Por
Lic. Fernán Camilo
Álvarez Consuegra
Editor de PUBLICACIÓN
ACCIÓN
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San Salvador, 24 de
diciembre de 2014.
Equivalente a una muy
fuerte amonestación, ha sido cuanto dijo Medardo Gonzales, Secretario General
del FMLN, sobre Nayib Bukele: “Se encuentra desubicado en sus declaraciones”,
referente, a la responsabilidad de Sigfrido Reyes, por los actos de corrupción
que se le imputan. En efecto, la dicha expresión, equivale a una muy fuerte
reprensión y un retiro de su apoyo personal, si se considera, el hermetismo con
que maneja el FMLN sus cuestiones internas y, sobre todo, el efecto siempre
medido de sus comentarios.
Uno de los peores males
y peligros de nuestra política, es la posición populista de Nayib Bukele, pues claro
es, que con tal posición, sólo se pretende ganar el apoyo popular sin estar
seguro de cómo se cumplirán las promesas y cuáles serán los medios con los que se
harán realidad las promesas; más, de lo que sí se está seguro es de que sí se
obtendrá el ejercicio autoritario del poder. Este mal del populismo, no sólo lo
podemos apreciar o sentir en el FMLN, sino también en otros partidos políticos,
cuyos candidatos tienen una larga data en otros partidos políticos, en los que
la ideología (forma de ver, enfocar y resolver los problemas prácticos) no
cuenta; es en realidad, un pretexto para servir a la bandera de conveniencia,
según sus intereses momentáneos.
Pero volviendo a Nayib
Bukele (“Bukelito”, como le dicen unos, para distinguirlo de “Bukelon”, su
padre, Imán Suní del Islam, en El Salvador) ha presentado siempre una imagen
abierta y favorable a la Izquierda, pero sin practicar sus principios: todo lo
contrario, utilizando para su beneficio personal, el libre mercado, lo que es
naturalmente lícito, mas no lo es, que
pretenda para el demás empresariado (sobre todo su competencia), el socialismo
del Siglo XXI.
Su imagen de “Comunista
de Derecha”, puede gustar a muchos, pues presenta entre dos ideologías un hacer
populista y además, representa una separación
clara de la dirigencia del FMLN. Aunque ésta, lo ha aceptado con el fin de
poder conquistar a aquellos nichos poblaciones a los que de otro modo, nunca
podría atraer, dadas sus posturas
políticas durante el pasado conflicto armado, de las que su dirigencia, por
cuestión de imagen, no puede desligarse, sin aparentar ante sus antiguas bases,
la situación de traidor.
La imposibilidad de
funcionario público de ser políticamente fiable, por no ofrecer una forma de
pensamiento congruente, aleja al votante y daña el sistema democrático representativo,
favoreciendo sólo la instauración de la
democracia participativa, el populismo y el caudillismo. ¿Qué pensaría la
población si un candidato a Alcalde, fue, en su juventud, un miembro de las
FPL, ingresa luego por insatisfacción con la dirigencia del FMLN, al PDC, y después,
por pugnas personales y no encontrar el apoyo deseado, ingresa a los “Amigos de
Mauricio”, y luego, busca cobijo dentro de ARENA? Lo mismo se puede decir de
Nayib Bukele:, un empresario que busca la preeminencia política que no pudo
encontrar dentro de su gremio y, siempre, como empresario, pugna por el
socialismo del Siglo XXI, viendo a los ex - combatientes del FMLN, como
políticos fracasados en su lucha social y en lo económico, y tiene tal aprecio
de sí mismo, que espera que esta gente menospreciada por él, le dé su voto,
tiempo y trabajo para que él se coloque en el poder municipal.
En conclusión el
populismo de Nayib Bukele se sintetiza así: “TODO PARA MI, Y PARA EL PUEBLO, EL
ESPEJISMO DE LAS CUENTAS DEL HABIL COMERCIANTE.
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