Subdesarrollada es hoy Latinoamérica,
objeto de los intereses geopolíticos extra continentales y vulnerables a
dictadorzuelos populistas y políticos corruptos todo, debido al separatismo,
inducido por los localismos y la lucha de liberales contra conservadores. De
ese mal endémico, a doscientos años de su separación de España aún no se ha recuperado, por el
contrario, ha engendrado otros males, tal vez mayores.
Hoy Latinoamérica no tiene voto en España, pero el derecho que le concedió las Cortes de
Cádiz el 24 de septiembre de 1810, como depositaria de los poderes de la Nación
española, le permite elevar la voz
pregonando su desgracia, el separatismo.
Latinoamérica fue
víctima de ambiciones personales y del exacerbado localismo que la llevó a su
separación y por su causa, mantenemos aún, absurdos problemas limítrofes.
México hubiera conservado su integridad territorial, si hubiera formado una
sola estructura política con la Capitanía General de Centroamérica. Panamá, no
sería un país sujeto a los intereses norteamericanos, si se hubiese mantenido
como parte de la Gran Colombia y, ésta no se hubiese reducido, si no se hubiese
separado del Reino de La Nueva Granada. Si la Capitanía General de
Centroamérica se hubiese mantenido como La República Mayor de
Centroamérica, no sería hoy, víctima de
los intereses geopolíticos de cualquier nación poderosa y, no declararían descaradamente su interés,
en los recursos centroamericanos, siempre a despecho de su dignidad.
Dicho separatismo se
repite hoy se repite con la pretensión de independencia de Cataluña: rica y
prospera, gracias a su autonomía, pero
siendo española. Sus inversiones en Latinoamérica perderían la protección que
reciben de la geopolítica de España en el área. La competitividad de sus
empresas la beneficia su pertenencia a
la Unión Europea y a que sus puertos sirven a toda España.
La separación de
Cataluña, alentará la independencias de las Vascongadas, Córcega, Flandes, Véneto, Baviera y Escocia. Los gobiernos
europeos no permitirían la secesión de sus territorios y, no aceptarán a
Cataluña, pues por su relativo tamaño y organización, sería una carga para el
resto de Europa.
Es muy probable que
Nicolás Maduro y sus seguidores, reconozcan la independencia de Cataluña y, sería
la primera utilización de Cataluña, por un dictadorzuelo latinoamericano con la
pretensión de tener influencia en Europa.
El Gobierno de la
Generalitat, Ada Colao, Jordi Pujol, Artur Mas y otros, que han usado el
nacionalismo Catalán como su centro político y, señalados por actos de corrupción, están impulsando un desastre para la Nación
española, que dañará primeramente a Cataluña, luego a toda España y finalmente,
a Europa, que ha permitido que cambie
ligeramente, la posición de Mas,
reconociendo que Cataluña, aún no está preparada para una independencia.
Votaron en el Referéndum
de Cataluña, muchos extranjeros llegados
de toda Europa, en su mayoría comunistas y anarquistas. Pudieron apoyar la
independencia, pero no construir la independencia catalana ni mucho menos contribuir
a su economía futura, no colaborarán en la defensa de Europa, frente a las
amenazas presentes pues, el apoyo al separatismo, surge del internacionalismo.
El destino y bienestar
de los Españoles está en la unión de su diversidad, en aplicación del principio de la Unión
Europea; de lo contrario, presa serán del más fuerte: mendingarán las migajas de otros, conforme a
los beneficios geopolíticos que le aporte a terceros y carecerá de la fuerza
necesaria para privar del poder, a los corruptos. Cataluña debería verse en el
espejo de las que fueron sus colonias y, efímeramente, sus iguales.
El menor de los males
es hoy, la aplicación del Art. 155 de la
Constitución Española, para preservar los intereses comunes, unidad y soberanía de
España.
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