Por
Lic. Fernán Camilo
Álvarez Consuegra
San Salvador, 3 de
julio de 2013.
Hablar de Derecha o de
Izquierda, evoca, inmediatamente, la lucha ideológica, y por eso quiero referirme a las tendencias
electorales en El Salvador, y las cuales son aplicables a las otras tendencias
latinoamericanas, en donde la Izquierda ideológica ha abandonado sus ideas
revolucionarias y la Derecha igualmente, ha abandonado los principios que la
sustentan, acomodándose, unas y otras, a la tendencia del asistencialismo
impuesto por la izquierda y muy socorrido al momento del solicitar el voto del
ciudadano común por la Derecha. Es esta visión es la que aquí voy hoy a
exponer.
En términos generales,
a lo único que aspira el ciudadano común, es a poder trabajar y vivir
independiente, gozando de los beneficios que el mundo moderno ofrece:
comunicación, servicios, salud y educación y, cuando no los puede obtener por
sus propios medios, los reclama al Estado como un Derecho Humano y,
frecuentemente no son los ciudadanos los que los reclaman, sino los políticos
se los ofrecen como prebenda de su voto, calificándolos ellos también de
Derechos Humanos y una obligación retributiva de la sociedad y el Estado. No obstante,
por sobre estas necesidades materiales, subsiste el repudio a los políticos que
los representan y sus tendencias políticas, dándoles amplia publicidad y
probando que, en su desempeño sólo privan sus personales intereses y no, el cumplimiento de las promesas de campaña.
Otro factor que es
causa de la abstención del votante, es la pública lucha de poder entre las
facciones de un partido, lucha que, sería lógica, si el partido estuviese
ejerciendo el poder; es, sin embargo, contraproducente, cuando se está en lucha
para lograr el favor político de la ciudadanía. Esta lucha interna y pública
que vemos dentro del partido ARENA, sólo favorece a su verdadero contrincante,
el candidato del FMLN, mientras que, el ex Presidente Saca, a quien ARENA
repudió de su militancia, a causa de la primera lucha interna de poder, luego de perder el ejecutivo, arremete contra ARENA, y este partido acusa de
corrupción a la emigración de sus militantes y, ve con malos ojos, la no
aceptación incondicional de sus dirigentes medios, a la cúpula formal de su
partido. Saca, por su parte atribuye
dicha disidencia, a falta de liderazgo y de corrupción en las altas esferas de
mando del partido ARENA. En conclusión, esta lucha, ofrecida con todos los
detalles en los medios de comunicación, sólo favorece al contrincante común: el
FMLN con su candidato Sánchez Cerén. Si bien ARENA, públicamente, ha atacado al ex Presidente Saca, éste no ha
atacado de igual manera, sino otros lo han hecho por él o lo ha hecho encubiertamente, para evitar el desprestigio de su imagen.
Si sumásemos la
totalidad de los votos para diputados y alcaldes de quienes se dicen ser de
Derecha (un espectro que abarca desde el liberal hasta el centro derecha) se
tendría a no dudarlo, el triunfo electoral de la Derecha, ya asegurado, pero, es la lucha interna entre estos dos
grupos o, con mayor precisión, entre las dos facciones: ARENA y Saca, que
representa a UNIDAD, que provoca el rechazo de la juventud, que sólo advierte
una lucha de intereses y no, de ideales y mucho menos aun, el cumplimiento de
las ofertas de campaña. Desde los Acuerdos de Paz, las mismas dirigencias han
arrastrado sus ideas e intereses, lo cual aleja al votante indeciso, adulto
mayor.
Con frecuencia, las
casas encuestadoras contratadas por los propios partidos políticos, suelen
confirmar las teorías preconcebidas por las dirigencias de dichos partidos,
para quedar bien con ellos, por lo cual
les basta modificar segmentos a encuestar, para
favorecer tal o cual estrategia electoral, todo para “satisfacer al cliente”,
por lo cual, siempre es conveniente, tomar como referencia, la sumatoria de las
tendencias de las encuestas independientes y, escuchar a quienes conozcan a la
realidad del municipio o departamento a
tratar.
