Por
Lic. Fernán Camilo
Álvarez Consuegra
Lo que nació como
aplicación extraterritorial de la Ley, en derivación universal del principio
Real o de Defensa y de la Justicia Transicional, para evitar los Crímenes de
Lesa Humanidad y Crímenes de Guerra, juristas como Almudena Bernabéu y Baltazar
Garzón, lo han convertido en industria
transnacional la cual, aprovechándose de las víctimas de los conflictos
internos, inicia persecuciones mundiales que deja en ganancia, millones de
dólares, que se diluyen en honorarios consumidos desde las entidades locales,
hasta la controladora (Holding) Center for Justice &
Accountability (CJA), que litiga, sin relación aparente, en diferentes
continentes; desde una perspectiva política manipula, para crear cambio en las
leyes y litigar luego en base a estas que ya les son favorables. Las querellas
de los Casos Hermanas Serrano Cruz, Jesuitas y Mozote, son casos, de este
inconmensurable negocio.
En la página web de la
CJA, puede leerse la querella iniciada
contra los Generales Eugenio Vides Casanova y José Guillermo García, en los
Estados Unidos; pero no menciona, la condena en daños civiles por $
53,000,000.00 que serán pagados por el Estado de El Salvador y que, será el CJA
el encargado de administrar, cuando se haga la reclamación respectiva, en base
a lo establecido por la Inconstitucionalidad de la Ley de Amnistía.
En el Caso de las
Hermanas Serrano Cruz, patrocinado por el IDHUCA, para que se pudiese ganar, el Estado de El Salvador, por instrucciones
de Mauricio Funes, ordeno aceptar los cargos, lo cual derivó en condena contra el Estado de El Salvador por $
33,000,000.00 que ya el Ministerio de
Relaciones Exteriores, ha ido pagando, hasta con la reasignación de los
recursos del impuesto a la seguridad, que pesa sobre la telefonía.
La querella en España,
ha exigido como fianza, para asegurar la reparación de daños a los implicados
en el Caso Jesuitas: $ 75,330,560.00 y, en caso de condenar al Coronel Inocente
Orlando Montano, deberá pagarse, un mínimo de $ 3,766,528.00 en concepto de
indemnización y, al no poder el acusado satisfacerlo, recaerá subsidiariamente,
sobre el Estado de El Salvador.
CEJIL (Justicia y el
Derecho Internacional), es el operador
latinoamericano de dicho negocio y, como centro físico y logístico de éste,
para El Salvador, es la UCA, tanto que, Benjamín Cuellar pasa, de dirigir el
IDHUCA, al Consejo Directivo del CEJIL. Las diferentes querellas: por las
Hermanas Serrano Cruz, Casos Jesuitas, Mozote, Calabozo y más de 80 denuncias,
son presentadas por querellantes relacionados con el IDHUCA y la UCA. La Inconstitucionalidad de la Ley de Amnistía, fue propuesta por Abogados relacionados con
FESPAD y la UCA.
Usase la presión de la Unión Europea o de la OEA y
la ONU- que apoyan, a estas entidades - para crear legislación ad hoc, usando
como bandera la justicia y a la víctima. Esta industria es tal, que no sería
raro que varios Magistrados y políticos, que hoy se ven favorables a los
Derechos Humanos y que, han favorecido la Inconstitucionalidad de la Ley de
Amnistía, al cesar en sus cargos, se incorporen a estas entidades, como lo ha
hecho el Lic. David Morales, participando de este jugoso negocio.
Salvador Sánchez Cerén,
favorece el trabajo de estas entidades, para cubrir la responsabilidad del
FMLN, sobre los Crímenes de Lesa Humanidad, que este cometió.
Si no se está dentro de
dicho negocio, cualquier querella o
Aviso no prosperará, pues carece de estructura política favorable,
en detrimento de las verdaderas víctimas. La Justicia debe alcanzar a todos y ser gratuita: no es válido
buscarla con fines económicos, pues el Derecho busca la armonía social y, no
fue concebido, en el seno de la
República Romana, para el enriquecimiento personal y la manipulación
política.
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