Se celebrará el dos de
mayo, en San Salvador, la Asamblea de la Comunidad
de Estados de América Latina y el Caribe (CELAC) y tratará, de la
situación de violencia política en Venezuela. Se espera que surja, de ésta reunión, alguna declaración favorable al
Gobierno tiránico de Venezuela; por ser la
CELAC, un ente regional, controlado por la influencia geopolítica del proyecto
bolivariano, incapaz de imponer
sanciones por las violaciones a los Derechos humanos y la transgresión al
ordenamiento democrático.
Se perdió la
legitimidad del Gobierno venezolano, desde el momento en que éste, cesó las
funciones del congreso, encarceló a sus opositores y se niega a celebrar
elecciones, reprimiendo las manifestaciones populares. Y la convocatoria a una
constituyente, con las bases partidarias del Gobierno, ratifica el estado de
ilegalidad, en que vive Venezuela. Esta situación, ya llevada ante la OEA, ha sufrido un giro con el anuncio de su retiro de este organismo, refugiándose en la
CELAC, que aún puede controlar y
buscando la legitimidad internacional, que ya ha perdido.
El Gobierno
Salvadoreño, que por los compromisos ideológicos y económicos contraídos con
Venezuela, ha accedido a servir de plataforma de sus pretensiones; y, trae a su
propio suelo, la actual lucha venezolana; nos obliga a la siguiente pregunta:
¿Si el FMLN viese en peligro la pérdida de su poder, actuaría de la misma
manera que el Gobierno venezolano? Luego de ver la gestión del Gobierno
Salvadoreño, contra la iniciativa privada, el interés de apropiarse de los fondos
populares de las pensiones y, las estructuras partidarias conformadas según el modelo bolivariano, parece que El Salvador, podría convertirse en una
Venezuela, si el presente Gobierno, se derrumbase ante una crisis económica,
como la que está creando ahora.
Por ahora en El
Salvador, la conciencia del peligro de un régimen dictatorial, no está generalizada,
a mediano plazo; existe sólo en la clase intelectual que, dados los hechos
actuales, prevé el futuro, y conforma la oposición; ésta, se manifestará el
próximo día dos de mayo, en la cercanía al hotel, donde se celebrará en
solidaridad con la causa del Gobierno venezolano, la reunión de la CELAC.
Las conferencias en San
Salvador, de la Dra. Tamara Sujú –activista venezolana de Derechos Humanos -, han sido muy aleccionadoras, sobre la
situación que vive Venezuela y, el empeño de la Cancillería salvadoreña, de apoyar
al régimen dictatorial venezolano, han
despertado también, interés político en Venezuela, sobre todo cuando el FMLN ha
sido bandera antimperialista, al modelo venezolano. Y es el modelo partidario
del FMLN, por los miles de jóvenes que han sido preparados en Venezuela como activistas políticos.
El Salvador, aún sin pedir su retiro de la OEA, le ha dado la espalda, al alinearse con el
Gobierno Venezolano y, sobre todo, al tomar una posición antimperialista y pro defensa de las tiranías de izquierda
latinoamericanas, a despecho de la oposición democrática salvadoreña.
El hambre que
sufre Venezuela y la represión a
su población, es el referente de nuestro Gobierno, pues ya habla también de
salir a las calles a defenderse, siendo
que el Gobierno es el único que no necesita de manifestaciones de calle, para
justificar sus acciones; sin embargo, lo hace, como amenaza para quienes sí sólo pueden manifestarse en las calles para
exigir sus derechos. Las amenazas contra la Sala de lo Constitucional, como único
ente no controlado partidariamente por el FMLN, han sido constantes y ya
pretende caer sobre sus opositores: espionaje, difamación en panfletos en contra de los líderes empresariales y sin
mencionar las presiones veladas hacia sus empresas y medios de comunicación.
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