Por otra parte, en la
izquierda, percíbanse solamente dos facciones desiguales: la mayor, constituida
por la vieja guardia del FMLN
guerrillero y, la segunda, constituida por quienes acusan a la primera, de
“desviacionismo ideológico”. Ambos
grupos, sin embargo, tienen una sola brújula, Venezuela, por medio del ALBA, el primero y, por la doctrina chavista, el
segundo, es decir, siempre a Venezuela, siendo en conclusión que, la diferencia
entre las izquierdas, es irrelevante, pues, ya en el poder, aplicarían la misma
doctrina. Parecen pasados los tiempos de las diferencias viscerales, entre el
grupo que apoya a Sánchez Ceren y al que hoy sostiene, a Oscar Ortiz.
Los ciudadanos en
general, adultos y de la mayor edad, agobiados por la crisis económica, no
sienten que las promesas de campaña tengan, para ellos, atractivo alguno: su
experiencia les advierte que todas las bellas promesas de la campaña política
son, finalmente, són sólo para favorecer a los políticos y sus allegados. El
resultado de este sentimiento que la experiencia sembró, se sólo un masivo
abstencionismo, que crece constantemente, y el cual sólo puede favorecer al partido que
cuente con el más numeroso voto duro; en este caso, en primera instancia, el
FMLN, el cual, en este caso, aún sin serlo, daría la impresión de partido
mayoritario y, en segundo lugar, la coalición de UNIDAD. Pensar que la sumatoria de los partidos pequeños, como
voto duro, podría dar la victoria, es un error estadístico, pues las votaciones
presidenciales, tienen un diferente carácter, a las locales y a las que son
para diputados, lo cual, quedó
evidenciado, por las elecciones pasadas.
Este análisis estadístico, es
válido sólo para calcular la deuda política, y para asegurar, el “cuido del voto” (las personas
necesarias para el cuido de centros de votación, urnas y logística electoral)
pero de ninguna manera para un definitivo triunfo electoral.
Por tal razón, el FMLN, en su campaña electoral, no ha
atacado directamente ni a ARENA ni tampoco ni a Tony Saca, pues espera que la falta de
liderazgo en el primero, y la imagen del segundo, se desgasten naturalmente, siendo ambos hechos en su favor, con el mínimo esfuerzo posible,
para luego, poder triunfalmente, volcarse sobre el que de estos dos, sea el ganador.
Por otra parte, tanto ARENA como Saca, especulan que luego de ganar en la
primera vuelta electoral, las bases de su contrario, pasaran, sin ningún costo
político, a votar por él, en una segunda vuelta electoral, para que no quede en
el poder, Sánchez Ceren. Esto, por supuesto, no sería así, pues la política, no
es continuación directa de aritméticas partidarias: la opinión pública, no es
siempre manipulable y mucho menos lo es, el voto indeciso, que suele
manifestarse negativamente, o sea, en
repudio y no, en aprobación del candidato de su partido.
Si pierde ARENA, el
abstencionismo para la segunda vuelta, pudiera ser masivo, pues su militancia
(voto duro) no votará por Saca (a quien repudió en su momento) y si Saca, no
alcanza a llegar a la segunda vuelta electoral, UNIDAD no podrá mantenerse,
pues es el único movimiento con capacidad de mantener unidos a tres partidos,
aparte de sus seguidores, por lo que de cualquier modo, la ventaja la tendrá el FMLN.
La tendencia popular en
El Salvador y en Latinoamérica, es que la Derecha impere, pero por las
divisiones internas de ésta, se hace posible que baje la Derecha y suba la Izquierda.
Lo peligroso en esta lucha electoral en El Salvador, es que la izquierda está
consolidando su poder: ya hoy, formamos parte del espectro geopolítico de Venezuela
y del ALBA y, vamos de camino a formar parte de su política regional, en
detrimento de nuestra independencia y propio rol geopolítico.
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