SISTEMA POLÍTICO SALVADOREÑO

 

Por      

Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra

Editor de PUBLICACIÓN ACCION

 

El actual sistema político, basase en el partidarismo, con tendencia hacia el cambio revolucionario, creando nueva realidad. Ofrece hoy, este cambio, muchas facetas, por lo que analizamos los cuatro partidos principales: Nuevas Ideas, ARENA, GANA y FMLN. Fue sólo esperanza, la estabilidad que se esperaba luego de las elecciones. La realidad, nos lo confirma.

 

Conforme a la lógica del sistema electoral normal, no era posible NI, lograse el número de diputados que tiene hoy, pero sí, si lo considéranos producto de un movimiento molecular disipado. porque en este, los fenómenos son diferentes, lo cual también explica, lo relativo a los pocos votantes, de los otros partidos políticos, incluyendo a su aliado, GANA.

 

La estabilidad que precede a toda elección, para el acomodo de las fuerzas políticas y posibilitar la gobernabilidad y gobernanza, o sea: el entendimiento en las  relaciones políticas, entre diversos actores, en el proceso de decidir, ejecutar y evaluar decisiones, sobre asuntos de interés público, es proceso que se caracteriza como juego de poder, entre los funcionarios electos, en el cual coexisten, el entendimiento y cooperación, como reglas del sistema democrático.

 

Esto es lo que pretendió explicar el Diputado René Portillo Cuadra, pero fue interpretado por el Gobierno y sus Troles, como sumisión y entreguismo. Las declaraciones de los funcionarios de NI, se centran en “la deducción de responsabilidades” para la anulación de todo contrato de servicio, elaborado antes del 28 de febrero; un poco, en acciones futuras, a base de asistencialismo y no, en la continuidad del Gobierno, reafirmando que NI, se comporta como un movimiento molecular disipado, que para mantenerse, necesita de la lucha constante, tal como como es necesaria, la constante alta temperatura, para un huracán.

 

Esta situación, también es peligrosa, para la estabilidad de NI, pues como partido político, ha creado estructuras locales, dependientes de los allegados a Bukele, hoy ministros o parientes, forman parte de la estructura de poder del Ejecutivo, y tienen tiene intereses propios, chocando con los de la inmensa mayoría, que les dio el voto.

 

A la par de la del candidato, la imagen de Bukele, suavizó esta fricción y les permitió el triunfo, pero no será posible mantenerla, durante el ejercicio del poder, sin que haya una lucha continua, alejando la posibilidad de la gobernanza y la gobernabilidad.

 

Nayib Bukele es Presidente por GANA, pero dicho partido, en vez de crecer, ha disminuido sus Diputados a la mitad, estando en una tercera posición, casi a la par del FMLN, lo cual indica que, luego de estas elecciones, tenderá a desaparecer, siendo absorbido por NI, sin beneficio de su dirigencia, que será excluida.

 

Si ARENA, cambia su marcha, himno y sus principios, para “renovarse”, como lo ha hecho con sus símbolos y colores, de manera muy disimuladamente, tendrá un rechazo total, pues en cuanto más cerca esté de la tendencia del Gobierno, más se alejará del votante conservador que quiere estabilidad y no podrá captar al votante de NI.

 

Si la pugna de poder que ha sufrido el FMLN, desde el 2004, es ganada por José Luis Merino y sus allegados, formará parte de la estructura de Gobierno, favorable a Nayib Bukele, por conveniencia de poder y por comunidad ideológica. La mayor parte de NI, viene de la estructura purgada del FMLN y, aunque la fuerte identidad del FMLN, no le permitiría una fusión, sí habría una unión práctica y operacional, como en el pasado, la hubo entre el FMLN con el FDR.

 

La comprensión de este fenómeno es fundamental para poder oponerse a los cambios revolucionarios que tendrá que implementar Bukele, para mantenerse en el poder.