Por
Lic. Fernán Camilo
Álvarez Consuegra
Profunda repercusión política,
tiene el juicio de Tony Saca, particularmente dirigido hacia ARENA. El espectro
político total, recibió dinero de Casa Presidencial, en los Gobiernos de Saca,
Funes y Sánchez Cerén y, se han beneficiado de la “gobernabilidad” lograda con
el dinero público. Tony Saca se distanció de los principios y objetivos de
ARENA, al permitir que ingresara el financiamiento venezolano, para la campaña
de Mauricio Funes; dicho distanciamiento fue público, hasta su expulsión de
ARENA y la creación de GANA como nuevo partido político.
Como político, Tony Saca
está acabado, pero no como operador político en la sombra: su estadía en la cárcel,
le ha sido ventajosa; ha cambiado unos pocos millones por muchos, no
encontrados deliberadamente. Percíbese su influencia en muchas de las acciones
y financiamientos de GANA, se hace sentir la influencia de troles en señalamiento
continuo de la responsabilidad de ARENA, como si Tony Saca fuese actualmente,
representante de este partido, olvidándose que de él, fue expulsado y que fue el
candidato de la coalición UNIDAD, en que GANA, fue el partido preponderante.
El financiamiento de la
campaña de Mauricio Funes, fue de $100,000.00, llegados de Venezuela e
introducidos en maletas, bajo la protección de diputados del FMLN – según fuentes
de la oposición venezolana -. En vez de parar tal irregularidad, el Presidente
Saca, la encubrió; perjudicando la candidatura de su propio candidato, Rodrigo Ávila;
marcó un quiebre con los principios y objetivos de ARENA, lo cual fue público
con la escisión de GANA y con la creación de UNIDAD. La candidatura de Tony
Saca, fue uno de los dos elementos que determinaron la pérdida de las
elecciones presidenciales para Norman Quijano y, quedó clara la alianza de Saca
– Funes.
El grupo de políticos que
apoyaron a Tony Saca, que entraron a GANA y posteriormente, a UNIDAD, se
beneficiaron de los fondos públicos desfalcados por Saca, y hoy, muy
probablemente, se sumarán a la petición de la izquierda, para la cancelación de
ARENA.
Walter Araujo, siempre
fue un operador político de Tony Saca, hoy representa los intereses de Nayib
Bukele, lo que hace presuponer, la influencia política de Saca. Los ataques hacia los
miembros de ARENA y, la petición de disolución de ARENA, son parte del juego
político, pues una persona jurídica, no puede ser procesada; sin embargo, la
intención es crear ambiente en el cual
el partido político (ARENA), sea señalado como un asocio de criminalidad, el
medio sin el cual, no se hubiese podido cometer el delito. Esta maniobra
política, con fines electorales, va destinada a generalizarse hacia la derecha,
como la causante de los males sociales. El riesgo que se corre es que desaparezca
la oposición formal de la derecha y solo haya un “pluralismo” de izquierda.
Si ARENA no contrarresta
este efecto y, sus funcionarios públicos no realizan obras positivas en
beneficio de la sociedad, no se mostrará el efecto benéfico del partido y,
perderá su posición de partido de oposición mayoritario. Parece que las
autoridades del partido no lo ven así.
La mayoría del COENA y
areneros, con los que trabajó Tony Saca, están hoy apoyando a Nayib Bukele, lo cual
nos da la medida de que, la cárcel y el
embargo parcial de sus bienes, no son suficiente para anular sus maniobras
políticas.
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