Por
Lic. Fernán Camilo
Álvarez Consuegra
La apertura de relaciones
con China continental y, consecuentemente, su ruptura con Taiwán, se deben a
muy diversas causas, a la vez políticas y económicas, nacionales e
internacionales: juntas pueden traernos
más males que beneficios. Son causas del
rompimiento con Taiwán: 1) El interés chino, de penetración en Centroamérica,
2) La corrupción de nuestros políticos y la primacía de los intereses
económicos personales por sobre los intereses nacionales de largo plazo, 3)
El equívoco manejo diplomático de parte
de Taiwán y, 4) La débil atención de
Estados Unidos, sobre sus intereses centroamericanos.
China fue,
tradicionalmente, país alejado y aislado
de occidente; hoy, ideológicamente comunista, pretende un dominio universal, utilizando
el mercantilismo como instrumento político. Aunque su población es de 1,379
millones, su mercado se limita a 500
millones, pues la capacidad de compra, sólo está al sur de Beijín, que es la única región desarrollada. El resto de China, aún vive en subdesarrollo.
La economía
estadounidense es mayor que la de China, si se compara el producto interno
bruto en dólares corrientes (sin el efecto de la inflación). Pero si la comparación
se hace por poder de paridad de compra, China supera a EE UU. Esto
nos indica el potencial de China, por lo que prevee un posicionamiento futuro,
por sobre la economía norteamericana. Sin embargo, ésta ha sufrido una
desaceleración que se agudizará, como consecuencia de la guerra comercial con
Estados Unidos.
China ofreció al país
latinoamericano que rompiese relaciones con
Taiwán y las estableciese con China continental, un bono de 1,000 millones de
dólares. Suspendiose dicha oferta, ante
la posibilidad de una reunificación: fue reanudada, luego de la apertura
democrática de Taiwán.
Geopolíticamente, Panamá
se erigió como un gran epicentro de poder estadounidense en el continente,
desde donde se iniciaban las labores de
inteligencia, de coordinación, aprovisionamiento y entrenamiento militar en la
región, además de ser zona de tránsito
obligada para el comercio internacional, lo cual, en términos geopolíticos, no
es otra cosa que el ejemplo más claro de lo que se conoce como la formación y
establecimiento de un verdadero rimland (o tierra orilla), Eso es pista para entender la visceralidad de
la respuesta norteamericana y, la agresividad china.
El fallido intento de
crear un paso ágil por Costa Rica y, el de construir un canal en el rio San
Juan, le da a China, tercera opción;
construir paso entre Cutuco y Santo
Tomás de Castilla (proyecto ya propuesto originalmente, por Francisco Flores,
al que se opuso el FMLN), para hacer un centro de acopio y distribución para
Latinoamérica. Esto haría que el Canal de Panamá, perdiese parte de su valor
geoestratégico; el polo panameño sería movido hacia El Salvador, convirtiéndose
en un país pivote, controlado y respaldado un Gobierno y potencia adversos a los Estados Unidos.
En el hemisferio
occidental y, en el centro del Continente americano, esta Centroamérica: son siete países que unen
América del norte con América del sur y, a su vez, separan los Océanos
Atlántico y Pacífico. Por su ubicación geográfica, ocupa un lugar de gran relevancia en las
relaciones comerciales y políticas, por lo que destacan su importancia todos los expertos en
geopolítica.
Por dicha situación, las pretensiones
hondureñas sobre el Golfo de Fonseca, se están manifestando agresivamente: pues
pretenden gozar de la bonanza que ofrece china y lo cual no podría ser, sin
tener salida al pacífico y control de la zona donde se pretende explotación de
pesca y de gas natural, lo cual disminuiría nuestro territorio.
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