Por
Lic. Fernán Camilo
Álvarez Consuegra
Editor de PUBLICACIÓN
ACCIÓN
http://publicacionaccion.blogspot.com
San Salvador, 29 de
diciembre de 2016.
El FMLN, en
su XXXIII Convención Nacional, cometió
un tercer gran error político: responsabilizar de la crisis nacional a la
Derecha, a los Embajadores extranjeros, a los grupos que denuncian la
corrupción y, hasta a la Sala de lo Constitucional y, para hacer frente a sus errores, está alineando
dentro del contexto “antiimperialista, revolucionaria y socialista” a la Fuerza
Armada y esto, como parte del “nuevo pensamiento económico y jurídico del
Estado”; ha cometido además, un cuarto error político: el alza del salario
mínimo, que es aplicación práctica de su pensamiento económico y político, el
cual pretende el debilitamiento de la empresa privada y, la consolidación de
las masas, en derredor del Gobierno.
Los dos primeros
grandes errores del FMLN, fueron la protección a Mauricio Funes y a José Luis
Merino. En ambos casos, el FMLN se protegió como armada estructura clandestina
y, como partido político legal. A Mauricio Funes se le permitió satisfacer su
instinto de enriquecimiento, aunque a costa del Estado: fue instrumento
apropiado ad hoc, para generalizar la corrupción dentro del Estado, como expansión
de la habida durante el Gobierno de Saca, y permitiendo un mejor control del
Estado. El sobresueldo a los Ministros, permite cohonestar a otros órganos del
Estado y a partidos políticos.
No pudiendo corromper a
la Sala de lo Constitucional, el FMLN ha optado por amenazarla buscando la
destitución de sus miembros, por diferentes formas, pero ésta se ha fortalecido,
por ser la única entidad contralora que no sigue vinculación partidaria y no
puede ser cohonestada por el ejecutivo.
Es gran error del FMLN es
creer que puede sostenerse por vía de la fuerza, utilizando conjuntamente el
poder de la Fuerza Armada y el de sus bases en la calle; y será muy manifiesto
dicho error, cuando se junte a su cuarto error: el aumento al salario mínimo,
cuyo fin es quebrar al empresariado y prepararse una ventajosa base electoral
para el 2018 y 2019. Dicho aumento, creando una crisis más, debilitará la
economía nacional, profundizando la crisis existente y forzosamente, cambiará
la percepción de la ciudadanía, que ha de volcarse en contra del Gobierno y no,
en contra del empresario.
Pese a los errores
cometidos, al ciudadano común le parece por ahora, que el FMLN está realizando
un buen Gobierno y, dicho buen parecer lo logra con su capacidad de manejar la
información por medio de un muy alto activismo: lleva su mensaje político de boca a boca, además de las radios
comunitarias que realizan una campaña de ideologización. Pese a tal intenso
programa, el contraste de la realidad con la teoría, hará que la población
reaccione y se vuelva contra el FMLN y, ésta reacción provendrá de la misma
izquierda excluida del Gobierno (encabezados por los sindicatos), apoyados por
el empresariado.
Una Fuerza Armada
ideologizada, y dirigida dentro del “proceso de cambio”, identificaría los
intereses nacionales con los intereses del Gobierno, lo cual conlleva una purga
de los oficiales “no alineados” y, una sujeción al Ejecutivo y no, a los
diferentes Órganos del Estado, en su función Constitucional. Por ahora, la
única institución totalmente apolítica, desde el 15 de octubre de 1979, ha sido la Fuerza Armada, pero dicha
situación, está cambiando, y será evidente, ante una futura crisis del
Gobierno.
Regla para los países
Socialistas del Siglo XXI: “La Fuerza Armada es parte de un proyecto político.
No se puede separar el pensamiento militar del político”. Hugo Chávez,
Presidente de Venezuela, junio de 2007.
Lúcido analisis, la línea histórica del fmln está contradicha por la realidad. Ningún país proveniente de la esta aplicación politica llena los atributos de país del 'primer mundo'; los únicos estados supervivientes son Cuba y Corea del norte, de deplorable situación económica-social. No se prevee regresión politica alguna, en los países parte del antiguo pacto de Varsovia. En Asia similar fenómeno con la excepción puntualizada
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