Agobiadas por la
inseguridad jurídica y física, las diferentes industrias, están en crisis,
sufriendo además, del cambio climático y la variabilidad del mercado
internacional. Hay dos industrias que
son más débiles, porque son hoy objeto a engaños directos, por parte de la
propaganda del Gobierno, que les ofrece ayuda, a cambio de solidaridad gremial
y cohesión, frente a sus propuestas y son, las industrias del café y del
azúcar.
Presentan problemas muy
similares las industrias del café y del azúcar: extorsión, años de malos
precios, endeudamiento bancario y, el cambio climático. A estos, debe agregarse
la utilización política de los gremios, situación que pone en un mayor riesgo
dichas industrias y. al FMLN a un paso más cerca, de lograr sus objetivos
ideológicos.
En el periódico
CoLatino del 7/julio/2016, el Presidente
Sánchez Cerén, hizo suyos los conceptos expuestos por el Dr. Salvador Arias, en
su libro “Agricultura familiar e industrialización sostenible”, en el cual propone cambiar nuestra
agricultura actual, por una familiar y
de subsistencia, aduciendo que el modelo
presente, neoliberal y explotador, es perjudicial para el país. Se ofrece la reactivación de las industrias del café y
de la caña, pero como una ilusión, sólo para dividir los intereses gremiales,
mientras se crea la estructura para destruirlos.
Por iniciativa de Sánchez Cerén y Antonio Salaverría, hace
algunos años, se planteó el Pacto del Café, el cual no pasó de ser una mera
propuesta electoral, favorable a la posición del FMLN. Se pretende hoy, una
continuidad del mismo: ofrecer una
moratoria a los embargos contra los caficultores y, se ha dejado, que sean los mismos diputados
de ARENA los voceros, pero el Ejecutivo y la fracción legislativa
del FMLN, le han dado largas a este decreto,
forzando así, a ejecutar más prontamente a los caficultores o, que éstos,
acepten líneas de crédito y soluciones no relacionadas con el café, para evitar ser sujetos de una moratoria. En definitiva, esto lejos de beneficiar al sector, le ha perjudicado.
Se está tratando hoy, de
proceder del mismo modo con el gremio cañero; puede apreciarse dicha intención,
oyendo Radio Maya Visión instando al
gremio cañero a unirse con las cooperativas
de la Reforma Agraria, contra los Ingenios,
para así, con los votos del
FMLN, otros partidos y tres votos de
ARENA, lograr que se pague la generación
de energía. Pero no se dice nada, de los efectos negativos de la intervención
de las pandillas, en el campo, que no
sólo genera extorsiones (un millón de dólares por zafra) y otras condiciones,
que se derivan directamente del Ejecutivo y que encarecen la producción o,
evitan un mejor precio.
Es claro que existe intención
directa de destruir la estructura agraria en el país y, poco a poco, han ido juntando los elementos
necesarios para lograrlo; hoy está ya en
manos del Ejecutivo, el uso de las
tierras. Ya se está modificando el concepto del derecho al trabajo, por el de “concesión”, en aplicación al derecho del beneficiado del
café y de la caña. Sólo falta la justificación política del cambio del modelo
económico, de estas dos industrias.
El artículo titulado
“Los dueños de una finca llamada El Salvador” de la serie “Quién jodió a ARENA”, se propone presentar un sector agrario hegemónico, causante de los
males del país, en perfecta concordancia,
con la concepción agraria, presentada por el Dr. Arias y sostenida, por el
Presidente Salvador Sánchez Cerén.
Existe una intención de
destruir las distintas industrias
derivadas del agro, en favor de una
producción de subsistencia que dependa, ideológica y asistencialmente, del
Gobierno, sin que aporte riqueza
nacional.
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