Por
Lic. Fernán Camilo
Álvarez Consuegra
La corrupción
generalizada de los partidos políticos, no debe considerarse en beneficio de
uno en particular: ha desvalorizado los ideales de todos por igual, ha motivado
acercamientos que carecen en común de ideóloga
y lógica, pero sí, de igual gusto por los beneficios de la corrupción.
La mara aumenta y la emigración crese, porque la corrupción
impide el desarrollo nacional. Los Estados Unidos, sienten preocupación por los
efectos indirectos de la corrupción y, la relación de ésta, con el narcotráfico,
pues ambos son riesgo para su Seguridad Nacional. El ciudadano
salvadoreño, sólo puede hacer señalamientos públicos, con riesgo de ser
enjuiciado por delito de difamación. Los
señalamientos a los políticos del Triángulo Norte, son la forma en que Estados
Unidos, expresa su desinterés en el área, que se ha desvalorizado socialmente,
por causa de la corrupción.
La corrupción es
obstáculo para que funcionen la Democracia y los controles sociales que ésta
impone; facilita los intereses tóxicos: narcotráfico y pandillas, más los
intereses extra continentales de China y Rusia: prefiriéndose estos, de quien ofrezca más dinero.
Por estas situaciones, se
ocultan las graves amenazas que tiene la democracia: el FMLN y Nayib Bukele. La
agresiva propaganda de éstos, no sólo hacia ARENA, sino hacia toda la derecha –
la cal reacciona con memes y chistes en las redes sociales, pero sin efectivo
plan estratégico -. El FMLN es vulnerable: su solidez depende del equilibrio
entre renovadores y ortodoxos, en una muy precaria alianza que será rota,
después de las elecciones del 2019, cuando la cúpula haga sentir su poder y,
los renovadores, más numerosos hagan sentir el suyo.
Bukele no ha afirmado
nunca su verdadero ser religioso: ¿musulmán o católico? Es importantísimo en
este país, tradicionalmente cristiano. No ha surgido debate público sobre su
relación y apoyo financiero – logístico de Irán y Arabia Sauditas, pues en el
caso de que fuese electo Presidente, habría choque con las Iglesias Católica y Evangélica,
más los intereses judíos y de palestinos cristianos.
Los troles de Martínez y
Bukele, están valiéndose del caso Saca como arma política, relacionando con
ARENA, la estafa: cuando en realidad, fue víctima. Se han exagerado los
sobresueldos y, aunque éstos sean desmentidos, nadie lo cree; del desfalco a
los fondos públicos, no hay duda ninguna y, según los troles de Bukele,
Salvador Sánchez Cerén ha procedido al igual que Funes y Saca; lo cual
contamina a Martínez.
Para afirmar
electoralmente, la culpabilidad de
ARENA, se darán dos pasos: 1) la Fiscalía investigará por evasión fiscal,
falsedad ideológica y, lavado de dinero, a los involucrados, pero sin llegar a condena alguna, pues la Fiscalía carece de capacidad para probar el hecho delictivo, pero
sí, causarán un gravísimo daño político,
2) Se harán más peticiones para cancelar a ARENA, las que tampoco darán frutos,
pero causarán daño político, pues sembraran la duda sobre la existencia futura
del partido, como inversión política.
El rompimiento de
relaciones diplomáticas con Taiwán es reflejo
de la corrupción: supedita dicha
relación, al pago de su campaña electoral partidaria del 2019. Esto traerá
consecuencias negativas: sus inversiones nos pondrá más, en la órbita de China
continental, y nos alejará de los
Estados Unidos. La amenaza de ser señalados como corruptos, ha precipitado el
rompimiento con Taiwán.
Los ataques a la
democracia, siguen la misma línea que han tenido contra los antiguos mandos de
la Fuerza Armada: Mozote, Calabozo etc. Consecuentemente, mientras no se
comprenda la estrategia de la izquierda, la derecha seguirá siendo mayoritaria,
pero sojuzgada por una minoría. Y lo primero que debe de entender la derecha y
ARENA es la existencia de una guerra continuada, que no atenuó el Acuerdo de
Paz de 1992.
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