Por
Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra
El gran filósofo y militar chino, Sun Tzu, señala como
principios aplicables a la guerra “Objetivo, ofensiva o iniciativa, sorpresa,
unidad, engaño, adaptabilidad, medio ambiente, seguridad, movilidad,
concentración, coordinación”. Son también estos principios, aplicables a la
política, en cuyo caso, se efectuará guerra política, lo cual puede explicar
algunos acontecimientos de la vida política nacional.
Según algunos tratadistas, se dio en El Salvador, la
maduración y el clasicismo de la lucha insurgente moderna - iniciada el 2 de
mayo de 1808 en Madrid -, descrita en la “Teoría del Guerrillero”, del militar
alemán Carl Schmitt. Perfeccionando la lucha insurgente-revolucionaria, con las
teorías de Mao Zedong, Hồ Chí Minh y el
General Võ Nguyên Giáp que perfeccionaron la estrategia del “Frente
Unido” (la utilización de medidas militares para impulsar medidas políticas y agotadas
estas, repiten el proceso, tantas veces como sea necesario para romper un
posible estancamiento político o militar). A este proceder se debe la consolidación de China Popular en
territorio continental en 1949, y la perdida de la guerra de Vietnam, lo que
obligó a Taiwán a estudiar la razón por la que perdió la guerra y cómo
contrarrestar las acciones estratégicas del Frente Unido, fundando el Colegio de
Guerra Política, el que, con posterioridad, se llamó Colegio Fu Hsing Kang.
De todas estas estrategias y
contra estrategias, surge la guerra política, que vemos hoy en nuestro país,
aunque en su mayoría, los políticos ignoran sus principios y se dejan llevar
por el populismo para “ser queridos”, y discursos “motivacionales”, olvidándose
del principio de la guerra política: “La oportunidad de asegurarnos contra la
derrota, está en nuestras propias manos, pero la oportunidad de derrotar al
enemigo, la provee él mismo”, máxima de Sun Tzu, quiere decir: basta con no
cometer errores, aprovechando los del contrincante, para obtener la victoria.
Lo vemos por ahora y, gracias
a lo cual, Bukele ha subido, manteniendo la iniciativa política, haciendo que
los partidos políticos, por medio de sus representantes en la Asamblea
Legislativa y en los Consejos Municipales, profundicen sus errores. Bukele y
Saca, tienen en sus filas a varios graduados del Colegio Fu Hsing Kang y sus
estrategias se pueden apreciar en sus programas y troles, mientras que el FMLN,
aunque trató de mantener la teoría del Frente Unido, potenciando a las maras
como brazo armado; no funciono su estrategia, pues no pudieron ideologizarla y
ponerla bajo su mando, logrando sólo que la mara tuviese cohesión y advirtiese
su potencial de negociación frente a la sociedad; además, el electoralismo le
hizo perder su objetivo revolucionario, privando el afán de lucro personal.
ARENA por su parte, también abandonó los principios estratégicos de la guerra
política, siguiendo únicamente los operacionales electorales, guiándose en su
estrategia, más por los principios del
marketing comercial, que por el político, dándose la implosión del partido,
pues el objetivo de su cúpula sólo ha sido la preservación del mando interno,
creyendo que con ello, se podrá recuperar el poder; por esta última conducta,
se alejó el voto duro, al comprobar que no se aplicaban los principios
fundacionales.
Sólo la Asamblea Legislativa
está siendo señalada hasta hoy como corrupta, pero si la Corte en Pleno, aplica
los Art. 17 y 18 de LEY SOBRE EL ENRIQUECIMIENTO ILICITO DE FUNCIONARIOS Y
EMPLEADOS PUBLICOS, podrían cesarse en sus cargos, a la mayoría de los miembros
del gabinete, creando una crisis constitucional, que seguramente sería resuelta
a favor de Bukele, con el apoyo de la Fuerza Armada, y la pregunta es: esta
crisis que ya está planteándose ¿es producto de una estrategia para precipitar
otros acontecimientos o, de la ignorancia y megalomanía?
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