Por
Lic. Fernán Camilo
Álvarez Consuegra
Editor de PUBLICACIÓN
ACCIÓN
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San Salvador, 27 de
diciembre del 2015.
La relación Nayib
Bukele - FMLN, parece deteriorarse muy rápidamente, aunque parece ser su
progresivo distanciamiento, por ambas partes, muy medido; dicho proceso puede, en algún momento, crear una tercera
fuerza política, que tenga un financiero apoyo árabe y un discurso
populista, que resulte más nocivo al
país, que las dos opciones que hasta hoy hemos tenido: ARENA y el FMLN.
La general percepción
es que la corrupción interna de los partidos políticos, no permite espacios
para nuevos actores. Los beneficios económicos que se obtienen cuando se llega
a los puestos públicos, por medio de la militancia partidaria, sólo sirven para
que sus colaboradores formen las estructuras locales de dichos partidos. Este fenómeno,
causa la desatención a los verdaderos problemas nacionales; por esta razón, la
mayoría de los salvadoreños ha perdido el interés en la política; mantiénese
una relación promedio del 26.5% del voto duro de ambos partidos mayoritarios, y
baja o sube un poco, dependiendo de la relación de poder alcanzado en las
elecciones, pero sin marcar una tendencia de crecimiento, fuera de la captación
del voto flotante. Esta relación, desde 1994, se ha mantenido constante, pero
por el aumento de la población joven, y la agudización de los problemas interpartidarios,
podría ser hoy el momento en que ésta constante, sea modificada.
Nayib Bukele ingresó a
la política, por medio de su empresa publicitaria Nölck, y la eficiencia y
confiabilidad de la misma, le ha permitido escalar posiciones con la dirigencia del FMLN, sin
haber sido un combatiente o un convencido de las ideas de izquierda, pero con
el apoyo financiero y el político de su padre, el Ing. Armando Bukele, quien atraía políticamente, a buena parte del
capital árabe del país. Puédese afirmar que la ideología de Bukele no es de
izquierda, aunque tampoco es liberal o capitalista; públicamente se ha
declarado de Izquierda radical y muy favorable en privado, a las empresas
particulares de sus allegados, ofreciendo un conveniente discurso, conforme a
la audiencia que en un momento tuviese.
El imparable desgaste
del FMLN, será una carga muy pesada para quien tiene ambiciones presidenciales,
como las tiene Nayib Bukele. La posición actual del FMLN, de cerrar el círculo de poder
interno, en derredor de los antiguos “Comandantes”, excluye a Bukele, de
cualquier posibilidad de crecimiento político dentro del FMLN, por lo que se le
ve hoy, más confrontativo con la dirigencia del FMLN; estrategia que tiene un triple propósito: mostrar su
independencia, su capacidad política propia y crear una situación tensa, que
desemboque en un alejamiento definitivo con el FMLN. La dirigencia del FMLN, está
cautamente guardando cierta prudencia y distancia con Bukele, sin romper con él,
para no dar una imagen de intolerancia que le perjudicaría y más bien
espera que Nayib Bukele dé este paso,
para que sea él quien quede como traidor.
En las elecciones pasadas,
se especuló sobre la falta de tino político de Fito Salume al exponerse a una
contienda que de no ganar, dañaría su impecable imagen pública. Sin embargo,
algunos afirmaron que su objetivo sólo era llegar a la Alcaldía de San Salvador
como Concejal y de allí, desplegar una
serie de ONG´s que cimentarían su base política, con miras a una próxima elección
presidencial y Bukele se sumaría a dicho proyecto, ya que estaría sustentado
por Democracia Salvadoreña, en creciente expansión, además, que contaría con el
capital árabe consolidado hoy políticamente, por el nacionalismo árabe en El Salvador.
Si bien, los objetivos planteados no se dieron en su momento, aún subsisten y
son válidos para situaciones presentes y futuras.
El triunfo electoral de
Nayib Bukele, se debió al peso político del FMLN, a la fuerte inversión económica
en la campaña, por parte de Bukele, a la
lucha interna de Norman Quijano en ARENA, a lo precipitado de la organización
de Edwin Zamora, a la campaña desorganizada entre candidatos a Diputados por
ARENA, con el equipo de Campaña de Zamora y, al normal desgaste de ARENA en la
Alcaldía de San Salvador. Del análisis de estas causas, se puede concluir, cuál
es la verdadera fuerza electoral de Bukele. Sin embargo, con todas sus acciones
presentes en la Alcaldía, Bukele procura sumar nuevas fuerzas para él y no,
para el FMLN; además, está procurando explotar, en su beneficio, las fuerzas que
están descontentas con ARENA, en el Departamento de San Salvador.
Las recientes
declaraciones del ex Fiscal Luis Martínez, sobre la participación de Nayib
Bukele en el caso de los trolls del Caso Bunker, revela ciertos rasgos de la
personalidad oculta de Bukele y su desprecio por la prensa libre: todo es
válido para conseguir poder y destruir a los enemigos.
Nayib Bukele, presenta
ciertas características que son comunes con Perón, Chávez, Fujimori, Morales y
Correa. La capacidad de explotar el descontento generalizado con las fuerzas
tradicionales, agotadas ya, por una incesante lucha entre sí y sostenidas por
la corrupción. La capacidad de dar un discurso que satisface las necesidades de
la población descontenta, pero sin que nunca llegue a realizarlas
materialmente. El populismo de esos gobernantes, sólo trajo más hambre y
pobreza a sus naciones.
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