Por
Lic. Fernán Camilo
Álvarez Consuegra
Editor de PUBLICACIÓN
ACCIÓN
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San Salvador, 22 de
febrero de 2015.
Es curioso pero
verdadero: Joaquín Villalobos implora la justicia divina al recordar las
vicisitudes del ex sacerdote José Inocencio Alas, involucrado en la lucha
contra la “oligarquía” salvadoreña que sostuvieron, en años del siglo pasado,
tanto la Iglesia Católica progresista de El Salvador como los insurgentes izquierdistas.
Su visión que falsea la realidad, provoca a mi afición histórica, a examinar
los hechos con el severo rigor de la historia y he aquí el resultado de mi
prolija investigación.
José Inocencio Alas,
párroco, por aquellos años de Suchitoto y hoy renegado de su estado religioso,
es un típico exponente de su época: sacerdote que abandona su misión
estrictamente pastoral para convertirse en activista político del progresismo
religioso y del socialismo, tendencia adquirida en Bélgica en una etapa de sus
estudios eclesiásticos.
El entonces sacerdote
Inocencio (Chencho) Alas, fue creador de las Comunidades de Base de Suchitoto y
sus alrededores. Este había sido un proyecto de masas, derivado del acuerdo
tomado por el Partido Comunista el 9 de mayo de 1944 (así lo afirma Daniel
Castaneda, viejo dirigente comunista), es posible que en ese momento el padre
Inocencio Alas ignorase este origen, pues la estrategia para crear dichas
comunidades la había aprendido durante un Seminario realizado en México, en
donde públicamente tenía como objeto aprender la pedagogía del brasileño Pablo
Freire y al que asistió, con otros catorce sacerdotes, dentro de los que
destacan Higinio Alas, Jon Sobrino, Ignacio Ellacuría y no menciono al resto de
ellos, porque actualmente son párrocos que han renegado de la Teología de la
Liberación o han renegado de su estado sacerdotal y llevan vida seglar, pero
alejados de la política.
“El Frente de Masas”,
según el acuerdo comunista, sería abierto, pero sus dirigentes conservarían la
clandestinidad; esta condición, fue modificándose por razón de situaciones
operacionales. El Gobierno de Oscar Osorio, persiguió al “Consejo Revolucionario de gobierno (CRDS). Varios de
sus miembros huyeron del país pero José María Lemus al dar apertura política,
permitió el regreso de los exilados. Estos fundaron el Partido Radical
Democrático (PRD) y por su parte, el Partido Comunista fundó en 1959 el Partido
Revolucionario Abril y Mayo (PRAN) y, prosiguiendo la estrategia, se llegó a la
fundación del Partido Demócrata Cristiano como continuación o síntesis de los
anteriores. Vale aclarar que, la razón del nombre Partido Demócrata Cristiano fue
para obtener subvenciones de la Democracia Cristiana europea, más, aunque
lleven el mismo nombre, la Democracia Cristiana europea, es distinta a la
latinoamericana, que es muy allegada al socialismo, mientras que en Europa, se
la considera de Derecha. Dentro del contexto estratégico, se abrieron dos
nuevos frentes, el uno compuesto por la Democracia Cristiana y el otro formado
por el ala progresista de la Iglesia Católica, con la finalidad de estructurar
el frente de masas en el campo, movimiento del que Inocencio Alas, formo parte.
Con estos sacerdotes
predicadores del progresismo religioso, se creó una estructura revolucionaria
que era, hasta entonces, desconocida en Latinoamérica y que frustraba los
intentos de la Iglesia Católica para mantener su ortodoxia, y el Concilio Vaticano II, trato de contener
dicha tendencia, pero el resultado fue totalmente contrario, pues para que se
pudiese realizar el Concilio con la presencia de representantes católicos
provenientes de la Cortina de Hierro, fue necesario llegar a ciertos acuerdos
con la Unión Soviética: no condenar al comunismo y permitir que los sacerdotes
progresistas tuviesen una presencia fuerte. Esto es explicado muy ampliamente
en la obra de Don Ricardo de la Cierva: OSCURA REBELIÓN EN LA IGLESIA,
Jesuitas, Teología de la Liberación, carmelitas, marianistas y socialistas: la
denuncia definitiva.
