Por
Lic. Fernán Camilo
Álvarez Consuegra
San Salvador, 17 de Julio de 2014.
En PRENSA LATINA de la Habana, puede leerse
desde el día martes 15, una noticia no
publicitada en El Salvador, la cual dice: San Salvador, 15 jul (PL) El Gobierno de El
Salvador manifestó su repudio a las agresiones de Israel contra el pueblo de
Palestina que ha ocasionado numerosos muertos y heridos…A través de un
comunicado emitido por la cancillería, el gobierno salvadoreño "condena y
rechaza enérgicamente el incremento de agresiones armadas de Israel contra la
Franja de Gaza"…. Dichas acciones "ocasionaron la pérdida de vidas
humanas, centenares de heridos y la huída de miles de palestinos de sus
hogares, además de graves daños materiales", añade el texto. La
posición diplomática de El Salvador, es congruente con la expresada por los
otros países Latinoamericanos de izquierda (Cuba, Uruguay, Chile y Venezuela)
lo cual era de esperarse luego de la manifestación frente a la Embajada de
Israel, en San Salvador, en la cual se pedía el retiro de nuestro embajador en
Israel.
La posición de la Cancillería
Salvadoreña, la ha motivado su antipatía hacia la política internacional de los
Estados Unidos y simpatía, por razones de interés político, con el grupo
terrorista Hamas; más, si se analiza el conflicto palestino-israelí, compruebase
que éste seguía un camino lento y tortuoso pero con una hoja de ruta clara, la
cual debería ser apoyada por El Salvador, en atención a dos realidades
sociales: la primera que la presencia de palestinos (generalmente descendientes
de cristianos ortodoxos) y de judíos en El Salvador, ha sido siembre de armonía
y bajo la protección que el suelo salvadoreño ha brindado a sus inmigrantes y
segundo, porque aunque este país, tradicionalmente ha apoyado al Estado de Israel,
ha sido siempre con apego a las disposiciones de las Naciones Unidas. Además,
es de hacer notar que la agudización de la crisis actual del conflicto tiene
además como marco de fondo, el aparecimiento del Estado Islámico.
El Estado Islámico ha
logrado un rápido crecimiento gracias a la incorporación, bajo un solo mando,
de grupos terroristas ya existentes y en actividad, y así, pretende el control
de toda el área que antiguamente constituyó el Imperio Otomano. Omitiendo las
valoraciones de si tal fin puede o no lograrse, es realidad que sí hay en la
región del Magreb (Marruecos, Tunes, Libia, Argelia, Sahara Occidental y
Mauritania) grupos que, no sólo se muestran partidarios de la idea, sino
también están dispuestos a sumarse a tal ejército y así constituyen una seria
amenaza para el Estado de Israel y los Estados Árabes pro occidentales, que se
encuentran en la región de Mashrek o Levante, región opuesta del Magreb, pero
que forma parte del mundo árabe.
Complica aún más el
conflicto en Palestina, la propuesta por parte de Egipto, de un cese al fuego,
pues a las economías occidentales no conviene que en el medio oriente haya un
conflicto mayor que él ya existente. El rechazo de este “cese al fuego” por
parte de Hamas y su aceptación por parte de Israel, aunque haya sido por pocas
horas, coloca a éste en la posición de un Estado que ejerce su legítima
defensa, aunque Palestina haya solicitado la protección de las Naciones Unidad
y por todo lo cual, hubiese sido más conveniente que El Salvador adoptase una
posición diplomática más prudente y en apoyo al Derecho Internacional, sobre
todo cuando la condena a Israel por parte de El Salvador no tiene efectos
prácticos sino de propaganda política.
El Salvador, al igual
que el Parlamento Centroamericano, se encuentra sosteniendo posiciones sobre
conflictos foráneos que no nos competen, como este y el dar su apoyo a la
“solución” del conflicto de las Malvinas, cuando éste no es de competencia ni
de interés de esta área del continente, ni mucho menos lo es del Parlamento Centroamericano.
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