Por
Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra
Cambiar el nombre de Domingo Antonio Monterrosa
Barrios a la Tercera Brigada de Infantería, por voluntad de Nayib Bukele, es
pretensión vana de alterar la Historia; porque ésta, sólo puede ser
interpretada, en cuanto a sus valores axiológicos, a la luz de los criterios
presentes, pero nunca lo podrá ser sobre los hechos mismos, cual hoy se
pretende.
A principios del conflicto armado, se dio beligerancia
al FMLN-FDR, por México y Francia. Era el propósito, crear las condiciones favorables
a la secesión del territorio nacional, porque así, la ayuda militar extranjera,
llegaría libremente al área liberada. Habría dos Estados: uno bajo la égida del
comunismo y el otro, apoyado por los Estados Unidos. Se pretendía liberar una
zona, desde el rio Lempa, vía panamericana y Ruta Militar. El proyecto se frustró
porque la guerrilla sólo pudo mantener su persistencia, pero no, sostener
territorios, gracias a las disposiciones del Alto Mando militar y su ejecución
en situ, por Domingo Monterrosa. Hoy se juzga al Alto Mando por el caso del
Mozote. Es en el presente, continuación del conflicto.
Hechos internacionales de conflictos semejantes, nos
ayudan a ver claro en los nuestros: En España, se ha retirado el nombre de José
Antonio Primo de Rivera de las principales calles de ese país, derribado las
estatuas del General José Millán-Astray y Terreros y actualmente, se pretende
exhumar los restos del Generalísimo Francisco Franco Baamonde, todo pretendiendo
cambiar los hechos y consecuencias de la Guerra Civil española (1936-1939),
poniendo como triunfadora histórica, a la Izquierda, a pesar de los 80 años
pasados.
El Poder Judicial ha negado hoy, la existencia y
secuestro del Embajador de Sudáfrica, Archibald Gardner Dunn, aun cuando sus
expedientes, están en manos de la Fuerza Armada, de Relaciones Exteriores y en
el Informe de la Comisión de la Verdad, descargando la prueba, en quien pedía
la investigación de dicho secuestro, en abierta contravención a la Convención
de Viena sobre Relaciones Diplomáticas.
El conflicto armado, ya no es cosa del pasado, pues
actualmente se busca la condena de miembros del Batallón Atlacatl, se inicia la
reclamación contra el Batallón Atonal por la muerte de cuatro periodistas,
súbditos del Reino de los Países Bajos, mientras realizaban “periodismo social”
y se encontraban marchando, en medio de una columna de guerrilleros armados.
La verdad del conflicto, jamás podrá ser borrada de la
mente y conciencia de quienes lo vivieron y de su víctima, el pueblo
salvadoreño; fue un conflicto nacional internacionalizado (CANI), pues las
armas empleadas, fueron los remanentes abandonados en Vietnam, y Corea o,
desechos de armamento cubano y chino. El Salvador recibió tanta ayuda militar y
económica de Estados Unidos, como Afganistán en su lucha contra el Ejército
Rojo. El abastecimiento se originaba en Managua y llegaba a la desembocadura
del rio Lempa, era la línea Ho Chi Minh centroamericana.
Estos hechos, que la tradición registra, imborrables en
la mente y corazón de los salvadoreños, son más poderosos que la historia que
cualquier gobernante puede cambiar. Actualmente el conflicto sigue vivo, porque
no sólo se juzga a los militares, sino al régimen económico de aquella época y
sólo pretenden deducir responsabilidades millonarias.
La Izquierda no perdona ni olvida, y es ciega para sus
crímenes: hoy se abre la puerta para juzgar judicialmente los hechos de 1932 y
veremos condenado el Gobierno del General Maximiliano Hernández Martínez y al
General de División José Tomás calderón, cuestionados por haber devuelto la paz
a la nación, y tildar de héroes, a los revolucionarios; Martí, Zapata, Luna y
Ama, en justificación de los cambios políticos que se pretende instaurar en el
futuro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario