Por
Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra
San Salvador, 30
de agosto de 2014.
Gran expectativa y controversia dentro del FMLN ha causado el
nombramiento de Nayib Bukele como candidato a la Alcaldía de San Salvador. Se
cree que este nombramiento puede ser, para la Derecha un peligro real,
verdaderamente serio.
La designación de
Bukele como candidato por parte del FMLN, para competir contra Norman Quijano,
obedece a situaciones muy particulares de la recomposición política del país y
sobre todo, a la especulación de la cúpula del FMLN sobre este candidato. Sin
embargo, con una actuación mediana de ARENA, puede Bukele ser derrotado
electoralmente, aunque este concepto de “derrotado” ya no puede ser absoluto,
con los Consejos Plurales.
La designación de
Bukele obedece a un riguroso concepto estratégico de decisión de la cúpula del
FMLN y tuvo por causa tres factores perfilados con toda claridad: Primero, la
actual preeminencia del capital palestino en la política salvadoreña y por
razones nacionalistas palestinas, esta candidatura, permitirá una mayor
cohesión con el FMLN, y además dar la apariencia de una mayor fuerza al sector
musulmán de dicho grupo, que es, mayoritariamente, cristiano. Esta
recomposición entre el capital palestino y el capital judío, alineado en El Salvador en contraposición política
(aunque todavía no en su totalidad), ya
fue atisbada por el Dr. Álvaro Artiga, Director de la Maestría de la Ciencia
Política de la UCA, en un programa matutino de opinión, a inicios de la
presente semana.
Segundo factor a
considerar es que a Bukele puede vérsele candidato del FMLN sin que le afecte
la aversión hacia las personas vinculadas al FMLN histórico; de este modo, es
posible lograr una mayor penetración electoral que permita, en futuras
elecciones, presentar un candidato netamente “puro” de la cúpula del partido;
en síntesis, replicar el fenómeno Mauricio Funes – Salvador Sánchez Cerén (el “suave”
presidiendo al “ortodoxo”).
El tercer factor a
considerar, es la juventud y agresividad de Bukele en los ataques a sus
contendores. La cúpula del FMLN espera
con tales ventajas, poder remontar con el voto joven, los sesenta mil votos
faltantes para superar la última votación que dio a Norman Quijano la Alcaldía
de San Salvador. Considera que al comparar la imagen de un hombre viejo (Quijano
con casi setenta años) con la de un joven (apenas entrado en los treinta) sin
la necesidad de un debate, puede transmitir una imagen de renovación que
perjudique la reelección de Quijano.
No obstante su meteórica
trayectoria, la posición de Bukele no es
muy sólida dentro del FMLN, ni mucho menos imbatible: existe gran desconfianza hacia su persona, pues su
“origen” no es revolucionario, sino es plenamente “burgués”, sin abandonar su ser empresarial y ambición de
lucro personal, aunado a sus pretensiones políticas.
Sociológicamente
corresponde Bukele al típico millonario
(de comercio) de segunda generación que
ve, en el poder que da la política, el paso siguiente y natural a su “destino
manifiesto”: el ejercicio del poder, sin la madurez que da la experiencia. Esta
forma de pensar, le induce a graves errores conceptuales dentro del marxismo,
sobre todo, en su ortopraxis, lo cual queda reflejado en su errónea apreciación
de la realidad. La cual, crea desconfianza dentro de los círculos de la
Izquierda revolucionaria, presentando una visión política incongruente con la
estrategia y concepción chavista y más parecida a la que ha desarrollado China
continental.
Pueden destacarse por
parte de Bukele, tres errores graves sobre la apreciación de la realidad: el
primero de ellos, fue cuando quiso ser candidato a la vice - presidencia por
parte del FMLN, y se estrelló contra el muro del FMLN histórico. El segundo fue
cuando se le retiro, de una de sus
empresas, la dirección de la propaganda del FMLN que le fue entregada a
expertos extranjeros; la tercera, es la construcción de la Catedral Castrense,
con la cual pretendía crear en su favor,
la voluntad de los católicos y efectuar una recomposición de las jurisdicciones
eclesiásticas, en detrimento del actual Arzobispo.
La cúpula del FMLN, ve con
Bukele una doble posibilidad: si ganase la Alcaldía de San Salvador,
arrastraría por lo menos un diputado más hacia el FMLN, o dos tal vez, dependiendo de si el voto es
mayoritariamente de la juventud o no. Y si pierde, siempre se abrían logrado votos más para la diputación,
además de haberse librado para el futuro, de una piedra incomoda en el zapato
de la cúpula del FMLN, aunque los lazos con la comunidad palestina, quedarían atados a su favor definitivamente.
La mayor oposición de
Bukele como candidato a Alcalde por San Salvador, provendrá de la misma base de
Izquierda, pues sus mandos medios, siguen rigurosamente la línea de partido,
pero conceptualmente Bukele, chocará con los criterios de la ortodoxia del
FMLN. Y si su campaña se basa en acusaciones al Consejo Municipal actual (como
lo hizo para llegar a Nuevo Cuscatlán), cohesionará a todos los sectores de
Derecha en su contra, pues la relación municipal – comunidad, no es la misma en
Nuevo Cuscatlán que en San Salvador.
No hay comentarios:
Publicar un comentario