Por
Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra
Editor de PUBLICACIÓN ACCION
Parece actualmente, que la política salvadoreña, está unificando
varias políticas, fusionando elementos de control social, a nivel operativo,
sin que exista para la nación, intención verdadera de bienestar nacional: gira
en derredor de la consolidación del poder interno del oficialismo; en un momento
determinado, puede destruir a sus aliados políticos, todo para sostener la
acumulación del poder, perseguido hasta este momento.
La estrategia general, aplicada por el Gobierno, es
muy similar a la Chavista y, a la basada en los objetivos planteados, por los
distintos Foros de Sao Paulo, pero sin que exista una conexión orgánica o, de dependencia
con aquellos grupos; por el contrario, se ha distanciado con la izquierda
nacional e internacional, por razones de poder: los considera, parte del pasado
del país y, un objetivo a destruir, como lo está haciendo, con las estructuras
de la derecha.
Las similitudes con los Foros de Sao Paulo, están en
los objetivos y métodos, no en los fines, pues el oficialismo, ha tomado formas
muy exitosas, para obtención y consolidación de poder, aplicándolas a sus
intereses y fines propios. Planteando en todo momento, un enemigo contra quien
luchar, utilizando, por medio de la comunicación, con los elementos de
distracción, descritos por Noam Chomsky, en las “10 Estrategias de Manipulación”.
El cambio en la Sala de lo Constitucional y del Fiscal
General, fue para poder controlar al Órgano Judicial, por medio de las distintas
elecciones de segundo grado, que han sido la conclusión del dominio de la
Asamblea Legislativa. Todos estos planteamientos, tuvieron su origen estratégico,
en los Foros de Sao Paulo.
El cambio en la Fuerza Armada, ha sido logrado por el
relevo del Alto Mando y su disposición de cumplir las decisiones políticas del
Presidente, aún contra la misma Constitución e institucionalidad nacional; proceso
favorecido, por el cambio en los planes de estudio en la Escuela Militar,
efectuados luego del conflicto armado. Falta su disolución o transformación a
otro cuerpo, cuyo objetivo sea el de dar apoyo a la PNC en cuestiones de interés
interno, viendo los intereses del Gobierno, como los nacionales: cambios también
planteados en los Foros de Sao Paulo.
El Gobierno ha basado su campaña electoral, en los
principios de Noam Chomsky: N° 5 “Dirige al público como criaturas de poca edad”,
N° 6 “Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión” y N° 7 “Mantener
al público en la ignorancia y la mediocridad”.
Ahora estabiliza los cambios realizados, en base a los
principios N° 1 “La estrategia de la distracción N° 2 “Crear problemas y después
ofrecer soluciones”, N° 3 “La estrategia de la Gradualidad”, N° 4 “la
estrategia de diferir” o de “presentar la situación como dolorosa y necesaria,
en razón del bien común”.
Si la Ley Bitcoin no se ejecuta por ahora, servirá de distracción
para cambios constitucionales y, la supresión de los diputados opositores, será
justificada por su oposición y convivencia con grupos oligárquicos, que están siendo
presentados, como enemigos internos.
Por ahora, muchos grandes empresarios, se han visto
beneficiados por las gestiones de Bukele y esperan hacer buenos negocios en el
futuro, pero al destruir a la oposición, pasará a otro pretexto (distracción),
y ellos serán, el siguiente objetivo para mantener un enemigo interno. Estados Unidos
es hoy el enemigo externo, y se extiende, al resto de países que creen en los
principios democráticos; por ello, coquetea con China, Rusia y otros países.
El escarnio con que hoy se trata y, serán tratados los
opositores de derecha, es para que su castigo, induzca al miedo y evite la
protesta ciudadana. Esperemos más acusaciones similares.
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