Por
Lic. Fernán Camilo
Álvarez Consuegra
La última encuesta de LPG
Datos, UFG y, el análisis del investigador Dr. Oscar Godoy, muestran una tendencia que
puede resumirse así: 1) habrá segunda
vuelta electoral, 2) Nayib Bukele ha llegado a su tope de aceptación, pero ya desciende,
3) Carlos Calleja aún tiene potencial de crecimiento, pero los problemas
internos de ARENA, no le permiten aprovecharlo, 4) el FMLN, aunque consolida
parte de sus bases, tiene nulo valor, en la primera vuelta y, esto puede ser
decisivo para el triunfo de Bukele, en
segunda vuelta, 5) la voluntad del electorado la mueve la emoción, y no, el
razonamiento.
Bukele ha aprovechado la
emoción que despiertan la anti- política y el populismo y, ha llegado a su tope electoral, ayudado por su
red de troles, que mediante las redes
sociales alcanza al 44% de la población.
Ha puesto su tope electoral, gracias a su ingreso a GANA, uno de los partidos, a
juzgar por la población indecisa, de más alto índice de corrupción.
Por dicho juicio va
bajando, en la medida en que él no
aparece y, pese a que no es atacado por corrupción
en sus dos pasadas administraciones. Denota su vulnerabilidad, la agresividad
con que responde ante cualquier señalamiento y, en el afán de mantener su
imagen, pretende cambiar los símbolos de
GANA.
Bukele está llevando la
iniciativa política, pues el socavar la unidad del PDC, es una maniobra que
veremos repetirse, en el PCN y ARENA, explotando los resentimientos internos y
la corruptibilidad de políticos de carrera: que no incidirán significativamente
en una votación, pero que sí, son manejos del gran show montado por Bukele.
Carlos Calleja, está en
el nivel más bajo de su posibilidad electoral, pues como su potencial de
crecimiento, tiene un 51% de indecisos. Parte de este potencial, es la masa que
apoyó a Javier Simán y que ha quedado resentidos por la actitud de los mandos
medios, que apoyaron a Calleja. Lo que dio ventaja electoral en las internas, es hoy lastre en las presidenciales.
Al triunfo electoral de Calleja, se interpone el interés
local de los mandos medios; pues la unidad necesaria de hoy, pone en peligro,
para estas personas, el control futuro del partido, lo cual afectará sus
candidaturas para el 2021. Sin embargo, el descalabro en las presidenciales, no
sólo golpearía al partido, sino también al país, perjudicando sus aspiraciones.
Aunque el FMLN ha
logrado consolidación parcial de sus
bases y poder interno, parece que no será un fuerte contrincante: posee una
aceptación, la mitad de ARENA y, un tercio de Bukele, pero, puede ser
decisorio, en una segunda vuelta. La corrupción de sus funcionarios y la protección a Mauricio Funes, son lastres que no le permiten lograr el favor de
los jóvenes; el otro, es la inamovilidad
de su cúpula.
La utilización de la última donación de Taiwán al país, no está
dando el resultado esperado y, tampoco dará resultado, la ayuda China para el FMLN;
pues no hay tiempo para que sea usada electoralmente, sin embargo, establece una
suerte de relaciones que serán continuadas por quien gane, sobre todo si es Bukele, pues la mayoría de sus funcionarios
saldrán del FMLN, dando a la izquierda, una especie de renovación, aunque no cumplirá
las expectativas deseadas: sólo
asegurará la impunidad de la cúpula del FMLN.
Calleja necesita primero,
consolidar a ARENA y luego, publicar la
corrupción de Bukele. La imagen de éste, como corrupto y negociador con
pandillas, no ha sido aún afirmada, en
el sentir del indeciso.
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