Por
Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra
Editor de PUBLICACIÓN ACCION
Hemos visto recientemente, los desaciertos de este
Gobierno y, el peligro que representa su continuidad para la vida social; pese
a la claridad de dichos peligros, la popularidad
del Gobierno no desciende en relación congruente, con la magnitud de sus
errores o, sus implicaciones futuras, por lo que se puede advertir, que existe
un fenómeno “foca”, para referirnos a quienes sólo aplauden sin entenderlo y,
no relacionan que las acciones de éste
Gobierno, están destruyendo al país, conllevando, la desgracia de quienes le
habitan, por lo que es necesario analizar este fenómeno “foca”.
La oposición y las entidades extranjeras han expresado
claramente su mensaje, advirtiendo los efectos de las acciones de Bukele y de
su creciente autoritarismo, pero dicho mensaje parece no ser entendido en su
totalidad o ser creíble, para la psiquis de sus más acérrimos seguidores, pese
a que dichas advertencias, son claras y contundentes, por lo que el fenómeno debe
ser estudiado, desde la perspectiva de la comunicación.
El mensaje es claro, enviado por personas de alta
credibilidad y seriedad, pero transmitido principalmente en redes sociales,
cuyo alcance es limitado y, los que ocupan medios masivos como la radio o periódicos,
se ven limitados por la acción del Gobierno, sea con la amenaza de cierre de
frecuencias o, por presiones económicas. Encontramos aquí, un primer problema.
El segundo problema, es la decodificación, pues el
lenguaje, si bien entendido por académicos y profesionales, no lo es por
quienes tienen sólo un nivel mínimo o nulo de instrucción. Esto es por la incomprensión
(decodificación) de los conceptos expuestos. Bukele no usa conceptos complejos,
que impliquen un significado técnico, sino ejemplos de la vida cotidiana, fácilmente
manipulables por el populismo.
El tercer problema es la retroalimentación, pues si no
se comprende el primer mensaje, los subsiguientes, son rechazados a priori,
volviendo más difícil la comunicación, que puede definirse como “Comunicación
es la transferencia y la comprensión de significados” (Robbins y Coulter, 2005).
La tendencia actual, es enviar mensajes por las redes
sociales, creando debates. Pero si sólo se envían breves mensajes, sobre ideas
complejas, la correcta decodificación, se dificulta por lo complejo de las
ideas y, del alcance limitado del debate y, del medio empleado. Otros medios de
comunicación, pueden ser bloqueados o interferidos por el Gobierno, por lo que
es necesario enviar mensajes directos, breves y fácilmente comprensibles, y de
persona a persona, fuera de las redes sociales, lo cual permita la interacción,
para crear la retroalimentación, que ahora, no se da.
Si el mensaje puede ser decodificado correctamente, el
fenómeno “foca” se revertirá contra Bukele, en el tiempo necesario para evitar
la destrucción del país.
Por ejemplo, hablar de inflación, es un concepto vacío
e incomprensible para quien vive del trabajo diario y al sufrirla, asimila
mejor la propaganda gubernamental, que le dice que se debe a la especulación del
“comerciante”, desviando la atención, de sus verdaderas causas: las acciones
del Gobierno. Debe explicársele que comprará más caro el pan, porque la
manteca, harina y el gas, están más caros por la imposición del Bitcoin.
La explicación de que las relaciones con Estados
Unidos, están en su etapa más baja, es otro ejemplo, el salvadoreño común, no
lo entiende, pero si se le dice que no recibirá remesas porque el Gobierno está
contra Estados Unidos, sí lo verá claro.
Debe haber un cambio en la comunicación y, hacérsela
directa, fuera de la posibilidad de ser detenida o distorsionada por el
Gobierno, aduciendo que hay delito de “traición” por entendimiento con extranjeros
o, por denuncia de que el Gobierno pretende iniciar expropiaciones.
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