Por
Lic. Fernán
Camilo Álvarez Consuegra
San Salvador, 12
de diciembre de 2013.
En tiempos de
campaña electoral, suele olvidarse los objetivos ideológicos del partido,
siendo substituidos por ofrecimientos concretos, algunas veces reñidos con sus
actuaciones anteriores, pero son más efectivos para conseguir el voto. Ejemplo
de ese proceder son los ofrecimientos de Tony Saca, a los cuales me referiré en otro artículo.
El FMLN y la
izquierda en general han mantenido, en tiempo de campaña, cuatro objetivos
cuyos fines son claramente ideológicos pero que, en la práctica, facilitarán
sus acciones futuras, sean estas o no, de carácter electoral. Estos objetivos
son: a) La Fuerza Armada, b) la Mara, c) el control territorial y d) la Banca.
En la visión estratégica del FMLN, estos cuatro objetivos están íntimamente relacionados
y también lo están para la visión de la Izquierda salvadoreña en general.
La Fuerza Armada
es la organización más numerosa que existe en el país, con verdadero sentido de
cuerpo y solidaridad. Sus elementos no están limitados a los militares en
servicio activo, sino comprende también a
toda la reserva. Puede muy bien calcularse la
Fuerza Armada no menor a 300,000 hombres. La Izquierda, muy sutilmente,
aún bajo los Gobiernos de ARENA, ha ido cambiando la mentalidad de los nuevos
oficiales, primero, desde su formación en la Escuela Militar y después por
“selecciones muy convenientes” a la hora de determinar los nuevos destinos de
los Señores Jefes y Oficiales; y también
subvirtiendo a los miembros de las distintas asociaciones gremiales de
veteranos, por medio de ofrecimientos y compensaciones imposibles de cumplir
por parte del Estado, pero que los ata a
determinadas posiciones políticas futuras, en estrecha relación antiguos
combatientes del FMLN. Los procesos contra militares, por acciones de guerra,
durante el pasado conflicto armado, son parte de esta estrategia. El objetivo
general de la Izquierda, con relación a la Fuerza Armada, es su desarticulación
y neutralidad política – ideológica de
los mismos, en el peor de los casos, y en el mejor de dar resultado la
penetración de la Izquierda, pasarlos a sus filas con la convicción de que
fueron equivocadas sus acciones durante el conflicto armado. Prueba de estas
intenciones, es primero no considerar como héroes al Coronel Monterrosa y al
Mayor Calito, en un acto preparatorio para retirar sus nombres de la
institución armada, por haber sido “violadores de los Derechos Humanos” y luego
extender esa infamia a todos los que sirvieron con ellos, en la defensa de la
patria.
El segundo
objetivo de la Izquierda son las Maras. Para quienes aprueban esta política
forma de pensar y actuar, la Mara es la
comprobación científica de la exclusión social y la lucha de clases, aunque
carecen entelequia ideológica, y para suplirla, se pretende identificarles como
los herederos del espíritu guerrillero
primigenio. Aunque los antiguos
guerrilleros niegan hoy esta posición, por estar frustrados por el Gobierno del FMLN y con quienes aún desean continuar
con la lucha de clases; sin embargo se
insiste en ello, de dos maneras distintas: una por parte del FMLN,
ofreciéndoles a la Mara, beneficios económicos
a costa de la empresa privada
pero garantizado por el Estado. Esto daría a la Mara no sólo recursos sino
también un control territorial que es el pensar de los cabecillas de la Mara.
Ya se está utilizando a los mareros en las zonas rurales en las cuales dominan.
Los activistas políticos que no son del FMLN o de UNIDAD tienen que pedir
permiso a las maras para realizar su labor proselitista. La otra forma, es la
de señalarlos como una población excluida; se tiende a referirse a ellos, como
una organización monolítica y disciplinada, dirigida por sus cabecillas, por lo
que al crear expectativas de beneficios, se aumenta su cohesión interna, hasta
el grado de ser reconocida como una fuerza que no puede ser dominada por el Estado, lo cual justifica la negociación con los cabecillas
y una mayor presencia policial en las calles, y que aceptado por la
población, da mayor poder físico a las
fuerzas que están bajo el mando de Mauricio Funes sin que haya un beneficio
real de paz pública para la población.
Con la
aprobación de la Ley de Ordenamiento Territorial, se ha logrado ya el marco
jurídico para el control territorial, pero sus lineamientos se están dando muy
lentamente. Esta ley tendrá su primer fuerte impacto por la reactivación de la
línea férrea pues, en una primera etapa, no serán afectadas las comunidades a
las cuales las Municipalidades no les han entregado títulos supletorios o de
propiedad en su caso, por ministerio de ley. Para pasar a la recuperación del
resto de la vía férrea como segunda etapa, habrá que desalojar a 30,000
familias, las cuales deberán ser reubicadas pues, para tal proceso, ya se ha
dado el marco legal correspondiente. Para esta segunda etapa, sólo falta la toma
de decisiones por parte de las diferentes municipalidades. Los territorios a
urbanizar, son las fincas y los terrenos ocupados por los Beneficios en la
periferia de las ciudades o circundantes a la línea férrea. Políticamente serían estas urbanizaciones las
que menos afectan electoral y políticamente. Pues no se consideran los efectos
negativos económicos de tal medida. Los miembros de todo asentamiento poblacional
que se encuentre en derredor de una entidad productiva, podrán pedir, por medio
de la Alcaldía Municipal la suspensión de las actividades agrícolas por ser nocivas
o no convenientes a su vida en dicha comunidad. La Izquierda logra así el control
territorial por medio de las Alcaldías Municipales, cumpliendo de este modo un
objetivo que se propuso desde 1932.
La Banca, como
intermediario financiero, es el corazón del sistema económico, pero si vemos la relación, entre el
intermediario y el usuario, da la impresión, a la opinión pública, del interés
de uno contra el de miles; razón por la cual
se presenta la tendencia política de reducir por ministerio de ley la tasa de interés razón.
Sin embargo, la existencia de la Banca es de interés social, por lo cual es necesario frente a la Banca
extranjera equilibrar las necesidades nacionales con el mercado, creándose un
equilibrio entre Banca estatal y banca privada, pero en nuestro país, se ha
hecho lo contrario: se ha minimizado la Banca estatal y se ha potenciado la
extranjera y, ante la precaria situación económica nacional, se da una
restricción en los créditos privados, principalmente para el trabajo agrícola. Este
proceder es deliberado para favorecer el
ALBA, que sí está ofreciendo créditos
favorables a la industria más
desfavorecida: la del café. Lo cual es un ejemplo de lo que vendrá en lo
económico dentro de pocos años: la substitución de la Banca privada por la del
ALBA, por lo cual quedaremos sujetos a
una entidad bancaria – política, y así, de esta manera, se logrará el control
de la economía nacional por la Izquierda.
La conjugación de
estos cuatro procesos cumplirán los objetivos
políticos de la izquierda, por que consolidan su poder, aún fuera de un marco
eleccionario y aunque no tenga el poder ejecutivo,
le bastará con la mayoría parlamentaria y en los consejos municipales
pluralistas. Este proceso aquí descrito ya se ha dado en Venezuela con el
Chavismo que cuenta con el dominio de la Fuerza Armada, la economía y el
territorio, además de una milicia ad hoc para la defensa de los principios
ideológicos del Socialismo del Siglo XXI ¿Será este el cambio ofrecido con tal
persistencia y calor?
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