Por
Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra
Editor de PUBLICACIÓN ACCION
La mayor parte de serios economistas y de gran reputación, advierten para El
Salvador, peligros y desventajas, por el uso del Bitcoin: ven ventajas sólo los
“influencers”, “Geek” y negociantes de la criptomoneda y, si las potencias están
procurando controlar el ciberespacio, e imponer reglas, para no ser afectados
desde tal ámbito, por la delincuencia y terrorismo, conviene entender algo de
la naturaleza del Bitcoin, relacionándolo con la realidad física.
El economista norteamericano Steve H. Hanke, profesor
de economía aplicada en la Universidad Johns Hopkins, Baltimore, ha dicho:
“legalizando el Bitcoin colapsa la economía de El Salvador” y, en la revista
Forein Policy, que analiza temas económicos y globales de toda índole, se dice:
“típico del errático estilo de gobierno de Bukele”, al analizar sus medidas
económicas. En igual sentido, el colegio de Profesionales en Ciencias
Económicas (COLPROCE) se ha pronunciado y, los periódicos extranjeros: El País (España) y los noticieros de la BBC
(Inglaterra) y DW español (filial de Deutsche Welle) de Alemania.
En oposición, están los “influencers”, personas que,
en base a sus seguidores, son pagadas para inducir a una opinión, sin análisis
previo, en procesos ya definidos por la psicología social; puede tenerse cierto
entendimiento al respecto, si se estudia la obra “Introducción a la Psicología
Social”, de Eduardo Crespo Suarez (Universidad Complutense). Dichos
“influencers”, llaman a Bukele un “Héroe Geek” (persona que ama y vive para
promover la tecnología, entendiendo los procesos tecnológicos y sus fundamentos
matemáticos).
En programas españoles de opinión, que han debatido sobre
la criptomoneda, ha surgido a luz, que los “influencers”, reciben mucho dinero,
de quienes tienen sus negocios en estos procesos tecnológicos, en razón de
marketing, por lo que se puede apreciar una clara conexión de Strike (la
empresa que promueve el Bitcoin en El Salvador) con la promoción del proyecto
de Bukele y, cuyo representante, ya estuvo en nuestro país, varios meses antes
del anuncio de que se enviaría el proyecto de Ley Bitcoin, a la Asamblea
Legislativa.
Nadie promoverá, en el marketing de sus negocios, las
desventajas y riesgos de sus productos, como no lo hacen, los anuncios de
tabaco, alcohol, legalización de la mariguana o de “precios bajos y cómoda
cuota”, comida chatarra etc. Pero los economistas de las Universidades, de los
Colegios profesionales y los periodistas, si muestran estas desventajas: su
objetivo, es preservar la armonía social, en base al desarrollo sostenible y
permanente, e informar sobre la realidad de las cosas: vemos el interés
mercantil, frente a la pretensión de mantener la estabilidad e información
imparcial. Por eso llámase “minería”, a la producción del Bitcoin, que en
varios países, ha sido rechazada por el daño medioambiental que genera.
El uso masivo de computadoras (dispositivos) más las
supercomputadoras y sus sistemas de enfriamiento, generarán un consumo de energía
tal, que puede sobrecargar el sistema eléctrico de un país, como ya pasó en
Venezuela e Irán. Razón por la que se ha limitado su uso, lo cual obliga a
utilizar redes, con fluido constante y, para mantener éste, es necesario quemar
combustibles fósiles, aumentando la cantidad de CO2 en el ambiente, lo cual
causa el efecto invernadero y el calentamiento global: se pretender usar
energía, de “los 170 volcanes salvadoreños”, por lo que posiblemente, colapsará
la red eléctrica nacional, con perjuicio de nuestra industria y servicios, y la
posibilidad, de un encarecimiento de la energía eléctrica.
Estas situaciones tienen implicaciones en
centroamérica, que serán tratadas en otro artículo. La cuestión siempre palpitante,
es si queremos la estabilidad y beneficio nuestro o, un perjuicio a nuestra
economía, en beneficio de extranjeros: no cambiemos oro (dólares) por espejitos
(Bitcoin).
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