Por
Lic. Fernán Camilo
Álvarez Consuegra
Editor de PUBLICACIÓN
ACCIÓN
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San Salvador, 20 de
enero de 2015.
Acepar el liderazgo de
Monseñor Romero, implica aceptar también su doctrina, su ortopráxis y el
martirio de su muerte. Y sostenerlo por parte de ARENA, traerá un debate sobre la labor
política y santidad de Monseñor Romero; debate que se generará tanto dentro de
las filas de la Derecha, como dentro de las de la Izquierda, la cual cuestionará
los principios liberales de ARENA, su
existencia y sus fines, frente a la doctrina de Monseñor Romero. Sin que
importe cuál fue, causa real de tomar esta posición política: por populismo, por quitar bandera a la izquierda, por
ignorancia, por fervor religioso o, por un cambio en la praxis del partido,
carece de importancia, pues el debate quedó ya, abierto.
Jorge Velado,
Presidente de ARENA, afirmó que el COENA apoya la propuesta de Zamora, porque aseguró
que, Monseñor Romero “es un líder histórico en el país, es un
líder religioso y es un líder para nosotros los católicos, porque fue nuestro
guía y la cabeza de nuestra Iglesia. Por lo tanto, merece el reconocimiento
como lo han merecido otros religiosos en el país que han hecho un tremendo
trabajo”. Estos juicios, expresados escuetamente, hieren la imaginación, y obligan a la especulación, sobre
el trasfondo que tienen.
Monseñor Romero fue un
líder político: su “opción por los pobres” estaba relacionada con la pobreza
material y no, con que con la espiritual, lo que le llevó a rozar la Teología
de la Liberación apoyando los movimientos insurreccionales contra el Gobierno
del país. Por esta posición política de Monseñor Romero, se pretende llevarlo a
los los altares, no sólo de la Iglesia
Católica, sino también de todos los movimientos religiosos que apoyan el
chavismo en Venezuela y, a toda tierra latinoamericana, en donde la Teología de
la Liberación se ha manifestado.
Si las declaraciones de
Jorge Velado las ha motivado el populismo para quitar bandera al FMLN, ya
Monseñor Romero será un santo salvadoreño, y deberá según la lógica, estar por
sobre la política electoral. Más, el FMLN jamás abandonará a Monseñor Romero, como
uno de sus símbolos políticos; por el contrario, ya contará ahora, con un
“patrono”, que intercederá por la obra del FMLN, la cual identificarán con las
enseñanzas y doctrinas de Monseñor Romero; a ellas referirán todas sus acciones, pasadas, presentes y
futuras.
Si ha sido por
ignorancia o fervor católico, no se han sopesado las repercusiones políticas de
tal afirmación: es característica propia del liberalismo, la separación de Iglesia y Estado. En los
diferentes sectores que conforman a ARENA, no hay separación entre católicos,
protestantes o de cualquiera otra confesionalidad, razón por la que la guía
política del partido, no puede ser guida por ninguna confesionalidad, salvo la
creencia universal de la existencia de Dios único y verdadero.
“Para luchar por la justicia en
una “organización popular” no es necesario ser cristiano ni reconocer explícitamente
la fe en Cristo. Se puede ser un buen político o trabajar bien por la
realización de una sociedad más justa sin ser cristiano…” Párrafo
tomado de la IGLESIA Y ORGANIZACIONES POLÍTICAS SOCIALES, (Punto II) APLICACIÓN
DE LOS PRINCIPIOS, párrafo 4, Lealtad del Cristiano Político a su FE, de la
TERCERA CARTA PASTORAL DE MONSEÑOR ROMERO. ¿Reconoce o reconocerá hoy ARENA su
apoyo a las organizaciones populares de esa época: Bloque Popular Revolucionario,
FAPU, LP28, etc, que fueron las
organizaciones de fachada del FMLN? Si así es, está legitimando la insurrección
que dio origen al conflicto armado y, negando se está la legitimidad de las
acciones que combatieron a esas fuerzas, y también justificando los secuestros,
asesinatos, destrucción del país, y que la muerte de más de 11, 000 mil
soldados en combate, fue resultado de la justicia social popular. Si así es, ya
no existe partido de Derecha: sólo existe sólo un conglomerado que, fiel a la
Constitución y a los principios liberales, se mantendrá firme en sus creencias
políticas y que afirmará siempre, que sólo en las creencia y valores cristianos,
es posible una sociedad justa sujeta a las leyes, que son el engranaje que sustenta la paz
social en desafío a la insurrección y al poder popular.
ARENA ha cometido
desvíos ideológicos, que han pasado
inadvertidos, y que han tenido una repercusión
a muy largo plazo: los libros de historia patria, aprobados por el Ministerio
de Educación en tiempos de la Ministro Cecilia Gallardo de Cano, reconocen que
el Mayor Roberto D’Aubuisson, fue el asesino de Monseñor Romero y hoy se acepta
en los colegios privados, que ARENA se robó
la Banca en los años 90 y que la oligarquía criolla, se robó las tierras de los
indios pobres y los esclavizó con las tiendas de raya. Esta nueva forma de
pensar, sólo consolida a la izquierda en su poder y atenta contra nuestro
sistema liberal.
El triunfo electoral de
ARENA, no es para disfrutar el triunfo del partido como lo es cuando nuestro equipo
de deporte triunfa. Es para que los representantes electos, realicen una
función de contraloría política, la cual
debe de estar de acuerdo con la voluntad y sentir de sus electores, expresada
en su ideología, de lo contrario, ya no valdrá la pena cualquier triunfo electoral,
sólo será un bien económico para
aquellos que buscan lucrarse del cargo público. Y que son fáciles de
identificar por sus afirmaciones de que “no pueden ya corregirse los errores
ideológicos pasados y hay que dejar de lado todo señalamiento para
concentrarnos en el triunfo electoral, que es lo que importa”.
La Derecha debe de
llamar al orden ideológico, pues en vez de cantar EL SALVADOR SERÁ LA TUMBA
DONDE LOS ROJOS PERECERÁN, se entonará: EL SALVADOR SERÁ LA TUMBA DODE LA DERECHA
TERMINARÁ….ARENA
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