Publicación Acción

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sábado, 13 de junio de 2015

¿Y NUESTRA PRIMAVERA… CUANDO?


Por     
Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra
Editor de PUBLICACIÓN ACCIÓN  http://publicacionaccion.blogspot.com
San Salvador, 13 de junio  de 2015.

Encuéntrase el FMLN acorralado: su política exterior equivoca, los compromisos adquiridos sobre seguridad incumplidos, la gestión pública sin transparencia, la Sala de lo Constitucional sometida a su presión, sus antiguos miembros  excluidos y, abierto el debate ideológico sobre el socialismo,  la corrupción interna no puede ocultarse: la debilidad del FMLN está clara. Forzosamente habrá un despertar del salvadoreño, tal como en Guatemala y Honduras ha sucedido,  para que sea posible  una  una “primavera salvadoreña”.

En su principio, la imagen del Gobierno fue la de  ser muy popular, con  ánimo de realizar  muy honesta gestión pública,  por lo cual ganó el favor internacional: más ha sido todo lo contrario la corrupción es norma del  Gobierno de Sánchez Cerén; claro es que sus funcionarios dentro del Gobierno, se han valido de su  poder  para enriquecerse.  Han utilizado los fondos de ALBA para sus negocios privados (comentan algunos fanáticos de izquierda: “que nos importa que  roben a los venezolanos”),  no razonan que, todo dinero  que de allí se toma, tiene que ser pagado a Venezuela y con sus intereses, por los salvadoreños, a no ser que ya se esté pensando en la posibilidad de desconocer dicha deuda, al caer el gobierno venezolano actual.

La integración centroamericana y las promesas de parar la emigración, de extinguir a la mara y combatir el narcotráfico, discutidas en foros internacionales, ha sido sólo  fachada de engaño para conseguir más fuentes de financiamiento y no, para buscar la estabilidad del área. Este proceder de nuestra Cancillería, ha sido  denominador común del Triángulo Norte, y en razón de este engañoso proceder, se ve la reticencia de apoyar la propuesta de Obama, de proporcionar mil millones de dólares para el área.

Ve claramente el empresariado que las políticas gubernamentales van encaminadas a limitar la actividad privada, aunque el Gobierno, fomenta la inversión derivada de ALBA, lo que genera una competencia imposible de salvar, a menos que vendan sus empresas a estos nuevos inversionistas. Sin embargo aún hay quienes creen que pueden negociar, pactar y coexistir con este tipo de “empresas partidarias”, al estilo Ortega,  pero en realidad el modelo salvadoreño no es el de Ortega, sino muy similar al de Venezuela.

Para romper este cerco en derredor de su Gobierno, el FMLN trata de fortalecerse internamente: afirma primero, que a la polarización política que se debe la actual crisis y que para evitarla, el FMLN redefinirá sus metas socialistas; con un socialismo suave, humano y tolerante, lo que permitirá que la oposición le deje gobernar con tranquilidad el resto del período de Salvador Sánchez Cerén. Su segunda afirmación es que  la Sala de lo Constitucional,  obedece a los “poderes fácticos del país”,  (sin embargo, la Sala tiene un pensamiento claramente de izquierda,  pero sin  sujeción a la autoridad partidaria del FMLN, por lo que es un órgano verdaderamente independiente), por lo que pretende el FMLN, su remoción desde la Asamblea Legislativa, ofreciendo beneficios particulares a los Diputados y cierta cuota de poder partidario en la Corte Suprema de Justicia.

En cuanto a la política exterior, el FMLN bien sabe que no puede cambiar la percepción que se tiene del actual Gobierno,  ni cambiará la línea política que ha estado siguiendo en los últimos años; sin embargo, si lograse desarticular a la oposición y dominar a la Empresa Privada, espera bajar la presión por el cumplimiento de sus compromisos internacionales en la seguridad de que ningún país extranjero, presionará con el tema migratorio ni en las remesas, pues se agudizaría la crisis interna que todo gobierno cooperante, trata de evitar.

Esta estrategia del FMLN es seguida  por el Diputado de ARENA, Johnny Wright; es un grave equívoco: y ha afirmado, “Hay que dejar a un lado esas ideologías extremas” y avala la gestión de nuestra política exterior, lo cual equivale a apoyar al Gobierno dictatorial de Venezuela y a Palestina, en su lucha contra el Estado de Israel. La posición de Johnny Wright, respecto a impuestos y otras leyes restrictivas a la libre empresa, obedece a una clara posición no liberal, sino “libertaria”,  la cual, también  nace del liberalismo, pero se mueve hacia el anarquismo, de donde viene su simpatía por algunas políticas de Izquierda, por lo que por ahora Johnny Wright, será propuesto por la Izquierda como el modelo del arenero o del empresario “consciente con la realidad social”.


El salvadoreño ha sido testigo de tantos amaños políticos y de corrupción que ha quedado insensibilizado frente a ello,  pero cuando los mismos llegan a niveles tales de ahogar al Estado, es de esperar que haya un despertar de la conciencia y moralidad salvadoreña y obligue al Gobierno a la probidad, así como también a todo el sistema partidario, y al parecer estamos llegando a ese nivel de consciencia y falta muy poco para la primavera salvadoreña, a no ser que la oposición política y el Gobierno hagan causa común y, si esto se diese, se retrasaría lo que será inevitable, el triunfo de la moralidad.

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