Por
Lic.
Fernán Camilo Álvarez Consuegra
.
China
continental está en una etapa de expansión, usando como arma
“blanda”, su poder económico, lo que no debería de importarnos a los
salvadoreños, pero ahora formamos parte de su juego geopolítico contra los
Estados Unidos, aunque mantenemos con este país, dependencia económica (por el
comercio), afinidad cultural y migratoria.
La
expansión de China continental en el presente, es una vuelta a la Guerra Fría
de principios de los años 60´s, cuando existía una competencia geopolítica con
la Unión Soviética. Está ya está compitiendo en programas espaciales - antes
eran exclusivos de Estados Unidos, la Unión Soviética (hoy Rusia) y la Unión
Europea -. Amenaza con romper un muy delicado equilibrio, logrado luego de la
Guerra Fría, del cual depende nuestro actual sistema político y económico.
China
continental ha ejercido siempre, influencia dentro de su entorno inmediato, y
ahora sus pretensiones son globales: El Salvador es una pequeña pieza de su ajedrez político, pero
clave para el dominio de Centroamérica que es plataforma, para la triangulación
de productos hacia los Estados Unidos.
El
80 % de nuestras exportaciones van hacia Estados Unidos, tenemos allá poco más
de 2,5 millones de salvadoreños, en diferentes estatus migratorios y, el 20%
del PIB, depende de las remesas y la estabilidad macroeconómica depende del
dólar y, aun así, nuestro presente Gobierno, por razones nacidas en la Guerra Fría
y en el pasado conflicto armado, prefiere a China continental.
A
inicio de año, el Presidente de China continental Xi Jinping, afirmó su
pretensión de unificar china, absorbiendo a Taiwán, lo que rompería el balance
mundial en Asia, pues Taiwán, Japón, Corea del Sur y Filipinas, son claves para
el equilibrio de poder que hoy en día, existe en la región. China continental hizo este anuncio, en el
momento más complicado de la política de Estados Unidos y cuando sostiene una
guerra comercial con dicho país.
Algunos
analistas estiman que el gran desarrollo económico de China continental, en los
últimos veinte años, le ha habilitado como el gran prestamista mundial. China
continental, es el acreedor principal de los EEUU, poseedora de 1.800 millones
de dólares en bonos del Tesoro, percibiendo anualmente, casi 50.000 millones de
dólares en concepto de intereses de dicha deuda, que China se apresura en
invertir en África, con lo cual, son los EEUU los que financian, indirectamente,
la expansión china en ese continente.
Razón por la cual, la primera medida de Estados Unidos es reducir su
déficit comercial con China continental y, que no existan formas de
triangulación de mercaderías hacia su país.
China
continental ha insistido, en nuestro rompimiento de relaciones diplomáticas y
comerciales con Taiwán, como parte de su estrategia para aislar ese país. Luego
de la revolución de Mao Zedong y la evolución política de Taiwán, las
identidades de la china han ido sobre caminos diferentes y, el concepto de “una
sola china”, ha quedado como un pretexto político, por lo que nuestro gobierno,
al romper con Taiwán, ha roto el principio de auto determinación de los pueblos
y nos arrastra ahora a una lucha global, que no nos compete ni podemos ser
actores, sino infelices peones o carne de cañón.
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