Por
Lic. Fernán Camilo
Álvarez Consuegra
Editor de PUBLICACIÓN
ACCIÓN
http://publicacionaccion.blogspot.com
San Salvador, 28 de
mayo de 2016.
El Tribunal Oral
Federal 1 de la Ciudad de Buenos Aires, ha pronunciado Sentencia condenatoria,
contra catorce militares en situación de retiro, por acciones en la década de
los años setenta. Acciones que evitaron la muerte de miles de sus conciudadanos
y que su Estado, fuera consumido al servicio de una potencia extra continental.
Actuaron, a semejanza de todas las Fuerzas Armadas latinoamericanas.
Hoy se las ha
perseguido, juzgado y condenado, pero esta persecución, no puede cambiar lo que fue real: gracias a su
lucha, la insurgencia se vio, en la necesidad de negociar la paz, sometiéndose a
la vida democrática. Su servicio, no ha tenido fin, continúa por razón de esta
condena, y su condena es en realidad, una presea, que premia sus acciones
pasadas en defensa de la Patria.
Y es porque la gloria,
no se alcanza sólo en la victoria: también en el sufrimiento de la humillación
y el escarnio, venganza del vencido que hoy logra, por otros medios, lo que no
pudo por la fuerza de las armas. La Justicia Transicional es la nueva arma
política, empleada por medio del Derecho. La acción de los militares en las
luchas intestinas latinoamericanas era en virtud, del legítimo derecho de defensa
del Estado, pero hoy, la coercibilidad de los jueces, ejercida contra los
militares, mana también del Estado; sin embargo, hay profunda diferencia:
antes, fue para proteger a la mayoría de los ciudadanos y a sus instituciones
democráticas; hoy, es todo lo contrario: para satisfacer los intereses de una
minoría que aún vive en el pasado conflicto armado, por lo que estos procesos
son continuación de la subversión armada.
Otra diferencia está en
qué, esta nueva corriente de pensamiento político – jurídico, amenaza las
mismas bases del Derecho: los conceptos de amnistía, como medio de solventar un
conflicto, de prescripción, de retroactividad y las penas absurdas, obligan a
pensar en un Derecho Injusto, ampliamente expuesto y desarrollado por el
abogado, juez, camarista y filósofo católico argentino, Juan Alfredo Casaubon,
que explica desde el pensamiento tomista, lo justo “simplecita” y lo justo “segundum
quid” (lo justo relativamente tal) que significa que, dada la imperfección humana
adapta el Derecho a su realidad y conveniencia (la “utilitas” humana) a la que
se refiere Santo Tomás. Por esta razón debemos de referirnos como “normas
injustas”; sin embargo, cuando la Justicia Transicional y la Justicia
Restaurativa, buscan crear una estructura jurídica mucho más allá de las
simples normas y pretende abarcar Derecho de Propiedad, Derechos Humanos y las
demás relaciones del Estado con el Particular, se está frente a un peligro
real, dentro del Derecho: el planteamiento de una estructura intrínsecamente
injusta que altera los valores tradicionales cristianos que, juntamente con la
tradición jurídica romana y la política griega, conforman nuestro ser cultural
occidental. La política no puede hacerse a través de la Justicia Transicional,
porque esta, destruye el fin del Derecho: la armonía social.
Los expedientes
judiciales podrán llevar los nombres de los militares y, reclamarlos por medio de la Difusión Roja de Interpol; más los miles de latinoamericanos que vivieron tal
época, saben la verdad de esos aciagos tiempos y pensarán siempre que, gracias
a las Fuerzas Armadas, cumplidoras de su deber, no fueron asesinados como en “La
Cabaña” por Ernesto “Che” Guevara o utilizados como escudos humanos y mercancía
política, en la toma de Palacio, en Bogotá.
La Fuerzas Armadas Latinoamericanas
no actuaron solas: en el plano político, miles de ciudadanos pusieron parte del
esfuerzo, rechazando a la insurgencia izquierdista y manteniendo el aparato del
Estado en funcionamiento y, cuando fue necesario, muchos se sumaron a la
resistencia armada, como sucedió en Nicaragua, hasta el triunfo del sistema
Democrático.
Este día, los militares en situación de retiro,
argentinos, salvadoreños, chilenos, guatemaltecos y peruanos, no están siendo condenados
pues estas condenas son presea, en reconocimiento a sus pasados servicios a Latinoamérica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario