Por
Lic. Fernán Camilo
Álvarez Consuegra
Si como es muy probable,
hubiese en las elecciones Presidenciales, segunda vuelta, la alianza de CD.
NUEVAS IDEAS, GANA y FMLN, presentarían, un frente común contra la alianza de ARENA,
PCN y PDC: sería desde el conflicto armado, el mayor enfrentamiento; parecería
este, estar dirigido por una mente maestra, favorecedora de las candidaturas de
Martínez y de Bukele. Pues por si solos, uno y otro partido, no habrían podido
abarcar todo el espectro de la izquierda e indecisos, para oponerlos a la
candidatura de Calleja y, debe considerase que están en juego, la impunidad y
deterioro nacional.
Las candidaturas, Martínez
y Bukele, recuerdan las acciones de Zhúkov y Kónev, rivales pero convergentes,
frente a un objetivo común: Stalin, para asegurarse la toma de Berlín, en 1945,
diseña una estrategia, atacando en dos frentes, a un enemigo a la defensiva y,
en posición estática, como aquí está en actitud pasiva, el bloque
partidario de derecha.
La estrategia de Martínez
y Sosa, es consolidar la izquierda descontenta y, revertir el efecto de la
elección pasada, para obtener 800,000 votos
duros; Bukele trata de captar los
descontentos con la cúpula del frente y, los jóvenes indecisos, para obtener
unos 600,000 votos y así, lograr 1,495,815
votos, que alcanzó Salvador Sánchez Cerén cuando su elección, confiando que la
merma electoral de ARENA, de 63,000 votos, se aumente, obteniéndose, una
superioridad numérica relativa, frente a un abstencionismo mayoritario.
En las pasadas elecciones
presidenciales, el FMLN peleó por anular votos (19,579), que eran impugnados, lo que dio la diferencia de
6400 votos, lo que dio el triunfo a Sánchez Cerén. La estrategia actual es generar
dos frentes, que compitan entre sí, pero que finalmente, presenten un sólo peso
combinado, frente a un enemigo desgastado.
Algunos opinan que debe decidirse si se ataca a Martínez o a Bukele, lo cual
dejaría a uno, el camino libre para avanzar hacia la Presidencia, como cuando
atacando a UNIDAD, avanzó el FMLN. Ambos
candidatos de izquierda adolecen de una misma flaqueza: corrupción e impunidad.
ARENA tiene en contra cinco
factores: 1) malestar de parte de las bases
contra su dirigencia, 2) malestar por el
apoyo de algunos diputados a los grupos
LGTB y aborto, 3) malestar por el antimilitarismo (veteranía) manifestado por
Carmen Aida Lazo y, el engaño a los veteranos por parte de algunos políticos, 4)
la canonización de Monseñor Romero, cuyo martirio atribuyen al Mayor Roberto D’Aubuisson
y 5) los intereses de algunos diputados involucrados en corrupción,
narcotráfico y pandillas. Esto debe ser resuelto para obtener la unidad
necesaria.
Bukele tiene en contra,
el rechazo de la militancia de GANA, que terminará votando por ARENA. GANA ha sido la única escisión
de ARENA que ha sobrevivido y, ha mantenido su caudal de votantes (promedio de
10 diputados); debe su supervivencia a que es un partido bisagra: se cataloga de
derecha, pero vota y es mantenido por la izquierda; esto le hace inestable y cohesionado
sólo por intereses económicos.
La contingencia de la izquierda
es Nayib Bukele, que en el caso de perder, amenaza con una insurrección
popular. La pasividad al aceptar esta amenaza, debilita la institucionalidad
nacional. Puede la cúpula del FMLN perder
la Presidencia, pero no el poder, pues este les garantiza la impunidad, ante
cualquier reclamo, nacional o internacional.
La impunidad del FMLN, mantiénese
por la pasividad del Fiscal General al
no procesarlos por Crímenes de Guerra y Crímenes de Lesa Humanidad. Internacionalmente
se reclama a José Luís Merino por corrupto.
Si llegase a ganar el FMLN o Bukele, se perpetuaría la impunidad de la
corrupción de la cúpula del FMLN y del mismo Bukele.
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