Por
Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra
.
Actualmente, el partido político es el cuerpo
intermedio entre el individuo y el Estado y, por causa de esta relación,
quedaron anulados los cuerpos que tradicionalmente, tenían dicha función:
familia, gremios, corporaciones y municipalidades; dicha anulación, confiere al
partido político, importancia capital en la vida democrática.
De allí que, la crisis actual de ARENA amenaza dejar
sin voz política a gran parte de la derecha; voz que exprese los valores
tradicionales sostenidos en los principios fundacionales del partido. Parece que,
a los principios tradicionales, pugnan por sustituirlos, valores progresistas
que atentan contra la unidad familiar, contra los valores occidentales y
cristianos, fomentan el asistencialismo y paternalismo del Estado. La izquierda
ha tenido su tercer triunfo presidencial, ajustado al populismo presente, pero
desechando la estructura caduca del FMLN; así afirmamos que, el pensamiento de
izquierda, aún está vivo y representado, pero no lo está, el de la derecha.
La crisis en
ARENA que comenzó como lucha de poder, parece haber degenerado en lucha ideológica.
En el COENA cada miembro se pregunta cómo podría salvar al partido, preservando
su cuota de poder, y buscan la respuesta
sólo en el márquetin comercial, el cual les induce seguir la corriente del
progresismo político, sin abandonar algunos principios de la libre
empresa. Se supone que, a más
socialismo, se tiene más adeptos, porqué hay más pobres que ricos y que, la
lucha de clases, es una realidad inevitable; que la dirección debe recaer en
los jóvenes, porque siendo más dinámicos, entienden el progresismo y la
tecnología, estos presupuestos son falsos y desnaturalizan al partido.
Tómese en cuenta que, del seno del partido, nacen las
autoridades locales y diputados y, lo que quiere la sociedad, no es lucha
política, sino estabilidad; si se da, es para preservar la paz y estabilidad.
Todo lo que la gente de derecha desea, se prescribe en los valores
fundacionales de ARENA, pero desde el Gobierno de Saca, se dejaron de aplicar,
lo que es causa en la baja de los votantes.
Un triunfo en ARENA de los sectores progresistas,
excluiría a muchas personas de pensamiento tradicional, lo cual obligaría a la
formación de nuevos grupos políticos que iniciarían nueva lucha que pudiera
necesitar décadas culminarla. Al fraccionarse la derecha, sería más fácil a la
izquierda gobernar; con la actual crisis que vive el país, es poco probable que
puedan invertirse los recursos, en un nuevo instituto político. Más conveniente
es que ARENA retome sus valores fundacionales que excluir a la mayor parte de
sus votantes.
La tolerancia
que esgrimen los sectores jóvenes que exigen el progresismo, para que sea
aceptada su posición, en favor de los grupos LGTB, el aborto y la destrucción
del concepto clásico de familia, le hace también tolerantes al socialismo,
perdiendo su capacidad de oposición política, por ello buscan nuevos nichos,
como la ecología o la normativa vial.
El país es mayoritariamente cristiano y católico: tal
fe debe ser respetada y, pretender contrariar la mayoría de las creencias
religiosas del país, es suicidio político y atentatorio contra los valores de
la conciencia humana: razón por la que ARENA, no puede apoyar el aborto y a los
grupos LGTB. Los temas de ecología o normativa vial, si bien son importantes,
primero hay que atender la vida y la integridad física, pues si no hay
seguridad, toda otra forma de pensar, es irrelevante. Hoy hay más muertos que hubo
durante el conflicto armado y un mayor daño a la economía, por las extorsiones
que, con las voladuras de los puentes y el tendido eléctrico. Retomemos los
valores fundacionales de ARENA, apliquémoslos y salgamos de la actual crisis.
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