Por
Lic. Fernán Camilo
Álvarez Consuegra
El FMLN y Bukele han
celebrado la proclamación de Carlos Calleja como candidato presidencial de
ARENA, le creen el menos capaz con los apoyos más endebles y circunscritos al ámbito
partidario y por ende, un candidato fácil de vencer. Ven lo que les parece
debilidad de su contrincante, pero no ven sus propias debilidades, que son
mayores. La izquierda padece profunda
división y, mientras la cúpula actual de las FPL, persista en su creencia de
que sólo ellos son capaces de realizar
el proyecto socialista revolucionario, tendrá un obstáculo para lograr el
número de votos necesarios para mantenerse en el poder.
Ya no es viable en El
Salvador el proyecto revolucionario, debido al derrumbe socialista
latinoamericano, a la corrupción de sus dirigentes y, el caos creado por las
ideas socialistas. El Salvador, como parte del Triángulo Norte, es una amenaza regional; por su emigración,
narcotráfico y corrupción de sus instituciones públicas, facilitados por la búsqueda
del FMLN del poder total, lo cual provoca el deseo de un cambio de Gobierno, para
restaurar el orden perdido.
La candidatura de Hugo
Martínez, es un intento de reunificar a la izquierda, en derredor de la actual
cúpula, permitir un acercamiento hacia
Bukele y legitimar la candidatura de Gerson Martínez, todo dentro de una medición de fuerzas, entre
los ortodoxos y renovadores.
En este momento, el punto
clave de la reunificación de la izquierda, es el repudio a la cúpula, la cual se afirma como un grupo oligárquico y que afirma los principios revolucionarios como pretexto para su permanencia en el poder;
mientras dicha situación persista, tendremos seguridad de que el peso del mal
gobierno del FMLN, favorecerá la candidatura de Calleja.
Si se da una recomposición del FMLN con Bukele, sin el cambio de la
actual cúpula, Bukele perderá mucho del apoyo que hoy tiene, pues el rechazo a la actual cúpula del FMLN,
es lo que ha permitido crecer a Bukele y se disipará también, el efecto en los apáticos
y en el voto indeciso de ARENA.
La presión interna que
favoreció a Calleja, puede ser un escollo para la cohesión de ARENA, pero si se
cumple lo acordado en su último Congreso y se evita el doble cargo dentro de la
dirigencia del partido, respetando las atribuciones orgánicas, se
evitará la acumulación de poder, que es causa de distención.
El mensaje de Javier
Simán, luego del triunfo de Carlos Calleja, ha sido de unidad e institucionalidad
del partido, por lo que la tirantez preexistente al 22 de abril, es innecesaria
en el presente y todo ejercicio de la misma, es acto que pone en peligro el
triunfo seguro de ARENA en el 2019
Hay que entender que la
visión de la actual cúpula del FMLN es que, gracias a ellos, el proyecto
revolucionario existe en El Salvador y que nadie más, puede ejecutarlo. En
cambio, ARENA es la unión de diferentes sectores, con intereses diversos, pero que entienden que sus metas individuales,
sólo pueden ser logradas dentro de los principios de libertad y por ello se
cohesionan más, según les amenace la izquierda. Calleja es hoy el elemento
visible de la defensa común.
La única manera en que Martínez
o Bukele puedan llegar a la presidencia el 2019, es que ARENA entrase en una
crisis institucional, provocada por sus rivalidades internas, gestadas desde los
mandos medios y sin que la cúpula lo evite.
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