Por
Lic. Fernán Camilo
Álvarez Consuegra
Editor de PUBLICACIÓN
ACCIÓN
http://publicacionaccion.blogspot.com
San Salvador, 16 de
octubre de 2016.
La concepción
socialista de la economía salvadoreña y, sobre todo, la corrupción
gubernamental que ésta oculta, impiden un acuerdo interpartidario sobre la
grave crisis económica que sufre El Salvador. La inflexibilidad Gubernamental
en cuanto a la vigencia de un esquema de gastos ilimitados y no regulados,
regidos por el asistencialismo y enfocados a una estructura electoral cautiva,
impiden la aplicación de los principios de “buen gobierno” y equilibrio fiscal,
que recomiendan el FMI, la comunidad internacional y, la lógica fiscal.
Tiene muy claro la
oposición, que es necesario evitar la
insolvencia y por ello, no niega sus votos, así como no los niega para las
medidas dolorosas, de un incremento en ciertos impuestos, para el necesario equilibrio
de la economía pública; sin embargo también está consciente de que tales medidas son
completamente ineficaces y contraproducentes, si con ellas se aumenta el gasto
público con fines ideológicos y, sufraga la preparación electoral del
oficialismo, para el 2018 y 2019; sobre todo, con un presupuesto de $ 93 millones,
superior al del año anterior y que omite obligaciones, por $ 1,146 millones.
Hasta el momento el
Gobierno ha creído que puede burlarse de las recomendaciones de austeridad y
responsabilidad fiscal, señaladas por el FMI. Con tal fin ha sido creado el
Fidecomiso que expropia dinero de las pensiones. Procurando también derribar también el último control
jurisdiccional: la Sala de lo Constitucional. Prepara, por otra parte, a sus bases
para el ejercicio de la fuerza y mantenerlas así cohesionadas y es porque el FMLN, no ha cambiado aún, su
enfoque de insurgencia política.
Causa es de la
corrupción generalizada la nula transparencia en el manejo de los fondos
públicos, las licitaciones otorgadas a empresas relacionadas con el Gobierno,
las concesiones supeditadas al beneficio del funcionario, las ventas a bajísimo precio de los bienes
del IPSFA, IMPEP e ISSS, para negocios privados. Planease la entrega de los
bienes de Procafe a el ALBA, para parcelaciones de viviendas de alto perfil en
los terrenos de experimentación cafetalera.
Esta corrupción se
mantiene: ofreciendo más subsidios a grupos que pueden dar apoyo electoral y a
grupos poblacionales en las alcaldías de la oposición. Las únicas alcaldías
afectadas con el congelamiento de los fondos FODES, son las de la oposición; la
poca liquidez recibenla las alcaldías
oficialistas; creándose así, una crisis
municipal que el Ministerio de Medio
Ambiente y Gobernación, señalará como falta de capacidad administrativa, y que
será subsanada por el Gobierno central.
El debate sobre la
despenalización del aborto, es sólo un distractor en la política nacional. Es
un respiro a los continuos señalamientos contra la mala administración del
Gobierno. Con este respiro político, se busca poder iniciar la segunda etapa en
la estrategia económica del Gobierno: el aislamiento monetario para controlar
la economía nacional: consiste en la vuelta al colón y además, si interpretamos
las últimas declaraciones del presidente del BCR, en el cual el descalabro
financiero presente se remonta a los años 90”, debemos prever una de-privatización
bancaria en el caso de que ésta, no ceda a las pretensiones actuales del
Gobierno.
La recuperación
económica, con una economía global en contracción, es posible sólo con una
radical apertura económica al libre comercio, con incentivos fiscales y, sobre
todo, con estabilidad política y social. La comunidad internacional ve que El
Salvador es en realidad una bomba de tiempo social, capaz de contaminar el área
y de forzar a una emigración masiva y, a todo lo cual, nos está llevando, la
política asistencialista y corrupta del FMLN.
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