Por
Lic.
Fernán Camilo Álvarez Consuegra
Editor de PUBLICACIÓNACCION
En
las últimas cuarenta y ocho horas, el oficialismo ha enviado dos mensajes
políticos, ambos negativos para su imagen: asume las mismas conductas que
utilizó el bukelismo, para el desprestigio de los partidos mayoritarios: ARENA y el FMLN, lo cual
genero en estos, una reacción de apatía política, que fue la plataforma inicial,
para el cambio que significaría el bukelismo y, fue la razón de que éste ganara,
sin tener una estructura territorial y activismo tradicional.
Es
evidente, que la Asamblea Legislativa, ha disminuido su personal, pero ahora,
con un mayor presupuesto, se gasta en contrataciones, de méritos académicos o
de capacidades no reveladas, pero si, sus apariciones públicas, en sugestivas
ropas o bailando en un tubo, lo que envía el mensaje, que su contratación se
debe a razones no políticas, ni relacionadas con la gestión pública. A la par
de estas contrataciones, se hace público, que un ex Diputado de Nuevas Ideas,
es contratado en la misma Asamblea Legislativa, pero como empleado y con un
sueldo, aún no revelado.
Tales
situaciones, hieren la conciencia pública y un Diputado responde, “ el pueblo siempre
es desagradecido y desorientado”, dando a entender, que la relación
elector-representante, se ha roto. Esta situación, fue la que el bukelismo
señaló, para atacar a los partidos políticos, otrora mayoritarios, para
deslegitimar su posición política. Hoy, esta situación, se revierte sin un aparato propagandístico contrario, sino
con las acciones, de sus propios funcionarios.
El
segundo mensaje negativo, lo da la publicidad de la creación de CHIVO WALLET y
CONSTRUCTORA EL SALVADOR, que han sido publicitadas como empresas privadas, para
competir, en la ejecución de proyectos de naturaleza pública, pero resulta que
son entidades privadas, creadas por instituciones de Derecho Público.
Si
bien la doctrina jurídica, considera la posibilidad de la actuación del Estado,
como privada o particular, es necesario que haya claridad en el Derecho a
aplicar, pues podría existir un fraude de Ley, al Derecho Administrativo. Esto
es por la responsabilidad hacia otros particulares y la evasión de la contraloría
del Estado.
La
Asamblea Legislativa, creó en el período Saca, un fidecomiso sin fondos, para
poder emitir deuda pública, como privada y, evadir las reglamentaciones
vigentes. Tal acción, fue advertida por la banca internacional y por esto, su
gestión, no prosperó, pues no tenía la garantía soberana necesaria. Esta situación
fue explicada con posterioridad, como una forma de manipulación fraudulenta y,
el bukelismo, lo utilizó, para desprestigio de ARENA. Hoy se hace lo mismo,
pero desde el Ejecutivo, que controla formalmente, Nayíb Bukele.
El
FMLN, creó asocios municipales de sus Alcaldías, con Alba PETRÓLEOS, lo que
significó una defraudación de $ 1,200 millones, sin que interviniese la Corte
de Cuentas. Esto fue el germen para el fraccionamiento de su militancia, con su
cúpula. La militancia, apoyó luego al bukelismo.
Destruir
o dañar por sus acciones, al oponente político, implica que, en su gestión
pública, no se realicen tales prácticas, pero si se realizan y adquieren una dimensión
mediatica, sus efectos son mucho mayores, que el causado inicialmente, a su
oponente.
Al
descubrirse la corrupción en BANDESAL, lo cual había sido imposible de
realizar, sin la colaboración conjunta, de la Asamblea Legislativa y del Órgano
Ejecutivo, limitó su efecto negativo, al encarcelar a Juan Pablo Duran. Pero ahora, los mismos diputados, se niegan a
castigar a quienes realizan actos de corrupción, pues consideran que, ya
pasadas las elecciones, pueden prescindir de la voluntad de la población.
Estos
mensajes negativos, marcan un aislamiento o rompimiento en el orden político,
entre gobernante-gobernado y marcan, el inicio de su destrucción.
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