Por
Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra
Exhumarán, en pocos días, los restos del Generalísimo
Francisco Franco, sin tribútale los honores correspondientes a un Jefe de
Estado; negándole una misa y retirándole a su familia el derecho sobre sus
restos. Unidos Podemos (partido de izquierda) dice que no basta con exhumar sus
restos, sino que hay que juzgar a los franquistas (el único problema es que han
fallecido, pues la Guerra Civil terminó el 1 de abril de 1939). Hay voces que
piden demoler el Valle de los Caídos, por ser un monumento “fascista”, sin
considerar su verdadera naturaleza: un monumento al sufrimiento del pueblo
español y a los horrores de la Guerra Civil, que provocó una lucha fratricida,
por un mejor futuro de España.
En España, se piden reparaciones económicas por los
efectos de la Guerra Civil y el régimen franquista, confundiendo la naturaleza
de la Nación española, con un régimen que, al fin y al cabo, fue transitorio,
en una etapa muy particular de su historia. Ese mismo sentimiento anti
franquista, potenciado artificialmente por 44 años de propaganda, ha provocado
hoy el separatismo en Cataluña y, si esta se logra, provocará la escisión de
otras regiones autonómicas, finalizando con la abdicación o derrocamiento del
Rey.
Combatir militarmente a la armada izquierda
revolucionaria. es relativamente fácil, pues los hechos están claros: en
España: asesinaron a miles de sacerdotes, monjas y civiles, quemando los sitios
sagrados y destruyendo la infraestructura productiva. Aquí volaron puentes,
hubo genosidio y cometieron muchos crímenes de Lesa Humanidad. Pero la
verdadera lucha ha sido con las ideas, pues luego de los Acuerdos de Paz, la
lucha ideológica fue abandonada por la derecha, creyendo que era innecesaria,
centrándose en la lucha electoral. La izquierda ha tenido un trabajo constante,
desechando la estructura caduca y corrupta del FMLN, surgiendo renovada, en el
presente Gobierno.
Ahora se pide 10 años de cárcel para todos los
oficiales que participaron en el conflicto salvadoreño y no se aprobó una Ley
de Reconciliación, por establecer medidas alternas a la prisión de los mayores
de 60 años o, con enfermedades terminales y crónicas. Hubo oposición por que se
prohibía la extradición de juzgados y no se aprobaron millonarias reparaciones,
que usufructuarían las instituciones querellantes, formadas por la izquierda.
Como ejemplo de esta lucha ideológica global, se puede
citar el documental “Las Dos Cataluñas”, transmitida en Netflix (2018), el cual
se presenta como un documental imparcial, pero editado con todas las técnicas
subliminales posibles, para favorecer el separatismo catalán, por lo que se
convierte en instrumento de propaganda, destinado a formar la opinión
internacional. Hoy continuado por el “Tsunami Democrático” que pretende crear
una crisis sistematizada y prolongada en España. Siguiendo los mismos objetivos
de los documentales sobre Monseñor Romero, el Mozote o sobre nuestro pasado
conflicto armado.
Aquí se suprimió ya el nombre del Coronel Domingo
Monterrosa, de la nomenclatura militar: la izquierda está condenando ya, el
despliegue militar para la recuperación territorial (primera declaración del
Procurador de Derechos Humanos). El auge ideológico de la izquierda, sólo ha
sido posible por la timidez de la derecha, que no comprende que se libra una
lucha constante en favor de los principios destructivos de la izquierda, sin
que se haga nada para contrarrestarla.
Hoy la inestabilidad de Chile, sólo ha sido posible
por la lucha ideológica que allí se libra y, si no se entiende la naturaleza de
ésta, se perderá la libertad y con ella, todos los beneficios económicos,
sociales y tecnológicos de los que gozamos hoy.
La izquierda primero cambia el pensamiento, luego la Ley,
después destruye la Fuerza Armada y a los políticos, por último, aniquila el
régimen económico y así, ya no hay fuerza social para oponerse.
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