Las empresas ALBA,
realizan una capitalización de utilidades e intereses, gracias a su estructura financiera y aprovechan
la naturaleza pública de este asocio en El Salvador, para cancelar su deuda, con
fondos públicos provenientes de impuestos. Es esta la razón de la existencia de
un doble presupuesto en El Salvador: el real, que maneja el Ministerio de Hacienda
y el ficticio, aprobado por la Asamblea Legislativa, dándose así, una suerte de
lavado de activos, que beneficia los intereses de Maduro, y que los salvadoreños pagamos con nuestros
impuestos, y para nuestras necesidades fiscales, tenemos que pedir prestado,
interna o externamente.
ENEPASA es la sociedad
creada por 25 Alcaldías del FMLN con una subsidiaria de PDVSA, siendo en su forma, una sociedad de economía
mixta, pero en el fondo es una empresa
pública venezolana, y pública es la
deuda que tienen las Alcaldías y, cuyos pagos se complementan con fondos de la hacienda pública. Esta es una
de las razones por las que tenemos presupuestos encubiertos: PDVSA gana por los intereses acumulados de la
deuda de petróleo, gana por las inversiones de las Alcaldía y, gana por los
intereses acumulados por el dinero prestado, a cada una de las empresas Alba en
El Salvador. Estableciéndose una capitalización de intereses y de utilidades, y
luego de servir como fuente de campaña política y corrupción, acumulando pérdidas, éstas tienen que ser pagadas por el
Ministerio de Hacienda.
La relación de 60% a 40% a favor de los intereses venezolanos,
presenta una relación desfavorable en el control de las operaciones y las
utilidades de las mismas para los salvadoreños. En el presente, El Salvador
debe $1,113 millones, a
PDVSA, ¿pero cuánto le hemos pagado ya? Esta relación no es única de El
Salvador; es el esquema mantenido en
todo el Caribe, es el esquema de corrupción político estatal que, en
definitiva, está alimentando económica y
políticamente a Maduro.
Por la estructura y
fines de las acciones de de PDVSA en El
Salvador, se está dando un blanqueo de activos que beneficia a Maduro tanto
como a la dirigencia del FMLN, pues no
ha habido un robo directo a las arcas del Estado, sino a las empresas ALBA que
ellos han administrado pero cuyas pérdidas son trasladadas al Estado. Esto debe
de ser investigado por la Fiscalía General de la República.
Los impuestos generados
por los salvadoreños, deben de ser para los salvadoreños, para cubrir las obligaciones
legítimas del país y no, para cubrir las operaciones de explotación ilegitima
que realizan extranjeros en El Salvador y que en muchos casos, no sólo han sido
estas cuentas pagadas en dinero, sino, en especie, poniendo en riesgo la seguridad alimentaria
de los salvadoreños, pues en muchos
casos pagamos en alimentos.
Debe ser investigado el
doble presupuesto, así como los pagos ilegítimos que se hacen mediante esa estructura financiera El
Salvador- Venezuela, pues dicha relación,
es en el fondo, de Derecho Público y no, privado, generando deuda que no ha sido aprobada por
la Asamblea Legislativa, pero que sí, es
reconocida y pagada por el Ejecutivo, creándose un fraude.
En estos momentos en
que la ilegitimidad del Gobierno de
Maduro, es reconocida, debemos tener claro que no es sólo el apoyo diplomático que le damos a dicho Gobierno, sino dinero y
bienes que son generados por el pueblo salvadoreño y que, en nuestro estado
precario, muchos de esos recursos se van para el sostenimiento de un tirano y,
El Salvador, necesita endeudarse para
solventar sus necesidades,
Exacto Camilo; ES NECESARIO PRESIONAR AL FISCAL Y A LA CORTE DE CUENTAS PARA QUE EFECTÚEN UNA CONTRALORIA E INVESTIGACIÓN A FONDO DEL FRAUDE QUE ESTOS NARCOTRAFICANTES ESTÁN REALIZANDO CON EL ESTADO SALVADOREÑO A CIENCIA Y PACIENCIA DEL CHANCHO CACERES DE HACIENDA
ResponderEliminarExacto Camilo; ES NECESARIO PRESIONAR AL FISCAL Y A LA CORTE DE CUENTAS PARA QUE EFECTÚEN UNA CONTRALORIA E INVESTIGACIÓN A FONDO DEL FRAUDE QUE ESTOS NARCOTRAFICANTES ESTÁN REALIZANDO CON EL ESTADO SALVADOREÑO A CIENCIA Y PACIENCIA DEL CHANCHO CACERES DE HACIENDA
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