Por
Lic. Fernán Camilo
Álvarez Consuegra
Editor de PUBLICACIÓN
ACCIÓN
http://publicacionaccion.blogspot.com
San Salvador, 10 de
abril de 2015.
Desde James Monroe (5°
Presidente) hasta George Walker Bush
(43° Presidente) de los Estados Unidos,
la política de ese país, hacia
Latinoamérica, fue dictada por los
intereses geopolítico norteamericanos en el área, y por sobre consideraciones
ideológicas, de acuerdo al pragmatismo político; tal proceder parece cambiado
por el Presidente Obama, cuya política sobre los intereses norteamericanos, vuélvese
contradictoria con las acciones del
mismo Departamento de Estado, que favorecen a la Izquierda latinoamericana, en una
visión romántica de la Izquierda, propia
de mediados de los años 70´s.
Consiste el error de la
administración Obama, en considerar a los
Gobiernos latinoamericanos de Izquierda, queridos y apoyados en sus políticas,
en sus respectivos países; debe considerarse que, los diferentes procesos democráticos, sólo
revelan una faceta de la realidad: la del número, sin tomar en cuenta que el
origen de dicho número: es producto del populismo, la coacción o la imposición
del desinterés político de la mayoría de los ciudadanos, cansados ya de votar y
de ver que sus gobernantes, sólo se llenen los bolsillos con el dinero del
erario público, facilitado por los préstamos internacionales, y, en muchos
casos, producto de los impuestos del contribuyente de los Estados Unidos.
Claro ejemplo de dicho
proceso, es el caso de El Salvador: el FMLN, con todo su peso político, sólo
pudo recabar veinticinco mil firmas, en apoyo a Nicolás Maduro y contra la
administración Obama; si comparamos esta relación con la total población votante, de: más de cuatro millones
y con quienes le han dado e voto al FMLN, un millón, probamos que dicho número no es
representativo para establecer la política de un país, ni mucho menos para
justificar que el Gobierno de El
Salvador, este gozando del apoyo de sus
gobernados, por lo cual, el Departamento
de Estado, está apoyando en El Salvador, por puro formalismo, y romanticismo, a
un Gobierno que abiertamente conspira contra la Administración Obama y se
regocija en los problemas que enfrenta Estados Unidos, y que sólo desea de este
país, su dinero y beneficios.
Claro está que la
administración Obama, apoya al Gobierno del FMLN, como su “opción política” en
El Salvador, pues espera que sea éste el que solvente en el área, los dos
problemas fundamentales de los Estados Unidos: la emigración y el narcotráfico.
Más, lejos de combatir directamente
dichos problemas, las acciones del Gobierno salvadoreño las fomentan, pues tienen
ideológicamente, una visión equivocada de la realidad: todo es producto de la
injusticia social y de la necesidad de
reparar daños históricos. La realidad es que
las dos principales causas del problema, son el desincentivo a la empresa
privada y la incapacidad del Gobierno para mantener la paz interna.
De continuar en El Salvador
las políticas y la vida tal como están, se corre el riesgo de una “somalización”
del conflicto; idea ya expresada por el analista de Izquierda Dagoberto Gutiérrez;
lo cual puede preverse que a un corto
plazo, hará más agudo aún el problema de la emigración, favoreciendo el
trasiego de droga por El Salvador; y a además, a un mediano plazo, puede desbordar
esta situación hacia Honduras y Guatemala.
Aunque estos errores de
la Administración Obama, ya son evidentes para algunos analistas y, seguramente
también para algunos en el Departamento de Estado, persiste aún esta visión romántica
de la Izquierda; la deportación del General Eugenio Vides Casanova y del
Coronel Inocente Orlando Montano así lo demuestra. Y no es en sí, el hecho de
su deportación lo importante, sino el reconocimiento de que las acciones de
estos dos militares, fueron violatorias a los derechos humanos: pero en defensa
de los intereses norteamericanos de la época, según los criterios establecidos
por el mismo Departamento de Estado. Abren dentro de los mismos Estados Unidos,
una puerta que inevitablemente, desembocará en procesos contra los mismos
norteamericanos que colaboraron con la Fuerza Armada de El Salvador.
Llama la atención de que
Departamento de Estado, desclasificó los experimentos realizados por compañías privadas,
aunque habían sido sub contratadas a mediados de los años 40, por el Gobierno
de los Estados Unidos, para ejecutar experimentos en indígenas de poblaciones
aisladas, en Guatemala. Después de un intento fallido de juzgar al Gobierno
Federal, se inicia juicio civil contra
las compañías que habían sido contratadas
por el Gobierno Federal.
Se le está revirtiendo
al Presidente Obama su política hacia Latinoamérica, y en consecuencia se
preguntarán ¿qué mal hicimos para que nuestros aliados se hayan vuelto nuestros
enemigos?: la respuesta será siempre la misma: sus aliados de antaño siguen
siendo sus aliados, pero los de
Izquierda, nuevos “aliados” de los Estados Unidos. Para ellos es sólo
una fuente para satisfacer necesidades,
lo cual sólo crea un aliado condicional, mientras obtiene provecho, Estados Unidos, desecha a sus verdaderos
aliados naturales: la Derecha.
No hay comentarios:
Publicar un comentario