Por
Lic. Fernán Camilo
Álvarez Consuegra
San Salvador, 25 de
noviembre de 2013.
El triunfo del
candidato del Partido Nacional, Juan Orlando Hernández, contra la izquierdista
Xiomara Castro, del partido Libertad y Refundación, fue en una relación
electoral muy estrecha pero definitiva: cinco puntos y medio de diferencia, con
poco más del 60% de los votos escrutados y, el 61% de abstención, y con el
Partido Liberal de Mauricio Villeda, como tercer contendiente, que obtuvo catorce
puntos debajo de Hernández, y si analizamos las tendencias de las encuestas,
migro parte de su votación hacia Hernández, ante el temor de un triunfo de la
izquierda. Nuestra elección del próximo febrero vislumbra ser muy similar a lo
que ha sido en Honduras, tanto en lo interno como en lo externo, pues los principios liberales, el temor a la
izquierda y la influencia venezolana son idénticos en uno y otro país. Y por
esta similitud de situación política, me referiré aquí, a dos fenómenos:
primero el abstencionismo y, segundo, a
la posición geopolítica tanto de honduras como de El Salvador, dentro del marco
de los intereses venezolanos.
En poco tiempo, el
abstencionismo en El Salvador, ha crecido del 19% al 29%, lo que puede atribuirse a los efectos de las
campañas electorales, que van dirigidas sistemáticamente, a la destrucción de
la imagen del contendiente, primero, en forma abstracta, tratando de anular los
fundamentos de sus ideas mediante las acciones de sus sustentantes y no de las
ideas mismas. Por parte del FMLN, los
ataques a ex funcionarios de gobierno y a sus gestiones administrativas, han
sembrado duda los meritos de estos
funcionarios, pero al dilatarse o
frustrarse estos ataques al llegar a los
tribunales y, cuando se pierde la
credibilidad del Fiscal General de la República y del Presidente de la Corte de Cuentas de la
República, debido a la parcialidad de sus posiciones, el ciudadano común, en
gran parte decide abstenerse de votar y
en su menor parte, afirma su voto para la derecha, pues piensan que el Estado, lo que está haciendo y probando enfila su
animadversión hacia la derecha y, por tal razón, enfila sus baterías contra el
que en este momento, está indefenso. La vulnerabilidad de la derecha, ha
quedado al descubierto, cuando los rumores esparcidos por el gobierno,
indicaban una redada contra todos los dirigentes de ARENA y de las pasadas
administraciones areneras, a excepción de su aliado de hoy Tony Saca; sin embargo, al limitarse las investigaciones y después
pedir la Fiscalía General de la República, sobreseimiento provisional, y haber realizado esta institución,
procedimientos muy extraños, lejos de acentuar su culpabilidad, confirman su
inocencia ante los ojos de la opinión pública; considerándose además, la muy complaciente parcialidad favorable con
que se trata a Saca y a las personas que
hoy apoyan a este ex Presidente
La segunda variable en
esta ecuación, es la percepción pública del ALBA. La condena a el ALBA por prácticas anti
competitivas, imponiéndole una multa de
poco más de setecientos mil dólares, es una cantidad insignificante para esta
empresa, para el volumen económico que maneja y que les asegura su legalización
total. El ALBA a aplicado muy bien luego el dicho: “Es mejor es hacerlo y pedir
perdón, que solicitar permiso y luego no
hacerlo”, lo cual es una buena
estrategia para su funcionamiento, pero,
es pésima en tiempos de contienda electoral, cuando la participación política de ALBA está claramente
establecida. Unas multas parecen solucionarlo todo; sin embargo, la denuncia de ARENA contra el ALBA,
ha probado la fuerza del FMLN y la victimización que hace de la derecha. Otra
denuncia muy poco conocida, es la que presentó ARENA ante la Junta Electoral
Departamental de Santa Ana, en virtud de la cual pide la inhabilitación del
Alcalde y el Consejo Municipal de dicha comuna,
por uso ilegal de maquinaria de la Municipalidad de Santa Ana, en la
colocación de propaganda electoral y, la utilización de fondos públicos para la
elaboración de propaganda efemelenista “navideña”. Y es de esperar que, fuera la Junta Electoral Departamental, en composición mayoritaria del FMLN y
UNIDAD, que también ha sido incluido en
la misma demanda, resuelva negativamente, procurando ocultar estas
irregularidades electorales, bajo las figuras de prevenciones e improcedencia, inclusive de relatar una resolución en dicho
sentido, para poder cabildear una resolución favorable a los partidos políticos
infractores, las que constituyen actos de corrupción y ejercicio indebido del
poder estatal.
La percepción pública de la política, es que la derecha es víctima
de la Izquierda. Por otra parte, los ofrecimientos tanto de Tony Saca como de Sánchez Cerén para
ganar la voluntad popular, son imposibles de cumplir a la luz de un somero
análisis de la economía nacional. Dadas las condiciones económicas del país,
estos ofrecimientos desnaturalizan los
temas de campaña y, en vez de ganar simpatías, alejan al votante por la poca seriedad y engañota
tendencia de las propuestas: ¿Podrá el Estado pagar 500,000 empleos formales
cuando en el país, sólo hay poco menos de 500,000 empleos formales? ¿Podrá
pagar el país a 500,000 estudiantes del
idioma inglés, cuando ni siguiera hay suficientes colegios o profesores de esta
lengua? Estas propuestas absurdas pero destinadas
a captar el voto de la ciudadanía necesitada, no caen en terreno fértil, porque
los ciudadanos no son ingenuos, sino muy realistas y, se alejan de las urnas o votan en contrario.
Ahora que en Honduras ha
triunfado el Partido Nacional, puede esperarse que la campaña del FMLN se
intensifique en sus ataques a la derecha, pues los intereses venezolanos necesitan que haya
un contrapeso: aunque Mel Zelaya dio un
paso inicial al ALBA, ésta no ha podido consolidar económicamente en Honduras, pero si el FMLN llegase al poder, sí podría hacerlo
mediante las empresas salvadoreñas, si estas fuesen controladas por el ALBA, y lo
mismo podría aplicarse a Guatemala. Sin embargo, hoy por hoy tener en manos
venezolanas el cuello de América, hoy por hoy se ha esfumado, retrasando sus
planes por lo menos cuatro o cinco años más, lo cual, para la Venezuela actual
significa mucho tiempo.
Los salvadoreños
debemos esperar muy optimistas que el mismo fenómeno político dado en Honduras,
se repita aquí, a principios del próximo año.
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