Por
Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra
Editor de PUBLICACIÓN ACCIÓN http://publicacionaccion.blogspot.com
San Salvador, 11 de febrero de 2015.
A finales de enero del
presente año, la militancia en pleno del FMLN de San Antonio Los Ranchos, en Chalatenango,
se pasó al partido Convergencia Democrática,
en rechazo a la elección de la candidatura a la Alcaldía Municipal, por
parte del FMLN, lo que, aunque parece un hecho aislado e irrelevante, en un
municipio sin importancia, revela el verdadero estado de cosas dentro del FMLN:
consolidación de su voto blando y perdida del voto duro de su militancia
histórica, resquebrajándose así, la férrea autoridad partidaria y hermetismo
que hasta ahora le ha caracterizado.
La férrea disciplina
partidaria del FMLN, proviene de la
profunda ideologización, lograda
por medio de innumerables cesiones de estudios políticos y de debates, sobre el
socialismo, llevados a cabo en sus escuelas políticas y, dirigidos por expertos
en el método dialéctico, presentando una realidad sólo congruente con el
marxismo. Impensable preparación a realizar dentro de la Derecha.
No obstante, el
contraste de la realidad nacional, con la visión marxista, no hace mella en sus
creencias ideológicas, pero sí lo hace, el autoritarismo local que atañe
directamente, a la militancia y sobre todo, la profunda división que hay entre
la militancia y la dirigencia, en razón del lucro que ésta hace, de los fondos
del erario público y de las empresas ALBA.
El ingente cobro de la
deuda petrolera, obliga al FMLN, a
decidir, si pasa al erario público dicha
deuda o si es pagada por ellos, aprovechando los sobre precios que conllevan
nuestros productos exportados a Venezuela (vía Nicaragua, en la mayoría de los
casos, para aparentar exportaciones dentro del área centroamericana). Ha
decidido la dirigencia, pagar dicha
deuda con sus propias utilidades, lo cual le permitirá, a un mediano
plazo, que las inversiones ALBA queden
libres; dichas inversiones sin embargo, aparecerán como “patrimonio personal” de
los dirigentes y no, como del FMLN, para garantizar su supervivencia económica.
Estas situaciones, agudizan el resquebrajamiento del FMLN, no por el contraste
del marxismo con la realidad, sino del marxismo con la práctica marxista de sus
dirigentes.
Los nichos políticos a
los que migra el descontento del FMLN, son, en primer lugar, Convergencia
Democrática, que le presenta alto grado de ideologización, aunque escasa
estructura partidaria, lo que permite un amplio campo político para
desarrollarse. Otro nicho al que pueden sumarse es al de Dagoberto Gutiérrez,
que más que movimiento político, gira en derredor de este este antiguo
guerrillero e ideólogo marxista, desencantado y excluido por la nueva praxis
del FMLN; y tiene, como última opción, el abstencionismo y el voto de castigo.
Los números electorales
son engañosos, pues no hacen distingo del voto de castigo, del de aprobación ni
revelan el motivo de la abstención; sin embargo, se puede apreciar claramente,
que el voto del FMLN está mutando hacia un voto más blando y sobre todo, sus
bases se están transformando, lo cual a la larga, traerá consecuencias
negativas para la gobernabilidad del FMLN, en su ejercicio futuro del poder
público.
La estrategia ideológica
del FMLN, de enaltecer a Enrique Álvarez Córdova, como un oligarca sensible a
las necesidades populares y muerto por su participación en el FDR, que presenta una visión congruente con las enseñanzas
de Monseñor Romero, tiene como propósito,
establecer un paralelo con Nayíb Bukele y Jaime Hill, en una clara intención
de atraer el voto indeciso y crear cierta duda en el empresariado de Derecha,
sin embargo, más parece que será uno de los factores que contribuirá al
resquebrajamiento inevitable interno del FMLN. Tal parece que ni la muerte de
enrique Álvarez Córdova ni la exaltación de Monseñor Romero, podrán equilibrar
las acciones negativas de la dirigencia del FMLN, ni su nueva militancia, ávida
de la dádiva gubernamental, podrá substituir a su militancia histórica.
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