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jueves, 15 de agosto de 2024

CRÍSIS IDEOLÓGICA

 

CRISIS IDEOLÓGICA

Por     

Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra

Editor de PUBLICACIÓNACCION 

 

El 93% de los venezolanos creen que, el candidato Edmundo González Urrutia, gano las elecciones en Venezuela. El rechazo al modelo Chavista, en pocos meses, lo convirtió en el favorito en dicha elección, sin embargo, para llegar a ese punto, la oposición, tuvo que madurar y evolucionar desde el 2002 (Golpe de Estado a Hugo Chávez). La madurez política consistió en superar las divisiones internas y considerar, que sólo una facción electoral, no podría derrotar al chavismo. Este convencimiento, se derivó del desgaste del modelo chavista y la secuencia de fraudes electorales desde 1999. Este proceso, llevó a 7.77 millones de venezolanos al exilio, y consumió, todos los recursos de dicho país.

 

Ha creado también crisis, dentro de las distintas formas de pensamiento de izquierda, pues el chavismo, ha violado los mismos principios que la izquierda, ha defendido tradicionalmente, pero los lazos creados a partir del Foro de Sao Paulo y las conexiones terroristas del pasado, obligan a aceptarlo y rechazarlo a la vez.

 

La promoción de la Justicia Transicional y la Justicia Restaurativa, ha sido impulsada por la izquierda, como medio de lucha continuada y evitar, que hubiese regímenes militares. Al desarrollarse estas ideas, se concibe la figura de la Justicia Universal, el Estatuto de Roma, Corte Penal Internacional, Corte interamericana de Derechos Humanos etc. Y ahora, surge la figura de un Fiscal de Derechos Humanos, que puede actuar a petición de los diferentes Estados o entidades internacionales. Toda esta evolución jurídico-política, ha sido apoyada por el pensamiento progresista; sin embargo, hoy Venezuela, ejecuta los mismos actos que pretendieron evitarse: violaciones a los Derechos Humanos de forma, masiva y sistemática, en contravención de la normativa internacional.

 

Esta contradicción, se percibe en las tres distintas opiniones de los países americanos: los que reconocen a Maduro, los que reconocen a González y los que apoyan la institucionalidad venezolana, pero piden que se compruebe el triunfo de Maduro. La izquierda latinoamericana, no puede reconocer que Nicolás Maduro ha ganado, sin menospreciar la voluntad manifiesta del pueblo venezolano y avalar la corrupción institucionalizada venezolana.

 

Reconocer el triunfo de González Urrutia, confirma el fracaso del modelo chavista y con ello, la aplicación del socialismo en otros países, pues a la larga, el socialismo, cae por su propio peso.

 

El 2018, al iniciarse la ruptura del FMLN, por las acciones preelectorales de Nayíb Bukele;  rompe los nexos de la dirigencia con su estructura, señalándola de corrupta, por sus relaciones con ALBA PETROLEOS, tensando las relaciones Maduro-Bukele, cuando inicialmente, Bukele se había declarado abiertamente socialista, revolucionario y chavista.

 

Aprovechando la ruptura interna del FMLN, Bukele, procura un acercamiento aparente, con Estados Unidos, mientras refuerza, de manera oculta, sus relaciones con China y Rusia. Ahora, ya no hay duda de su orientación geopolítica hacia los enemigos de occidente, pero distanciándose del chavismo. Los acuerdos privados entre la Embajador Manes, Ernesto Muychondt y Bukele, todos fueron incumplidos por este último.

 

Los Gobiernos de México, Colombia y Brasil, apoyan el socialismo del Siglo XXI, pero creen que la posición de Nicolás Maduro, perjudica la causa socialista, por lo que estarían favoreciendo una nueva elección o una negociación, entre el oficialismo y la oposición. Tales sugerencias, favorecen la posición de Maduro, pues somete a una mayor tensión a Venezuela, esperando, muy posiblemente, a que el aparato de represión venezolano, se imponga a las protestas opositoras.

 

De caer el régimen de Maduro, se desbarata el chavismo, pues tiene que sobrevenir la desarticulación del régimen, o un cambio en las personas que conforman la estructura actual del Estado, pues la separación de poderes, y la institucionalidad como tal, no existen ahora.

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