Puede comprobarse que
al combatir esta estrategia de penetración comunistas se cometía el error de
combatirla sólo directa y materialmente, olvidándose de rebatir la ideología,
ni en cuanto al marxismo ni en cuanto a lo religioso. La estrategia para aislar
a los afiliados a las Comunidades de Base de sus familiares, y poder
introducirlos al clandestinaje, para posteriormente engrosar los cuadros de lucha guerrillera del ERP, era
la que sigue: el padre Inocencio Alas pasaba a sus “contactos”, listas de los
familiares de los afilados; y estas listas eran pasadas directamente a la
Guardia Nacional, en una clara maniobra de contra inteligencia. Lo cual
generaba detenciones que dejaban en desamparo al miembro de la Comunidad de
Base, quien tenía como única alternativa el ingreso a la guerrilla. Este
proceder, que riñe con los principios que rigen la guerra y los derechos
humanos, hacen responsable a Inocencio Alas del sufrimiento y muerte de
inocentes, lo cual es condenado por la fe católica.
Grave error es
responsabilizar a la “oligarquía” del control del Estado. A la luz de la
ideología liberal, hemos creado desde 1821 las instituciones que conforman el
Estado. Ha habido gobernantes ricos, “oligarcas” y también pobres y es hasta el
presente, que tenemos dirigiendo el Estado a un Socialista y ex guerrillero.
Esos quienes tildan de “oligarcas”, y que lo hacen como si fuese un
calificativo denigrante, tuvieron la capacidad de desarrollar al Estado; de una
colonia, hicieron un Estado organizado y culto que se ha esforzado en avanzar
al lado de los pueblos más antiguos y civilizados ¿Qué nos espera el futuro?
Cuando envidia odio y soberbia anulen a los oligarcas tradicionales, habrá
nuevos oligarcas de partido, que ya existen.
Fue por su fe religiosa
y por su hábito de vivir sin otra coacción que la ley, la población honesta y
trabajadora respondió solidariamente contra la insurgencia. Han transcurrido
setenta años desde la implementación de la nueva estrategia de masas del
Partido Comunista y hoy, la población acepta en un plano de igualdad a los
antiguos subversivos. La falta de instrucción política y de educación cívica,
favorece la aceptación de las ideas socialistas y el insidioso populismo
debilita la conciencia de la dignidad personal, así la Izquierda como pescando
en un atarrayaso, recibe los votos que son la única defensa de la ignorante
población, que con su voto, están forjando su futura esclavitud sin advertirla,
y de la cual Villalobos se sentirá su amo incondicional, por “derecho de
conquista divina”.
Y precisamente me
refiero a Joaquín Villalobos, antiguo alto dirigente del FMLN, de los ungidos
por Fidel Castro y que ha sido rechazado por sus antiguos correligionarios que
lo acusan de desbocada ambición y hechos reprobables aún para quienes no existe
el crimen sino la conveniencia. Le acusan sus ex amigos de crímenes sin cuento:
asesinato (error de juventud), traición, tráfico ilícito (durante la guerra) y de recibir dinero de
los enemigos del FMLN; en fin, cuando las generaciones futuras lean de su vida,
creerán destapar la caja de pandora ¡que horrores saldrán y cometidos contra el
mismo FMLN¡ Más, para entonces le protegerá la historia, augusta señora que
cuenta, califica y falla, pero no castiga. Hoy tienen él y todos que como a él
se pueden acusar de crímenes, la Ley de Amnistía les ampara y, en su virtud,
gozan de las prerrogativas de todo ciudadano honrado.
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