertos a una empresa turca, con conexiones
con el Medio Oriente, para que maneje el flujo de mercancías entre el Pacífico
salvadoreño y el Atlántico guatemalteco.
Estas acciones nos alejan de los países democráticos y
nos acercan a los países autoritarios. La bonanza económica proviene de los
países democráticos: Estados Unidos y Europa. Si nos alejamos de ellos, es por
los intereses personales de los titulares de Gobierno, no dela nación
salvadoreña.
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