Por
Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra
El diputado Josué Godoy ha hecho recientemente,
declaraciones en apoyo del movimiento LGBTI y de cambio en los símbolos de
ARENA. Dichas declaraciones han recibido el apoyo del diputado Arturo Simeón
Magaña y de algunos otros de sus colegas de fracción. Los fundadores, COENA,
Comisión Política, 1ª Instancia, Tribunal de Ética, no se han manifestado en
contra de dicho apoyo, lo cual implica la aceptación tácita del cambio político
en ARENA. y deja sin representación, a la población heterosexual, cristiana,
mayor de 40 años, de pensamiento tradicional y liberal y excluye para las
siguientes elecciones a los diputados de este pensamiento tradicional.
Al analizar las posiciones políticas de muchos
diputados de ARENA: Milena Mayorga, Josué Godoy, Felisa Cristales y otros,
encontramos que todos aprueban mayor restricción a la iniciativa privada y poder
del Estado: ejemplo, para defender la ecología sólo se propone cerrar las
empresas productoras de plástico, sin proponer incentivos para que la
conversión se haga naturalmente. La medida es socialismo.
La defensa de los LGTBI que hace Godoy, ha sido
bandera de la izquierda y por eso, hay hoy armonía entre las posiciones de
Bukele y muchos diputados de ARENA; esta armonía entre Bukele y los diputados
de ARENA es, por la comunidad de ideas, en el socialismo, aunque sean de
partidos diferentes.
Son expresiones de dicho cambio, las intenciones de
substituir la marcha y el himno del partido, que expresan el pensamiento
original de los fundadores. Como nadie expresa oposición, está claro que
admiten el cambio del pensamiento original, reconociendo que éste es
actualmente, “políticamente incorrecto”.
Ahora que es visible y comprobada la corrupción del
FMLN y están siendo acusados quienes no se han plegado a Bukele y, ARENA está
al final de su transformación ideológica, lo que generará una implosión en el
partido, en las redes de troles de Bukele se lanza, muy tímidamente, la propuesta
de la necesidad de una nueva asamblea, que disminuya el mandato de la actual,
que represente la conformación política actual.
La tolerancia, propias de los libertarios que apoyan a
los LGBTI, impide que haya oposición a mediadas populistas como las que propone
Bukele; la corrupción del FMLN distancia a sus votantes y, su radicalismo
actual, lo aleja aún más, de la cohesión partidaria necesaria para mantener sus
escaños.
Este cambio social deja forzosamente, a parte de la
población, sin representación política partidaria. Si para valorar la
continuidad de la presente Asamblea Legislativa, se convocase a un refrendan,
muy difícilmente podría sostenerse la actual Asamblea Legislativa. Pues habría
oposición sólo de quienes dependen económicamente de los presentes diputados.
Nuestra constitución sólo admite el referéndum en el caso de formar parte de la
Unión Centroamericana y, por consiguiente, la proposición es contra la
Constitución: estaríamos proponiendo un referéndum revocatorio, exactamente
como hizo Chávez en Venezuela.
Los partidos políticos ya han sido anulados y la
Asamblea Legislativa está en la mira ¿qué sigue? Pues la empresa privada; serán
los primeros los grandes empresarios, pues su dominio es clave para el control
de la economía. Se ha iniciado ya, este proceso: ofreciéndose grandes negocios
a unos pocos, para crear la división y, será luego el desgrane individual,
comenzando por los medios de comunicación.
El destino de El Salvador, está actualmente, en la voluntad, de quienes
hoy no están siendo representados políticamente, porque es el sector que tradicionalmente ha luchado contra el socialismo.
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