MANIPULACIÓN POLÍTICA
Por
Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra
Es manipulación política el aviso contra el Presidente
de ARENA Gustavo López. No tienen razón las voces que piden su renuncia o
separación temporal de su cargo, mientras la Fiscalía investiga el caso
presentado por el Ministerio de Defensa. Este, no es un caso normal, sino una
manipulación política, que rompe la gobernabilidad
La gobernabilidad comprende las
instituciones y los mecanismos con sus procesos que determinan cómo se ejerce el poder; cómo se toman las
decisiones sobre temas de inquietud pública y, cómo los ciudadanos articulan
sus intereses, ejercen sus derechos, cumplen sus obligaciones y median sus
diferencias. Todo se logra mediante la articulación armónica de las diferentes
fuerzas y actores sociales, y con la autonomía de cada uno de ellos, según su
rol social.
Pero cuando desde la
Presidencia de la República tratase de modificar alguno de éstos factores
de poder, mediante la manipulación de un sector en particular, la natural
articulación social, se entorpece. La presión que se ejerce para que Gustavo
López renuncie, utilizando situaciones que nunca fueron mencionadas antes de
ocupar su cargo, constituye una manipulación: la elección interna de un partido
político, tiene el mismo valor de una elección política nacional, pues la
naturaleza social del partido político y la exigencia de democracia, dentro del
mismo, para preservar la naturaleza democrática del sistema constitucional, da
plena legitimidad a su nombramiento.
Los señalamientos
contra Gustavo López, han sido motivados por su cargo en el partido político, no
fueron hechas antes de su nombramiento o vienen de la iniciativa Fiscal o del
Ministerio de Defensa o Corte de la Cuentas, por valoraciones propias, si así
fuese, sería pertinente su renuncia o distanciamiento de su cargo dentro del
partido político. Pero siendo originado por su posición política, frente a la
presidencia de la República, se vuelve político cualquier señalamiento, por lo
cual no es pertinente su renuncia o separación del cargo.
Cualquier persona que
ocupe la dirección de un partido político, empresarial, gremial o sindical, que
no sea del agrado de Bukele será señalado o presionado y si le pidiésemos por tal
motivo la renuncia, estaríamos alterando la gobernabilidad del país, pues lejos
de facilitar las relaciones de gobierno, las estaríamos enmascarando, en una
ficción de aprobación, por la exclusión de la disidencia, lo que a la larga,
genera un clamor no escuchado, pero latente, que desemboca en insurrección,
como en Bolivia o Venezuela.
La gobernabilidad no
viene de un mero consenso social, sino del acomodo pacífico y armónico de las
diferentes fuerzas sociales, según sea en estas, su magnitud e influencia
dentro de la sociedad, conciliando los intereses de éstos grupos, para la
satisfacción de los mismos.
Si Gustavo López
renuncia, llegará otro en su lugar y si éste, no fuese del agrado del
Presidente Bukele, sería él o su empresa señalados de algo, hasta que llegase
alguien a gusto de Bukele.
El respeto a la
autodeterminación de los pueblos, no se refiere sólo a la capacidad de un país
de nombrar a sus gobernantes, sino también a la capacidad de cada una de sus
instituciones a elegir a sus autoridades y proclamar sus fines, objetivos y
principios dentro de la sociedad.
La vía para la elección
de los funcionarios de primero y segundo grado, nace en el partido político y,
si éste fuese manipulado, se estaría manipulando el sistema político desde su
base, y en consecuencia, se estaría alterando la gobernabilidad.
Hemos visto como la
manipulación interna de los partidos políticos mayoritarios ha provocado su
caída, mediante el voto de rechazo, por la existencia de la “oposición
silenciosa”, hoy vemos la misma oposición, actuando contra Bukele, luego de la
manipulación de políticos, medios de comunicación, gremiales y empresarios.
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