La figura de Monseñor
Romero, el reciente nombramiento de cinco Cardenales y el cambio del Prefecto de la
Doctrina de la Fe, marcan claramente la línea de expansión de la Iglesia
Católica. Y dicha expansión, en el caso de Latinoamérica va muy de la mano de
la participación política de la Iglesia: ya se vislumbra en El Salvador, cómo
puede aprovecharse electoralmente, esta nueva posición del Catolicismo.
Walter Araujo, seguidor
del ex Presidente Saca y, actual agente del FMLN, ha propuesto responsabilizar
a ARENA, del martirio de Monseñor Romero y atribuirle una relación totalmente
anticlerical y contraria a los principios cristianos. Su filiación - encubierta
con el FMLN -, le permite proponer lo que no puede hacer su nuevo partido:
llamar a la insurrección contra la Sala de lo Constitucional, Trata de que esta
nueva posición católica antiliberal, se vuelque contra su principal opositor:
ARENA, atrayendo hacia el FMLN, el voto católico por rechazo a d’Aubuisson y su
partido.
Monseñor Romero es figura
clave en la expansión del catolicismo latinoamericano: se considera su doctrina
teológica, dentro del catolicismo de la Iglesia, pero en delgada línea gris, con la herejía de la Teología
de la Liberación, pues su ortopraxis (la
acción o el privilegio del carácter de
la acción, por sobre el valor de los principios doctrinales) era coincidente,
con las acciones revolucionarias y marxistas de su época, por lo cual, su
proceso, fue detenido (considerando su muerte acto político y no religioso,
según criterio de San Juan Pablo II y Benedicto XVI) y sufrió gran oposición de
la feligresía y clero católico salvadoreños, según lo explicó Monseñor Vincenzo
Paglia, postulador de Monseñor Romero.
Hoy la Iglesia Católica
tiene como objetivo, promover la imagen y
doctrina de Monseñor Romero, como un mártir de la Iglesia, pues su
asesinato, según Decreto papal, es por odium fidei,
o por odio a la Fe. De tal manera que, su ortopraxis (aplicación de la
doctrina de la Fe) fue contraria a los criterios expresados por ARENA y la de su
de fundador, el Mayor Roberto
d'Aubuisson Arrieta. Colócase la Iglesia, en contra del pensamiento político de
ARENA.
Los efectos sobre el
nuevo culto a Monseñor Romero, pueden apreciarse en la presentación, de Juan Pablo Cárdenas, director de Radio
Universidad de Chile, quien recordó el modelo de pastor de la Iglesia católica que representaba Monseñor
Romero, enfatizando la importancia de su
legado para “la lucha del pueblo salvadoreño y latinoamericano”, en alusión a
una lucha política, basada en los nuevos valores religiosos, congruentes con el
socialismo y nuestro Embajador, fue parte de dicho evento. Este fenómeno se está replicando en Argentina,
México y Colombia, al igual que en todas las parroquias de El Salvador.
En El Salvador, el 50.4% de la población se declara católica,
el resto, sin religión o evangélica. ARENA, es el único partido político que se
declara cristiano, apegado a los valores occidentales y a la ortodoxia
católica, pero el giro que ha dado el
actual Papa, exige participación política de la Iglesia, bajo la bandera de un
activismo revolucionario, que no será coincidente totalmente con el FMLN, pero
sí, con la izquierda tradicional.
Si comparamos la apatía política (63%) con el activismo que
desea la nueva Iglesia católica, tendremos un 31.75% de la población que puede
ser influida contra ARENA. Ya sea por abstención o voto de castigo, suficiente
para romper el equilibrio político del país, en un sentido favorable a la
izquierda, aunque no necesariamente, en favor del FMLN, lo cual ya se vislumbra
y quiere aprovecharse, además explica el alejamiento político de la UCA, del
FMLN.
No hay comentarios:
Publicar un comentario